CAPÍTULO XVII

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"Una apuesta muy peligrosa"

—Estás dispuesta a quedarte y pagar todo, solo fue un error inocente, que te trajo aquí, pero tu familia no está del todo condenada, tú fuiste la del completo castigo que arrastro y se llevó todo lo que tenía consigo, para luego condenarlos y hacerlos pagar por tus consecuencias, elige Elbani te quedas para dar un sacrificio por tu familia o eliges morir mientras tu familia sigue condenada por tus acciones sin remedio. —Dijo manir, en tono alto.

—Lo haré por todos hasta, por Isaías, nadie en primer lugar tuvo que estar aquí, porque fue mi culpa, así que si, que se vayan todos ellos y me toman a mí, como dijo bilis, "nada más son sacrificios pequeños".

—Muy bien, dijo manir. —Con una gran satisfacción de hacer sufrir a unas vidas.

—En un momento todo quedo en silencio y luego un destello de luz apareció en una especie de neblina.

—Vaya por fin entendiste lo que de un principio tenías que entender y no me refiero a ti Elbani, si no a ti manir tú y yo hicimos una apuesta así que toca que pagues la deuda.

—Elbani confundida no sabía de lo que estaban hablando hasta Isaías tenía una mirada de duda.

—¡Déjenme explicarles mejor!.  —Dijo Bilis.

— Cuando ustedes fueron condenados yo hice una apuesta con manir, él pensaba que la humanidad era corrosiva y los ángeles eran estúpidamente débiles, que no podía existir ni siquiera un sacrificio en el infierno, así que si aposte por sus vidas para demostrarle a cierto ser, que no era cierto, sé que por el momento están molestos conmigo, pero todo lo hice por un propósito, verán desde el principio de los tiempos los demonios que alguna vez fueron nuestros hermanos, se corrompieron porque en su mente dios nunca debió crearlos, verán ellos estaba tan envidioso de la humanidad que quisieron destruirla, el líder que obviamente todos saben quien es era el mejor de nosotros, pero pensó muy diferente y lo cegó el poder, y otra cosa, pero eso se descubrirá en su debido tiempo, así que durante años han querido demostrar que los humanos jamás debieron existir y que sus almas tenían que ir directo al infierno, ustedes se toparon con una gran guerra que tiene miles de millones de años estuvieron el momento equivocado y en el lugar equivocado así que yo aposte sus vidas para demostrar que aun en el infierno puede haber un acto desinteresado.

—Lo siento mucho, de verdad, sé que jugué con sus almas y lo siento, con pena en sus ojos. —Bilis se dirigió a ellos.

—Ja, ja, ja, ¡esto tiene que ser una maldita mentira, verdad! ¿Qué les pasa a ustedes? Creen que pueden jugar con nuestras vidas como se les plazca, ¡no somos sus juguetes! Y tu Bilis eres peor que estos estúpidos del infierno.— Con ira en sus ojos Isaías pronuncio aquellas palabras.

—Ya todo está hecho, nadie podrá cambiar lo que ha pasado, así que Bilis llévate a mi familia, a Carlos y a Isaías de aquí. —Con seriedad, dijo Elbani, aun cuando su sangre corría por su cuerpo y sentía un inmenso dolor por dentro y por fuera.

—Estás loca verdad o eres estúpida, además no necesito que me salves Elbani yo solo puedo encontrar una salida sin tu ayuda o la ayuda de todos estos idiotas.

—Que así sea, —Dijo Bilis.

—No, hija, no te voy a dejar, somos una familia, lo recuerdas, siempre juntos y unidos, no podemos dejarte, Elbani.

—Con sus ojos llenos de dolor y tristeza, Elbani ve a su padre y hermanos, desde una altura que exclusivamente su cruz se lo permitía, ¡Bilis, por favor déjame despedirme de mi familia!

—Bilis acepto inclinando su cabeza, los clavos que la mantenían en un constante sufrimiento, se desprendieron de su carne, así que ella calló al suelo, sin posibilidad de mover sus pies correctamente, se quedó arrodillada ahí, su familia salió corriendo, pues sabían que sería la última vez que la verían.

