We're Different

Capítulo XVI: Descontrol

[ A s t r i d ]

Dos segundos más y me iría a la mierda.

Me costaba creer que toda esta tontería había sido gracias a mi genial idea, todo ese lío por hacerles ver que éramos iguales... y yo ya no estaba realmente segura de qué creer.

Es decir, teníamos información que podía probar algo, pero no estaba convencida de nada... aún.

Por primera vez en mucho tiempo, en vez de decirle algo a la directora para que cerrara la boca, deseé que todo acabase de una vez, que creyese que éramos unos mentirosos y nos mandase a nuestras habitaciones para decirnos nuestro castigo al día siguiente.

Pero cuando vi a Lynn perder la consciencia, supe que eso no iba a ser de ese modo.

Su desmayo solo fue el inicio.

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Theodore logró atraparla con cierta dificultad y la directora, al ver lo que había ocurrido, se acercó a la escena, alarmada. Lehia se notaba sorprendida pero no se movió ni un centímetro para ver como estaba su hermana. En seguida fui a ver como estaba Lynn.

Todos gritaban cosas ininteligibles, menos Lehia, que miraba hacia todos lados sin saber qué hacer, aparentemente, y la anciana, que solo decía que guardasen la calma.

«Y bueno, parece que a la niña le tocarán unos días en la enfermería antes del castigo...»

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Tomó un buen tiempo que Lynn despertara, a decir verdad.

Cuando lo hizo, estuvo unos segundos murmurando cosas que no llegué a comprender. Luego, supongo que notó donde estaba y chilló con todas sus fuerzas, lo que hizo que nos alejáramos todos menos Theodore.

─¿¡Qué... Qué es esto!? ─gritó.

─Lynn, tranquila... ─comenzó a susurrarle Theo, no pude escuchar todo lo que le decía.

Después de un buen rato de éste diciéndole cosas a Lynn para que se calmase, ella se levantó con lentitud.

Y entonces, para variar, las cosas se salieron de control.

De repente, salía nieve de las manos de Lynn, la cual se veía tan asustada y confusa como yo, y del techo. Se me escapó un grito ahogado.

─¡No de nuevo! ─chillé.

¡¡Esto ya había ocurrido antes, pero ahora era mucho peor!!

Las luces empezaron a parpadear descontroladamente.

Miré a todos. Jane y Arthur, en especial éste último, se veían alarmados; Jane le gritó a su hermano algo que mi pánico no me permitió entender.