Regresiones +21 [Libro#2 ] TERMINADO

Capítulo dos

El día del bautizo llegué a la iglesia vestida de beige, pues me pidieron que de ese color fuera mi ropa.

A los cinco minutos vi llegar a Christopher con cara seria, su olor era territorial, venia vestido igual de beige con negro, cadenas y su Perfecto peinado.

No cruzamos una palabra.

Al terminar la ceremonia, debíamos tomarnos fotos con El bebé Mark. Yo cargué al bebé mientras él se hacía a mi lado y tomaba mi cintura sin intercambiar diálogos.

Al terminar las fotos rompió el hielo.

—Siempre un placer verte Nathalie —Dijo, yo simplemente lo ignoré y me zafé del agarre de mi cintura.

Me acerqué a Andrea y entregué a Liam, Gallego estaba a unos metros de ella mirando su celular y yo me acerqué a él.

—Quiero regalarle unas cosas a Andrea por su boda, no quiero que ella sepa que será, y quiero que me ayudes a escogerla. ¿Vamos ahora?

Erik asintió. — Que excusa tienes para irnos? Sin que ella quiera ir.

—Ho eso déjamelo a mi.

Me acerqué a Andrea.

—Junto con Gallego te prepararemos una sorpresa para después de la boda,  pero tenemos que concretar que será. Y no quiero incomodarte andy, ¿Pero te molesta que vayamos a terminar de hacerla? Te prometo que te va a encantar.

—¡Eres un amor nath! Vayan sin problemas, esperaré ansiosa.

Me subí a mi auto con Erik y nos fuimos.

Llegamos a una sex shop, o tienda de lencería, etc.

—¿Que hacemos aquí? —Preguntó Gallego

—Te daré la libertad de que le escojas a Andrea los conjuntos o juguetes que desees, igual para ti

—Nath, estás loca —Rio

Entramos y empezamos a mirar, mientras yo elegía unas cosas para mi, Gallego escogía para su mujer. La tienda era cara y lujosa por lo que la cuenta era alta. Dio unos 8mil dólares. Gallego llevaba bastantes cosas igual que yo.

Cuando estaba esperando a que Gallego terminara de elegir la última prenda que decidió llevar soltó un comentario que no parecía proveniente de él.

—No es por nada, pero ese conjunto negro te quería genial. —Espetó mientras lo tocaba.

—¿ah? —Respondí sorprendida.

—No me haré el tonto Nath, he visto tus fotos desde siempre, e insisto que te quedaría genial

—Pagas por el contenido?!

—A veces..., y no lo tomes a mal, si? Había estado enamorado de tu perfil sin saber que eras tú, y tú lo sabías.

Asentí. —Viéndolo bien, es lindo el conjunto. —Lo tomé. —Ahora, vi cómo tratas a Andrea y parece que no estuvieras enamorado, por que?

Erik respiró hondo. —Andrea me fue infiel hace unos meses y yo la perdone porque me juro que cambiaría y yo la amo. A demás, empezó a siempre dudar de mi como si yo fuera el culpable del engaño. Y es verdad Nath ya no estoy enamorado, me siento exhausto.

—¿Por que continuarás con la boda? —Indagué.

—Mark, a demás, está embrazada de nuevo, tiene cuatro semanas..  lo supimos hace 3 semanas, y no siento que deba dejarla.

—Apoyo tus decisiones. Te noto amargo ¿Puedo hacer algo por ti? Como tú mejor amiga.

Dije, esperaba que me dijera que no, o que simplemente me pidiera un trago, sin embargo.

—Se que no es normal pero, ¿Nos acostamos?

Abrí los ojos.

—¡Está bien si no! Pero sería bueno para salir de la monotonía de mi relación, a demás no habrá nada de por medio... solo es mi fantasía.

Asentí —Solo será una vez, si? Me sentiría mal por Andrea pero dadas las circunstancias y que fue infiel primero, no me sentiré mal. Dime, donde?

—Vamos a un hotel, pagaremos una noche así no la usemos, debo llegar a casa.

Asentí.

Pagamos, y aunque jamás creí que Erik me pediría eso, estaba soltera y Andrea era una zorra con mi pobre mejor amigo.

Llegamos a un hotel, dejamos todo en el auto excepto la lencería que Erik quería verme puesta.

Erik no era un tipo feo, era muy atractivo y su cuerpo era muy sexy, su cara era linda, él parecía un Ken pelinegro.

Coloqué mi lencería mientras Erik esperaba en la cama, salí del baño y Gallego me miró de inmediato.

El conjunto era negro, tenía bastante encaje y era casi trasparente

—Luces genial.

Vi un bulto formarse en su pantalón.

Me hice arriba de Erik y en efecto pude confirmar. Aunque No era el pene más grande que había visto, era promedio y se sentía grueso.

Lo besé y el siguió el beso poniendo las manos en mis muslos, acariciaba mi nalga y bajaba su mano a mi feminidad de vez en cuando.

Tuvimos dos horas de intenso sexo, Erik era bueno haciéndolo y yo quede absurdamente fascinada.

Al terminar dejé a Erik en su casa, y yo me fui a la mía.