BURDEL •Freenbecky•

Capítulo 15

ㅡ¿Irin? ㅡPreguntó, sobre el murmullo y la omega inmediatamente se dio vuelta.

Irin, su amiga de noches largas y charlas interminables en el Burdel estaba ahí, justo frente suyo.

La nombrada giró. La omega estaba vestida con un vestido gris al cuerpo, que dejaba ver su esbelta y marcada figura. Sus ojos grisáceos la buscaron enseguida.

Sus miradas se cruzaron. La gente a su alrededor seguía moviéndose, bebiendo y hablando. Freen estaba pegada a su espalda, con los ojos puesto en su omega. Acechando, como un Alcón.

ㅡ¿Re, Rebecca? ㅡMurmuró, quieta en su lugar sin poder creer lo que estaba viendo. Parpadeó, y una sonrisa fue apareciendo en su rostro. ㅡ¡Rebecca!

Irin se acercó, con lágrimas en sus ojos. Irin fue su amiga durante años, nadie... absolutamente nadie más sabía por lo que había pasado en aquel lugar, salvo la omega. Si estaba viva, también era gracias a ella.

ㅡ¡No puedo creer, Irin! ¿Qué haces aquí? ㅡSusurró la castaña, cuando se soltaron del abrazo en el que se habían fundido. El aroma conocido hizo vibrar a Rebecca de alegría.

ㅡRebecca, Rebecca, Rebecca ㅡnegaba Irin. ㅡPensé que... te perdiste... te fuiste. Creí que ㅡse detuvo. La miró con ojos entrecerrados, y sus orbes fueron directo a la marca en el cuello de la omega, sin disimular. Rebecca rio entre dientes. Irin se tapo la boca con ambas manos. ㅡNo puedo creer ¡¿Quién fue el hijo de...?!

Freen miraba la escena desde un palmo por detrás de Rebecca. Había notado la presencia de la rubia que era omega, pero eso tampoco le mantenía tranquila. Nadie haría daño a su omega ni a su cachorro.

ㅡ¡No, no! ㅡDijo rápidamente, entendiendo la conclusión a la que había llegado, haciendo señas con las manos. ㅡNadie me llevó, Irin. Ésta marca es porque yo quise, me empareje por decisión mía, amiga.

Irin, por un momento, había pensado que la desaparición de su amiga tenía que ver con que quizás algún alfa la había marcado sin que nadie se diera cuenta y se la hubiera llevado. Había pasado semanas preocupada, cuando absolutamente nadie sabía nada de ella o no le querían decir, tampoco. Es cierto, había pensado lo peor varias veces, la omega estuvo muy, muy, preocupada por su amiga.

ㅡNo puedo creer. Estás emparejada y ¡Oh! ¡Rebecca, ya se te nota la pancita! ㅡChilló la omega, y Rebecca sonrió avergonzada. Colocó su mano sobre el vientre, y sintió a su lado como Freen entrelazaban sus dedos con los suyo. No había nada como el calor de su alfa estando cerca.

ㅡSi, ya pasé las dieciocho semanas. Estoy enorme ㅡhizo un puchero, y Freen le besó la frente. ㅡIrin, quiero presentarte a Freen. Ella es mi alfa, y el amor de mi vida ㅡdijo, colorada de pies a cabezas. Freen hincho el pecho de orgullo por lo dicho por su omega, ㅡFreen, amor. Ella es Irin, es mi amiga desde hace mucho tiempo ㅡla presentó.

Freen le tendió la mano y Irin le saludó con una sonrisa blanca en su rostro, y ojos que la escaneaban de arriba a abajo. La alfa hizo lo mismo, la inspeccionó unos segundos y luego asintió hacia Rebecca.

ㅡBebé, pronto será el brindis y te quiero que estés conmigo ㅡsusurró la alfa, bajo la atenta mirada de Irin. ㅡHay que buscar a mis padres.

ㅡ¿Me podría retrasar un ratito, Freen? ㅡLloriqueo la omega. ㅡQuiero hablar con mi amiga un poco, Freen ㅡrogó, y Freen creía que era el ser más hermoso de todos.

ㅡNo necesitas mi permiso, Becky. Yo voy a estar saludando a unos amigos ¿Sí? ㅡcontestó, besó la mejilla de la castaña. ㅡVoy a estar por allí, cualquier cosa me avisas. Por favor, amor ㅡsuplicó. Rebecca asintió, y vio como su alfa se perdía entre la gente hacia un semicírculo no muy lejano a ellas.