—Mi hija, pero que te han hecho, ¡no mereces esto! Aun aquí demuestras más valor de lo que estos estúpidos podrán poseer en su existencia, recuerda que siempre seremos una familia, no importa cuanta tortura o dicha tengamos, no importar si estamos en el cielo o en el infierno siempre seremos una familia Elbani, no te quiero dejar sola, hija. —Llorando con un inmenso dolor, Antonio acaricia lentamente el rostro de Elbani, todos se abrazaron como si no les importara nada, demostrando que aun en el infierno puede haber amor de verdad, ¡Que no es eso la verdadera felicidad! Una luz muy hermosa y cada vez más brillante se empezó a pronunciar en ellos, el cielo se abrió reflejando un mar de estrellas, ellos abrieron sus ojos con lágrimas en ellos y se miraron fijamente, cada uno empezó a desaparecer, en un destello.

—Adiós hermanita.

—Adiós Elbani ¡cuídate mucho!

—¡Te queremos!

—Adiós Elbani gracias, por ayudarme, Carlos le regala una sonrisa.

—Su padre la abrazo por lo que sería la última vez, ¡Te amo mi dulce Elbani!

—Un espíritu salió del cuerpo de Sol, era un demonio, Telas, quien había poseído su cuerpo. — Por fin me puedo mover a mi voluntad. —Dice Sol muy alegre observando sus manos moverse con libertad.

—Hija mía, que te han hecho, te quiero mucho mi niña. Dice Sol, abrazando a Elbani, desapareciendo en sus brazos.

—La luz hermosa regreso al cielo, Elbani se dio de cuenta de que estaba totalmente sola, su familia y amigo se habían ido, agacho la cabeza.

—La luz hermosa regreso al cielo, Elbani se dio de cuenta de que estaba totalmente sola, su familia y amigo se habían ido, agacho la cabeza

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—Eso no fue justo, Bilis, hiciste trampa. —Dice manir, haciendo pucheros.

—Por supuesto que no, tú jugaste un juego y perdiste, ahora tienes que pagar por todo.— Responde Bilis.

—Bilis se acerca a Elbani, ten, este es una herramienta muy poderosa, no es solamente un abanico, se convierte en el arma que quieras. Te preguntarás por qué te estoy dando esto a ti, verás Manir ha hecho mucho mal, ahora es hora de que pague por todo, ¡no crees! Ahora tú e Isaías son los señores del purgatorio y Manir debe quedarse aquí.

—Hagan lo que quieran con él, Bilis desapareció dándoles una pequeña muestra de gozo al saber que Manir se va a quedar ahí.

—Elbani se levanta y pone una gran sonrisa muy perturbadora en su rostro, sus ojos son distintos y su mirada también como si no quedara nada de la dulce chica.

—Elbani, piensa en lo que vas a hacer, recuerda quien eres, no te dejes seducir por el odio, temblando Manir, tiene en su rostro la mirada plasmada de terror y sale corriendo, solo para averiguar que en el otro extremo está Isaías.

—¿Adónde piensas ir, Manir? Aún no hemos jugado, te tengo una fiesta exclusivamente para ti, ja, ja, ja.

—Detrás de el Manir escucho una susurrante voz muy perturbadora, ¡vamos a jugar! Empezó a temblar y se dio la vuelta solamente para darse cuenta muy tarde de que Elbani le saco los ojos de un tirón solamente con sus manos.

—NO MIS OJOS. —Manir comenzó a remolcarse en el suelo del dolor.

—Esto apenas inicia Manir, ¡ahora sabrás quien soy yo! Responde Elbani.

—Telas quien había poseído el cuerpo de Sol, se encontraba mirando aquel espectáculo.

—Telas por favor ayúdame. —Le suplica Manir.

—Por que debería de ayudarte Manir. —Responde Telas, mientras desaparece en las sombras.

Ultima cena en familiaWhere stories live. Discover now