Capítulo 7

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Secretos.

Claudia

El nombre se repite en mi cabeza con su dulce voz, tengo un ligero dolor en el pecho de solo pensarlo, Nikolái Pavlov el Underboss.

Es mi culpa que haya sucedido todo esto, como soy tan estúpida como para no investigarlo, esa noche en el Lady Night en mi interior sabía que tenía algo que ver con la mafia rusa.

Me he criado entre ellos como no saberlo, el parecido entre los dos es demasiado, los ojos azules que te cautivan con solo mirarte, el físico que tan loca me vuelve por él, su acento nórdico, sabía en lo más hondo de mi que iba a cometer un error al irme con él a su piso, besarlo y tocarlo ha acabado siendo mi perdición.

¿Cómo puedo dejarlo ir ahora?

Tendría que haber sido lista, haber sabido que era un Pavlov.

Puedo dejar alguna vez de pensar con mi entrepierna, y dejar que mi cabeza actúe para ser un poco coherente.

¡Joder!

Me he acostado con el hermano de Alexander.

Las palabras vuelven a mi cabeza.

"solo yo puedo tocarte"

He salido de la sala de reuniones con la respiración entrecortada, arrastrándome al ascensor para bajar a mi habitación, necesito pensar y ver como manejar la situación que se ha puesto ante mi.

¿Siento algo por Nikolái?

Noto pasos a mi espalda pero no me giro, no quiero verle en este momento, no puedo porque sé que caeré en sus labios, yo soy su droga pero él es mi mayor placer.

Aceleró el paso entrando en el ascensor, pulsó el botón para que se cierre rápido pero entra conmigo, me mira y todo se derrumba a mi alrededor cuando veo a la persona que tengo enfrente mía.

Sus manos cálidas se posan en mis mejillas, limpiando las pocas lágrimas que me salen, me abraza presionando contra su pecho consolándome como siempre hace.

Me besa en la coronilla de mi cabeza suspirando porque sabe qué no estoy bien, me dejo caer sobre su cuerpo y sollozo como una niña pequeña que se siente libre en los brazos adecuados.

 - ¿Qué sucedió muñeca?

Me separo de él mirándolo a la cara y solo puedo ver su preocupación en el rostro, él es todo lo bueno que hay en el mundo, me soporta y se traga todas mis cagadas.

No podría vivir sin él.

 - Todo se jodio Ethan - le digo a mi hermano pequeño.

Ethan Walker, con solo 19 años es mucho más alto que yo, es una roca de músculos con 1 '90 de altura, somos tan iguales que cuesta diferenciarnos físicamente, su cabello rubio cae sobre su frente dejando poco ver sus ojos azules, labios gruesos y un activo perfecto para mi padre.

Está iniciándose en el trabajo de campo y no hay quien lo pare, es digno del apellido Walker.

Me recuerda a mi cuando tenía quince años, su emoción contagia a todo el mundo.

Pocas personas saben que somos hermanos, en este trabajo la familia puede ser un objetivo para tus enemigos.

En un futuro estará en el mismo grupo qué yo y no puedo alegrarme más de qué sea mi hermano quien me cubra las espaldas.

Mi padre se casó después de mandarme a rusia con Alec, de ese matrimonio surgió Ethan, pocos años más tarde mi padre se divorcio de la madre de él y se quedó con la custodia de mi hermano.

Pequeña AsesinaWhere stories live. Discover now