Doble vida | Roier

Capitulo doce | Celos

S E B A S T I A N

Estaba molesto.

Muy molesto, juro que si alguien se me ponía enfrente no me importaría romperle la jeta.

¿Que se creía Ronny para amenazarme? Su faceta de malandro le hacía paro, pero yo lo conocía y de malandro no tenía nada.

No le tenía miedo.

Sabía que viajar con el era una mala idea, al final de cuentas no podía decir nada ya que yo en realidad era el colado. Trate de comportarme solo por bella, pero a este punto no podía hacerlo ni siquiera pensando en ella.

No entendía la obsesión que el tenía con bee, el sabe perfectamente que ella no volvería a fijarse en el, ni aún que le di mil rosas de todos los colores. Fue un idiota y perdió su oportunidad.

¿Como puede el romperle el corazón a alguien como mi bel?, era un pendejo si pensaba que lo iba a dejar que se acercara a ella con otras intenciones.

— Puedes moverte o es necesario que ocupes todo el espacio? — Me sacó de mi burbuja el rey de roma.

Le fulminé con la mirada a pesar de que trajera lentes obscuros sabía que el lo había notado. Me hice a un lado en la banca para después ver como este se sentaba a mi lado.

Justamente ayer cuando ibai les propuso una peligrosa pelea a bella y rivers, nos fuimos al hotel con la intención de descansar, esa noche bella estaba realmente emocionada y habló uno por uno a nuestros amigos contándoles la noticia. Igualmente rivers.

Nos habían dejado la habitación con tres camas a mi, bee, y Ronny. Por dentro me moría de rabia al saber que tenía que soportarlo durante estos días, pero no dije nada. Felix y Sam tomaron la otra habitación obviamente. La primera noche fue insoportable, pero logramos dormir aún que sea por unas horas.

El jet lag nos había pegado a todos de una manera horrenda, y creo que a mi se me notaba más que a todos. Lucia como el asco, por eso ahora estaba con una gorra y lentes obscuros, de vez en cuando me empinaba el energizante que rivers me había dado para levantar mis ánimos pero en realidad ni con eso podía.

Esta mañana al levantarnos luzu había invitado a entrenar a las hermanas rivera, ellas aceptaron y con eso nosotros tuvimos que ir detrás de ellas. Llegamos al gran prix enseguida y lo primero que hice fue buscar un lugar donde sentarme. Ni siquiera me había dado tiempo de hablar un rato con bella ya que todo el tiempo Ronny estaba pegada a ella, según dándole indicaciones sobre el entrenamiento.

Mis huevos eran pinches indicaciones.

— Bella se ve desanimada eh. — Me miró Ronny.

Imite su acción. — En primera tu por que estás aquí?, no debes estar allá cuidando a tus grandes boxeadoras?

Este soltó una risa por lo bajo.

— Una de esas boxeadoras es tu morra, mijo. — Vaciló.

Rodé los ojos y me metí las manos a los bolsillos de mi pantalón, no quería que notara que los empuñe del coraje.