Capítulo 38: Por poco

2.8K 204 125
                                    




ESTE HA SIDO EL CAPITULO MÁS LARGO DE TODO EL PRIMER TOMO HASTA AHORA, DISFRÚTENLO.




🩸Killian🩸



~Día 151~



Un ruido muy molesto y repetitivo me hace abrir los ojos. Detesto la lluvia, siempre se presenta en los peores momentos.

—Dominick —lo llamo con pereza —. ¿Dominick cuánto tiempo lleva lloviendo? —no hay respuesta, así que decido abrir los ojos.

Frunzo mi ceño al no encontrar una linterna encendida. Apuesto a que él también se durmió del cansancio.

—Ya déjate de bromas y enciende la linterna. Usa mi lugar, el suelo es incómodo.

En el momento en que pongo un pie en el suelo para decirle que le cambio el turno y que duerma más cómodo, siento agua, mucha agua.

Avanzo un poco, buscándolo, y mis pies chocan con algo. Es ahí cuando me asusto.

Sin pensarlo dos veces me arrodillo y lo primero que encuentro es su mano en el agua, está fría, demasiada fría a causa del líquido. Su ropa también está empapada.

—Dom, despierta —a tientas mis dedos encuentran su cara —. Mierda no veo nada.

—¿Killian? —miro hacia atrás. Como mis ojos ya están algo acostumbradas a la oscuridad, sé que al que me llama es Sebastian —. ¿Qué sucede?

—No bajes de la colchoneta, todo el suelo está lleno de agua.

—¿Está lloviendo?

—Dejen dormir, yo no los moleste mientras ustedes descansaban —se queja Amber.

—Sebastian —lo llamo y él responde los segundos —. Toma la linterna que llevas en tu mochila y alumbra en mi dirección.

Escucho como hace caso y en segundos hay algo de luz.

—¿Qué tiene? ¿Dominick? —se acerca hasta quedar a mi lado.

—No lo sé, desperté y lo encontré así. Está demasiado frío y tampoco respira.

—Ay, demonios —miramos a Aquiles, quien tiene la vista fija en el vidrio del aparador.

Alrededor de unos diez caminantes nos dan la espalda, sin embargo, la luz llama su atención y giran. Se desesperan al vernos y empiezan a golpear el cristal, agrietando lo único que nos separa de ellos.

—En serio no respira, chicos. Pudo haberse ahogado con el agua —murmuro.

—¿Dom? ¿Qué tiene? —Amber queda al lado de los dos.

Los gruñidos de los caminantes no me dejan concentrar y como un reflejo empiezo a hacer compresiones para hacer que él expulse el agua.

Dejo de hacerlo cuando escucho el vidrio romperse. Aquiles se adelanta cuando un caminante cae como un trapo al lado en el que estamos nosotros.

Así como ese, muchos más caen como la lluvia. Y así como ellos aumentan poniéndonos en riesgo, la lluvia es más intensa.

—Amber, necesito que hagas que expulse el agua de sus pulmones. Tengo que ayudar a los chicos —Sebastian se une a Aquiles.

X - ENS - El Inicio de Todo© - Saga: X - ENS - Libro #1Where stories live. Discover now