CAPÍTULO V

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"Una verdad impactante"

—Elbani se encontraba confundida y molesta mientras se dirigía a la boca del lobo "LA CASITA DE LOS PERDONADOS" pues pensaba que al ahí obtendría todas las respuestas a aquellas preguntas que la atormentaban, y ponerle fin a esto de una vez por todas, pero sabía que al llegar aquel lugar sería propensa a encontrarse con Isaías o algunos de los señores del hogar. Al creer en eso, sintió miedo y una impotencia, pero había que resolver todo este enigma y descubrir donde estaba su madre y sabía quién podría darles tales repuestas.

—Mientras se dirigía a su destino, una mujer se le acercó, tenía el cabello canoso, pero era joven de la misma edad de su hermana luisa, sus manos estaban arrugadas y tenía quemaduras horribles, se veían en algunas áreas negras y desprendiendo un olor como si fuera carne podrida, la mujer se puso enfrente de ella como si estuviera bloqueando su camino.

—¿Elbani que haces aquí no deben verte? le dice la mujer.

—Asombrada, pero confundida, le respondió, —¡Señora, usted se equivoca, me confunde con alguien más!

—Crees que estoy loca, muchacha ven sígueme.

—Elbani no entendió que estaba pasando, ¿Cómo esa mujer que no había visto nunca la conocía? Eso la confundía aún más, pero estaba decidida a encontrar las respuestas, observo la que llevaba a una casa, la mujer a abrir la puerta y Elbani sintió como su corazón la tía muy rápido, pero sintió como si el tiempo se hubiera detenido perdida en su mente, no se había dado cuenta de que ya estaba dentro y volvió en sí, noto que estaba lleno de cosas.

—Me llamo Judas y ya nos conocíamos, Elbani hace mucho tiempo.

—Su rostro me resulta familiar Judas, pero me parece gracioso que se llame igual al hombre que traiciono a Jesús.

—¿Estás aquí por algo no es así?— Le preguntó Judas.

—Elbani le responde inclinando su cabeza.

— ¡Yo te puedo ayudar!

—Elbani la miro fijamente y se preguntaba si podía confiar en esta persona, pero confiar o no. Ella no tenía elección, debía actuar rápido y tenía que aprovechar el festejo porque era su oportunidad, sabía que todos estarían distraídos.

—Gracias, señora, pero si algo aprendí es que no hay nada gratis en este mundo. Además yo no la conozco, como podría confiar en una persona, la cual me intercepta de golpe y además me ofrece su ayuda, no soy estúpida.

—¡Ja, ja, ja! siempre ha sido directa, eso es lo que más me gusta de ti. Pero tienes razón si quiero algo, a cambio, como habrás notado mis manos se están pudriendo, no te imaginas, el dolor que estoy sintiendo, es una constante agonía, así que el trato es este, cuando sepas toda la verdad, me sacaras de aquí.

—Elbani sonrió ligeramente, ¿Por qué tienes las manos así? Para semejante tortura debiste de hacer algo malo, o viste que hicieron algo, pero no hiciste nada.

—No necesito que me digas lo obvio, así que tú decides ES UN TRATO O NO.

—Bien, hagamos el signo de la promesa, le respondió Elbani, ambas hicieron un ligero corte en sus manos.

—Judas froto sus manos, las cuales estaban bañadas en sangre, y se las puso a Elbani en los ojos, y ella hizo lo mismo, puso sus manos en los ojos de Judas hasta que la sangre de la otra entrara por sus ojos, empapando sus rostros. Debian recitar la promesa que aria, pero antes de eso Elbani le susurro al oído me tendrás que decir la verdad, la cual presumes saber.

— ¡Listo ya está! —Ahora me va a responder algunas preguntas y no te puedes negar Judas, ¿por qué dices que me conoces hace mucho tiempo, si yo apenas te acabo de conocer? Y la segunda, ¿Por qué crees que hay una salida de aquí?

—Pues con respecto a la primera pregunta, si te digo no me vas a creer y la segunda todo tiene salida. Responde judas.

—Ya déjate de juegos Judas, me estás haciendo molestar y dime.

