Tus labios, mi sabor preferido

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Abrió los ojos y vio a Jennie a su lado con su teléfono. Frunció el ceño, no estaban en el sofá donde se había quedado dormida hace unas horas, estaban en una cama de dos plazas, una acostada al lado de la otra. No recordaba haber hecho nada con Jennie, ni siquiera la besó, solo se quedó dormida encima suya como idiota. Así que no entendia como mierda llego a esa habitación, mucho menos a la cama.

No la reconoce, tampoco es como si haya estado muchas veces en esa casa; solo en un par de fiesta antes que esa.

Se frotó los ojos y giró en la cama hacia Jennie.

—¿Qué hacemos aquí?—Preguntó, con su ceño aún fruncido.

—¡Lisa!, la chica que me gustaba se estaba cogiendo a otra, me ayudo a traerte. Me dijo algo sobre que no sabía que me gustara montar a alfas dormidas—Comentó, rodando los ojos.

A Lisa le gustó la idea.—Es una idiota.

¿Cómo es que siquiera me gustaba?
—No lo sé — respondió Lisa aunque Jennie solo se hablaba a si misma.

— Lo gracioso es que la chica con la que follo la ayudó a traerte a aquí — dijo riendo y después Lisa también rió.

—¿Y tú también ayudaste? — Preguntó Lisa.

Jennie la miró con el ceño fruncido.

— No — contestó sonando ofendida — Estaba ocupada leyendo mi fanfic.

Lisa sonrió de lado.

—¿Te levantaste temprano para continuar leyendo tu fanfic?—Le preguntó Lisa con verdadera curiosidad, todavia sonriendo.

—No —De nuevo con su tono de ofendida— Ni siquiera dormí. Quería terminarlo—

—Oh—Exclamó, sorprendida. Estuvo a punto de reprender a la omega, no podía pasar tanto tiempo sin dormir, eran las nueve de la mañana.—¿Y ya la terminaste?

—Sí —Murmuró, asistiendo con la cabeza. —Ahora necesito un café, invitame uno— Le pidió, mas bien ordenó.

Lisa le sonrió, asintiendo con la cabeza y cediendo encantada.

[...]

Caminaron un rato hasta el primer café que encontraron, no estaban en una zona centrica y por eso no encontraron ningun lugar donde desayunar cerca. 

Mientras caminaban, hablaban, Lisa estaba encantanda, aunque Jennie no fuera una gran habladora Jennie estudiaba letras modernas, le explicó, y habló un poco de los libros que tenía que leer para este semestre, sus ojos brillaban, Lisa espera conseguir algun día alguna reacción parecida pero que fuera por ella. Le dijo que estaba en segundo y saltó, de la nada, hablandole sobre sus hermanas y hermano.

Contandole cuantas tenía, como se llamaban y que le gustaba hacer cuando pasaba tiempo con ellas.

Estaba en camara lenta, alargando las palabras y gestualizando lentamente.

Cuando sonreía tardaba segundos, sus labios se curvaban con pereza.

Se quedaron varías calles en silencio, solo caminando uno al lado de la otra.

No era un silencio incómodo, sino uno tranquilo, que no te ponía nervioso.

—Estoy cansada —Murmuró Jennie, Lisa giró a verla— Sino hablaría hasta por las rodillas.

Lisa soltó una carcajada.

—¿No se supone que se dice "hasta los codos?" —Preguntó Lisa, divertida.

—Yo digo como quiero —Contestó, levantando la cabeza engreidamente.

La primavera florece en tu piel 𐙚 JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora