EXTRA - El comienzo de algo.

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✨️17 de mayo 2021✨️

Lucca.

Observo la puerta con rabia mientras espero a que los golpes cesen. ¿Es que acaso no saben tocar una vez y aguardar a que alguien les abra? 

—¡Lucca! —La escucho gritar desde el otro lado—. Los invitados están esperándote, también es tu fiesta, hijo.

Suelto todo el aire que tengo en mis pulmones levantándome de la cama para luego caminar en dirección a la puerta. Al abrirla veo a Débora sonriéndome y lo único que puedo hacer es verla de arriba abajo con desagrado.

—Ya está todo el mundo abajo. Landon necesita tu ayuda —Posa su mano en mi hombro, pero solo dura unos segundo ahí, porque enseguida me aparto dando algunos pasos hacia atrás.

—No conozco a nadie —la miro completamente serio—. Deja de decir que también es mi fiesta.

—Victoria la organizó para ambos, para ustedes dos, mis dos hijos.

—Yo no soy tu hijo —cierro la puerta sin más, dejándola fuera.

¿Cree que porque Pedro y ella hayan vuelto todo está bien para mí? Que me sonría e intente acercarse no cambia el hecho de que prácticamente me abandonó cuando era un niño; ella no es mi madre, una madre no haría eso.

Regreso a la cama y tomo mi celular de encima de la mesa de luz. Marco el número de Pablo y llevo el aparato a mi oreja hasta que finalmente responde y vuelvo a soltar un suspiro, pero ahora de cansancio.

—¿Todavía estás en tu habitación? —pregunta. El murmullo a su alrededor hace que su voz se pierda entre tantas y me sea imposible entender el resto de palabras que sigue soltando.

—No voy a bajar —paso un brazo debajo de mi cabeza—. Ninguna de esas personas está aquí por mí.

—No seas idiota, Lucca —De repente el murmullo termina y es reemplazado por el eco de su voz—. Está todo el grupo y Klara ha traído a su prima, la que quiere que conozcas.

—No sé cómo la soportas —ruedo los ojos—. ¿Al menos la chica es bonita?

—Todavía no la conozco en persona, pero Klara me ha hablado muy bien de ella, es una buena persona.

—Ha de ser horrible entonces —Siempre que he oído a alguien hablar de lo buena persona que es otra es porque por fuera deja mucho que desear.

—Baja, das una vuelta y ya ves qué encuentras —dice—. No pierdes nada.

—Tiempo —cierro lo ojos—. No vale la pena.

—Baja o le digo a Klara que vaya a buscarte —suelta con un claro tono de amenaza.

Río y vuelvo a liberar todo el aire de mis pulmones. Aunque no vaya a admitirlo, Pablo tiene razón, no pierdo nada yendo a la fiesta y entre quedarme viendo estúpidas publicaciones de gente que se cree interesante y reírme con mis amigos de gente con exactamente las mismas vibras prefiero lo segundo.

Me pongo de pie y tomo la camisa blanca del respaldo de la silla. Me quito la remera y la lanzo a la cama sin cuidado para dejarla junto a las otras prendas que hay en ella. Salgo de la habitación y mientras bajo las escaleras voy abrochando los botones de la camisa.

Cuando Débora me ve alza la mano en mi llamado, pero antes de que siquiera pueda decir una palabra, me meto en la cocina, claramente evadiéndola y esperando que capte la indirecta. No estoy de humor para fingir ser la familia perfecta que ella quiere mostrarle a sus amigas; cometió errores y debe aprender que las cosas no se resuelven así de fácil sonriendo como si nadie hubiera salido dañado.

Polvo de estrellas [✓]Where stories live. Discover now