—¡Bien como quieras, te lo diré!, es mejor que te sujetes a algo, por qué puede que te caigas, ¡ESTÁS MUERTA Y EN EL INFIERNO!... Ja, ja, ja, NO QUERÍAS LA VERDAD ¡PUES AHÍ ESTÁ! Ja, ja, ja. riendo a carcajadas, mientras la expresión de Elbani permanecía asombrada.

—Elbani no podía creer lo que escuchaba, sentía que su respiración estaba lenta, no podía respirar bien, por su frente corría sudor y su color de piel cambio y se puso mas pálida, no podía mantenerse de pie y cayó al suelo.

—Te lo dije, la verdad es dura, pero al final es la verdad.

—Con una voz temblorosa, Elbani le responde ¡esto no puede ser verdad! ¿Cómo es que paso?

—Levántate Elbani.

—¡NO, NO!... ¿Por Qué yo, Porque mi familia? PAPA DIOS QUE HICE MAL, REALMENTE ME LO MEREZCO MI FAMILIA Y TODAS ESTAS PERSONAS. Gritando.

—Si tienes razón Judas y estamos en el infierno, entonces tú eres.

—Si Elbani soy yo, aquella que traiciono a su amiga, dicen que la avaricia no te lleva a ningún lado, pero, se equivocan, te trae aquí para que te pudras por siempre.

—No, no, no puede ser, Jesús murió hace más de 1700 años, ahora entiendo me estás tomando el pelo, es mentira, casi caigo, ja, ja, ja. Sin a acertarlo.

—¡Elbani reacciona, es verdad todo! Judas, esto no puede ser porque tú tendrías.

—Si Elbani tengo más de un milenio aquí pudriéndome, soportando todas las crueldades de esto y me lo merezco, yo misma me traje aquí y el tiempo no existe.

— ¡No! Un momento, Judas es hombre, eso fue lo que nos enseñaron, hasta esta en la biblia.

—Todo es mentira, soy una mujer y en realidad crees que Jesús era hombre, piensas que es suelo donde estás parada, la verdad siempre es difícil, pero es la verdad y aquí todos viven en la mentira. ¿En qué año crees que estamos?

—Elbani impactada le responde, Bueno es 1890.

—La verdad es que no hay tiempo aquí, ¡no existe! La verdad es que puede ser el año 2000 o 3000, no te has dado cuenta cada persona aquí tiene su manera de hablar, de expresarse, por que todos son de diferente época.

—Elbani impactada y asombrada de todo lo que ha ocurrido. —Le dice, ¿por qué será que siento que todo lo que dices es verdad?, pero falta más no es así. Tengo que aprovechar que es la celebración del pueblo para poder entrar a la casita de los perdonados, creo que ahí tienen a mi mamá y las dos tenemos un trato.

—Te ayudaré a llegar ahí, solo hay que esperar a que el pueblo completo se reúna, aguardaremos el momento perfecto para llevarte allí, creo que te impactaras con lo que encontraras, le dice Judas.

—Después de lo que me contaste será difícil que algo llegue a sorprenderme.

—¡Quieres apostar Elbani! después no digas que no te dije. Después de un buen rato, Elbani se asomó por la ventana para ver y se dio de cuenta que ya había muchas personas reuniéndose observo que ya era de noche, la luz de la luna majestuosa y hermosa, le paso por la cabeza, si esto es el infierno, ¿Cómo puede ver una noche así de hermosa? Y esa luz de la luna iluminando todo como si diera esperanza.

—¡Judas, ya es hora!

—Te daré una advertencia Elbani.

1) Se fuerte, lo que veas allá, tal vez no lo resistas.

2) Ten esperanza, nunca la pierdas.

3) No dejes que él odió, se apodere de ti, no siempre lo que vemos es lo que párese y otras veces es peor que eso. Judas le coloco la capucha y la miro como si supiera algo más que no quería decirle, se acercó y le dio un beso en la mejilla, Elbani le regalo una ligera sonrisa mientras se retiraba y se dirigía a la puerta.

—Elbani cuídate, y recuerda lo que te dije.

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