Capítulo 11

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Cuando llegaron a Gusu Lan, Wei ying quiso salir corriendo por inercia al ver las escaleras que debía de subir, con lágrimas rogó que no fueran malos con ella, habló de sus heridas y de tantas cosas que solo hicieron que Lan Xichen, pasara su mano por el hueco de sus rodillas y la otra en su cintura, mientras que ella rodeaba sus hombros por inercia.

No logró articular palabra alguna, sorprendida por como él hubiera aceptado tan rápido. Notó la mirada divertida de Huasiang que, tratado de ocultarlo a través de su abanico, pero de lo que estaba muy segura era que sería la burla para él, y ni siquiera podía entender que podía estar pasando por la mente Lan Zhan en esos momentos.

Desearía leer la mente, pensó, mientras llegaban a la barrera de la entrada, en lo que fueron recibidos por Lan Qiren, quien arrugó su expresión de inmediato al verla, y cuando trató de bajarse, fue presionada por Xichen, quien le sonrió y dijo: A-ying esta muy cansada.

¡Claro, él quería que se avergonzara!

Una sonrisa ladina creció en el rostro de Wei ying, podía seguir el mismo juego del primer jade.

—A-huan, me duele todo~ ¿Por qué fuiste tan rudo conmigo? —se quejó, fingiendo el tono grave de su voz recostándose sobre su hombro, en lo que escuchó como Qiren tosió un poco—. Creo que terminaré de matar a tu tío —le murmuró al oído, pero Xichen solo sonrió, mientras que sus orejas parecían dejarlo expuesto de lo rojas que estaban, al igual que sus apresurados latidos, que los podía sentir, debido a su cercanía. Increíble, pensó Wei ying. Quiero volver a verlo así.

—Bienvenido de vuelta, Xichen, Wangji, Huasiang, y...

—Wei ying, de cortesía, Wuxian —respondió Xichen por ella, algo que agradeció—. Gracias, tío, iré al ala médica, primero y me reuniré con usted.

—¿Estás herido? —a la pregunta de Qiren, él negó—. Oh... se trata del invitado.

Wei ying trató de no reír por lo fácil que había sido engañar al viejo Qiren, y con la ropa que llevaba ni siquiera tenía que decir mucho, Xichen se había encargado de que ninguno a su lado descubriera sobre su género como dama, aunque su voz fuera a delatarla con facilidad. Se encogió de hombros, dejaría que Xichen hablara por ella. Le gustaba que tan preocupado estaba por ella.

—¿Qué pasaría si tu tío se entera que soy una chica? ¿Otra regla rota?

—Wei ying no puede hablar esta vez.

—¿Es algún tipo de venganza? A XianXian le gusta mucho tu acento de Gusu —Xichen río al momento en el que se detuvo frente al pabellón.

—A mí también me gusta tu voz, a-ying, pero a-ying quiere pasar como hombre será imposible con el médico.

—¿Y si le digo que me convertir en mujer por una maldición? También puede funcionar.

Xichen negó, y tocó la puerta del pabellón, en lo que la sostenía con una mano. Wei ying no pudo evitar jadear impresionado. ¿Qué tan fuertes eran los brazos de los Lan? Ni siquiera sudaba o temblaba al sostenerla. Jodidos Lan. Maldijo al ver la puerta ser abierta, y con suerte había una señora de dulce mirada frente a ellos, quien no dudo en dejarlos pasar al verlo. Xichen la colocó de inmediato sobre la cama, y empezó a explicar sin darle oportunidad de hablar lo que ocurría con ella. Wei ying casi lo compara con la sobreprotección que lograba algunas veces tener Wen Ning con ella, incluso podía ser peor.

Su corazón se encogió en ese momento, había dejado el pueblo para lograr evitar que la guerra tuviera el mismo final que su vida anterior. Incluso le había dejado instrucciones claras a su querido hermano de huir tan lejos como sea posible si la guerra comenzaba y ella no regresaba a casa. Porque no los arriesgaría por segunda vez, ellos también debían de conocer lo poco que tenia de buen el mundo. Ni tenían que volver a sacrificarse pensando en el bien de ella.

Oscuridad entre las nubes Xixianfem!Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt