16 • Y pagando en ingenuidad

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Minho, más allá, nota a Jisung hablando con Félix, Jeongin y Hyunjin, un chico de último año, compañero de Bang Chan (según lo que sabía). Estaban conversando sobre algo que, a distancia, no se podía identificar, y Minho se ponía ansioso.

Quería hablar con Jisung, pero se veía ocupado.

Ahhhh —vocalizaba de pie, inquieto por obra del nerviosismo, apartándose de las puertas de entrada de la escuela y esperando paciente (impaciente) a que sus amigos dejaran disponible al castaño, balanceando su peso de un pie a otro.

Durante ese tiempo, comenzó a cantar.

«6×1 es 6.»
«6×2 es 12.»
«6×3, 18.»
«6×4, 24.»
«6×5 es 30.»
«6×6, 36.»
«Como un rulito – Como un rulito es el 6...»

Más tarde, parecía ser que tanto Hyunjin como Jeongin se despedían del otro dúo, empezando a distanciarse de ellos para caminar lejos de ahí, y Minho prefirió cantar la tabla del 9.

«9×1 es 9.»
«9×2 es 18.»
«9×3...»
«27.»
«9×4 es 36.»
«36... 36, 45.»
«9×5 es 45
«9×6, 54.»
«9×7, 63.»
«9×8, 72.»
«9×9...»
«9×9...»
«9×9...»

«Mierda, 81.»

«9×9, 81.»
«9×9, 90.»

Momentos después, Félix zarandeaba a Jisung en un abrazo. 

«Mierda, mierda-»

Volvió a turnar su balanceo de un pie al otro.

«Vamos, Jisung...»

«√0 es 0.»
«√1 es 1.»
«√4, 2
«√9 es 3.»
«√16...»
«4×4 es 16.»
«√16, 4.»
«√25 es 5.»
«√36...»
«√36...»
«√36...»

«√36...»

«6×6, 36.»
«Como un rulito – Como un rulito es el 6.»

«√36 es 6.»
«√49..., 7. »
«√64..., 8.»
«...√81 es 9
«√100 es 10.»
«...√121 es 11
«√144 es 12.»
«√169 es-»

Despidiéndose y yéndose de la zona de bicicletas, Minho ve a Félix desapareciendo del lugar.

Jisung queda solo, ve a Félix retirarse una última vez y se acerca a su bicicleta.

«Bien, ya voy.»

Comenzó a caminar hacia el castaño.

«√169...»
«√196...»
«√225...»

—¿Jisung? —su voz no fue muy estridente, pero fue lo suficientemente alta para que Jisung sí lo escuchase y volteara.

—Minho, ey. ¿Quieres que te acompañe a tu casa? —ofreció.

—Ah, no. Está bien —guardó sus manos en sus bolsillos y luego nota a Jisung intentar montarse en su bicicleta—. Ah- No te subas- Quería invitarte.

Jisung arruga su entrecejo y se baja. —¿Invitarme a qué? —se confundió, pensando en no haber oído la oración completa.

—Ah- A la cafetería de al lado, o algo así, no sé —se encogió de hombros—. Pero, si tienes algo que hacer ahora, podemos dejarlo para otro día.

—Oh, no. Vamos —se animó de inmediato, asegurando su bicicleta con el candado otra vez y emprendiendo camino al lugar—, no te quedes ahí —se reía, apuntando a Minho con el dedo al verlo inmóvil.

F.U.C.K • minsungWhere stories live. Discover now