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LA NORMA.
Sábado 10 de agosto, 2023.
Caminaba por las calles de Bilbao a paso ligero para llegar a tiempo a la cena que habían organizado Yeray y su novia Lola.
Me había quedado dormido. La noche anterior salí de fiesta con unos amigos de mi pueblo, que habían venido a pasar unos días a Bilbao, y nos dieron las tantas. Me acosté a la hora de comer, prácticamente. Y no sabía cómo lo había hecho, pero me desperté con el tiempo justo para asearme, arreglarme y no llegar demasiado tarde a la cena.
Al cabo de 10 minutos llegué a la casa de los anfitriones. Lola me recibió dándome un par de besos y un abrazo.
-Perdona por llegar tarde -me disculpé mientras me secaba los pies en la alfombrilla.
-No te preocupes, no creo que superes a Oihan o a Nico -dijo riéndose. Y yo también me reí.
Para que esos dos llegarán a tiempo había que hacerles venir una hora antes.
- Ve al salón, Iker, Yuri, Amaia y Leire ya están aquí -me dijo ella mientras me dirigía al salón.
- ¿Leire? - le pregunté. No sabía quién era esa chica. Quizás era la novia de Iker.
- ¿No la conoces? Es la hermana pequeña de Yeray -respondió ella.
Me quedé un poco empanado. Sabía que Yeray tenía dos hermanas. Una mayor que él, a la que sí que conocía porque había venido a algún partido y la pequeña, de la que sí que había oído hablar, pero a la que jamás había visto.
Llegamos al salón y los chicos vinieron a saludarme. Después saludé a Amaia, la mujer de Iñaki.
Me quedé de pie charlando con ellos mientras esperábamos a que apareciera Yeray y el resto de los chicos. Amaia y Lola estaban sentadas en el sofá hablando, pero no había ni rastro de la tal Leire.
Al rato, Yeray asomó por la puerta del salón y detrás de él, se escondía la que supuse que era su hermana Leire.
Yeray se acercó a saludarnos y por fin pude ponerle cara a su hermana. Y cuando la vi, se me cayó el alma al suelo.
No me puto jodas.
- Bueno, os presento a mi hermana Leire -dijo Yeray acercándola a él. Ella saludó tímidamente con la mano. Estaba sonrojada y creo que no era precisamente por los nervios de conocer a los compañeros de equipo y amigos de su hermano.
- Este es Iker, él Iñaki y este es Unai.
Todos la saludamos.
- ¿Seguro que es tu hermana? No os parecéis ni en el blanco de los ojos -dijo Iker. Leire y Yeray se rieron.
Tenía razón. No se parecía mucho. Quizás en el color de pelo y algunas facciones de la cara, pero por lo demás, nadie diría que son hermanos.
- Aunque no lo parezca, lo somos -dijo entre risas la castaña.
- Yo me llevé el talento en los deportes y ella, bueno, ella es ella.
Todos nos reímos. Leire miró a su hermano fingiendo molestia y después le dio un golpe en el pecho.
- Es broma, es broma -dijo mientras la acercaba a él para abrazarla.
- Ya, ya -respondió ella separándose de su hermano.
- Voy a la cocina a por algo de beber, ahora vuelvo -me excusé.
Le hice un gesto a Lola para que viniera conmigo. Ella me miró extrañada, pero me siguió.