Capítulo 7

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Emma 

 Hace 4 años

El vibrar del celular fue lo primero que me hizo despertar, eran pasadas las cuatro de la mañana y cada uno de mi cuartel se encontraban enrollados bajo las sábanas, las mañanas comenzaban pasadas las seis de la madrugada. Todos intentan dormir lo suficiente para rendir durante la tarde.

Mis manos tomaron el bolso de deporte que se encontraba bajo la cama, caminando cuidadosamente hacia la salida, por suerte nadie se encontraba despierto, si quiero ser la mejor, tengo que demostrarlo las siguientes semanas. El gimnasio se encontraba lo bastante lejos para que otros se percataron de mi presencia, una hora de entrenamiento antes de comenzar la mañana, me daría la ventaja.

Tal como lo había pensado ningún alma se encontraba rondaba el lugar, cada uno de los equipos se encontraban a mi plena disposición. La primera media hora fue de espalda y hombros, seguidos de glúteos y piernas, mi padre siempre me enseño hacer constante ante lo que tenía que lograr, cada esfuerzo tiene su recompensa y cada recompensa es de la persona que lo merezca.

— ¿No crees que es muy temprano para estar entrenando a estas horas?.— La voz de Luke a mis espaldas me hizo apartar la vista de la caminadora. Se encontraba a un costado con una sonrisa curiosa sobre su rostro.—

— Diría lo mismo, pero veo que te encuentras despierto ¿Algo inquietante que no te deja dormir por las noches?

— ¿Sabes que es ilegal salir luego del toque de queda?.—Baje el ritmo de la caminadora, colocando gran parte de mi atención sobre él.

— Si es así ¿No crees que de igual modo serías culpable? El toque de queda comienza pasadas las nueve y termina a las tres de la madrugada, no es ilegal utilizar las instalaciones, siempre y cuando no molestemos a los demás. Sería una sanción como mínimo, si es que no llegó a tiempo al desayuno.— Acomoda la toalla detrás de mi cuello, dejando que el sudor se impregne sobre la tela. En aquel momento pude percatarme que no era la única que se había levantado antes, para comenzar el entrenamiento.— Lindo deportivo. Es toda tuya, he terminado por hoy. — La mano de Luke tomó mi brazo con firmeza acercando nuestros cuerpos. Su mandíbula se encontraba lo suficientemente tensa para saber de lo que se trataba, a pesar de la poca luz que nos acompañaba en aquel momento, su rostro lograba reflejar lo que sus labios no lograban soltar. No era más que simple miedo.

— ¿Sabes que es ridículo intentar demostrar algo que no eres? no creas que te daré el puesto por sentado. Todo el equipo cuenta con que yo lo gané.

— ¿Tienes miedo? Sabes que no soy la única mujer dentro del centro. Pero algo me dice que tu problema solo es conmigo, no con las mujeres en general.

— Ellas son lo de menos, sus padres son del alto mando, estar aquí para ellas, es casi como estar en un Spa, solo hacen lo que sus padres digan, no todas duran la semana de instrucción. ¿Sabes cuántas mujeres han sido elegidas para ser capitanes de los escuadrones? .— No me dio el tiempo suficiente para responder.— Ninguna. No sé qué es lo que pensaba el capitán general al recomendarte, solo aléjate y no te interpongas en algo que no sabes que vas a ganar.

Una risa sutil, escapó de mis labios. Claro que ninguno de los chicos se habían percatado de la clase de persona que era Luke la noche anterior, por supuesto su personalidad era distinto frente a Elliot y Adam, sabía cómo adecuarse a las distintas situaciones, pero algo me encontraba segura, que pasara lo que pasara, ellos me conocían lo suficiente para estar de lado de una persona que dentro de su diccionario no se encuentra la palabra dignidad.

— Fue un placer Luke. Sobre tu pregunta. — Tiré del moño dejando que mi cabello cayera detrás de mi espalda. — Seré la primera mujer en ser elegida capitán, espero que no te moleste mostrar lealtad cuando lo necesites.

Corazones y cenizasOù les histoires vivent. Découvrez maintenant