Capitulo cuatro

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Dos dias después.

—¿Cómo va todo, mamá? —Le pregunté a mi madre.

—Bien cariño, en dos horas estaremos ahí —Dijo mi madre al otro lado de la línea.

—¿Estaremos? —cuestioné, no esperaba a nadie.

—Mi amiga Juliet tenía una hija, su hija tiene un año menos que tú Nath, y le prometí a su Madre en su lecho de muerte que estaría con ella hasta que estuviera mejor por su pérdida, y espero no te moleste.

Mi mamá, tan dulce como siempre.

—Está bien mamá, no te preocupes, entiendo que está mal.

Dos horas y media después estaban aquí. Mamá entro y detrás de ella venía una mujer casi de su estatura, 1,67, blanca, de.. cabello verde.

¡Imposible no saber quién era! Valeria Vega, la ya nombrada Valeria.

Y aunque no la conocía, no pude evitar saber que era ella, ella no sabía que yo era en ese tiempo la mejor amiga de su ex novio, pero por lo que oí la mujer era un poco manipuladora.

Respiré hondo y me acerqué a mi mamá, nos saludamos sin problema.

—¡Hola! Soy Valeria.

—Hola Valeria, soy n..

—Nathalie, lo sé, es imposible no reconocerte.

—¿He?

—Se te olvida que eres una de las mujeres más conocidas?

—¡Hoo! No sabía que me conocías, pues no hace falta mucha presentación.

Asintió. —Donde me quedaré?

Miré a mi mamá, nuestra casa era de un tamaño normal, pues era nuestra antigua casa solo de dos habitaciones.

—Conmigo, Val —Dijo mi madre.

Yo sentí cierto alivio.

Mi habitación era un poco más grande, pero yo no la había invitado a mi casa, no iba a dormir en mi cama.

Era la hora de la cena y mi madre y Valeria decidieron pedir sushi.

—¡Nath baja! Ha llegado la cena.

Bajé y observé unos 70 bocados de sushi.

Miré a mi madre extrañada.

—¿Que pasa hija?

—Soy alérgica al pescado. —Dije y sonreí falsamente.

—¡Ay cariño! Lo olvidé por completo. Fue lo que propuso Valeria y no me pareció mal. Te prepararé otra cosa si?

Yo negué — Comeré donde Emily.

Mi fotógrafa.

Mi madre se disculpó nuevamente y yo salí de la casa.

Mamá usualmente estaba al pendiente de lo que yo no podía comer por alergias, y en mis diecinueve años de vida jamás había sucedido algo así, no pude evitar y sentí un poco de celos, es decir ¡Parecía hija única! Y de la nada llegó mi madre con una extraña.

Subí a mi habitación y después de unos cinco minutos salí de la casa sin despedirme, no me notaron.

Llamé a Emily.

Emily Gómez era mi fotógrafa desde hace un año y medio, Emily había viajado hasta aquí dos meses antes que yo.

Emi era una mujer algo alta de unos 23 años, cabello negro, ojos café avellana, delgada y de tez pálida.

—Hola nati

—¿Como estás emi? Estás ocupada?

—Bien, no, Justo acabo de salir de bañarme.

—Te invito a comer, si?

—Ho Claro, a cuánto estás?

—A unos diez minutos.

—Ya tienes auto? Pensé que el traslado de Grecia hasta aquí demoraba más. —Dijo

—Llegó ayer en la tarde. Te marco cuando esté abajo, adiós emi.

Colgué.

Al llegar a Emily le pareció mejor idea comer en su departamento, yo acepté y ordenamos Lasaña.

—¿Entonces te molesta que ella esté en tu casa?

Asentí —Es la ex de Christopher, aunque duraron muy poco no lo sé no me siento cómoda porque por mucho tiempo pensé que con ella me engañó.

—Nath yo conozco a Christopher, y no la conozco a ella pero no deberías preocuparte por ella, a demás, ella ni te conoce y te saludó como famosa. ¿Quien es ella al lado tuyo?

—Tienes razón.

Emily conocía a Christopher porque al ser una de las mejores fotografías a nivel mundial era contratada constantemente por los mejores, y como Christopher tenía una empresa de lujo eran buenos amigos.

Regresiones  +21 [Libro#2 ]  TERMINADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora