𝐁𝐔𝐓𝐓𝐄𝐑𝐅𝐋𝐘 ━━ 𝗿𝗲𝗺𝘂𝘀 𝗹𝘂𝗽𝗶𝗻

ˆּ๋᳝ٞׄ🦋ֻּּֽۣ֬ꦿ 𝟏𝟐 deep sadness

⟠ 𓂃 𝚋𝚞𝚝𝚝𝚎𝚛𝚏𝚕𝚢 ៸៸ ♥︎
➢ capítulo XII [ 🦋 ]
໋᳝݊▹֛◌ ▂▂ ❪ 𝒅𝒆𝒆𝒑 𝒔𝒂𝒅𝒏𝒆𝒔𝒔 ❫

Los siguientes días se resumieron en una sola cosa: evitar a los merodeadores. Lily, Jenny y Sam evitaban a toda costa a los cuatro chicos, que poco a poco se quedaban sin ideas para poder cruzas siquiera una palabra con alguna de las tres chicas, aunque sus mayores intentos eran con Jenny y Lily, pues James, Sirius y Peter se sentían sumamente avergonzados cuando la castaña estaba cerca, y Remus apenas se dignaba a mirarla a lo lejos, sintiéndose culpable por lo que había pasado hace unos días, pero a la vez intentando convencerse de que la distancia era lo mejor para Sam. Después de todo lo que James insinuó aquel seis de septiembre era cierto; Remus nunca se permitiría amar a alguien siendo un lincatropo. Sus amigos siempre le recordaban lo especial que era, que su condición no debería ser un limite para ser feliz con la chica que quería a su lado, pero lo que pasó ese viernes de luna llena solo provocó que Remus hiciera oídos sordos a todos los intentos que sus amigos hicieron por hacerlo entrar en razón.

No juzgaba a Sam por querer alejarse de él. Si Remus pudiera, también se alejaría del monstruo que era.   

Al menos todo esto había pasado antes de que se enterara de su condición. Ese pensamiento lo alegraba un poco en medio de su profunda tristeza. Extrañaba la sonrisa de Sam. En pocos meses la hufflepuff había logrado alegrarle sus días con su sola presencia.

—Lunático —Peter apareció frente a él. Los cuatro se encontraban en su habitación, pero Remus no se había levantado de la cama aquel sábado y permanecía con las cortinas cerradas. —Hoy es la última salida a Hogsmeade antes de Navidad... Los carruajes salen en unos minutos.

Remus hizo una mueca. Se sentía culpable cuando veía a Peter o James, pues durante todo ese tiempo ambos chicos habían logrado avanzar en sus relaciones con Jenny y Lily respectivamente, y ahora con todo el asunto de Sam ambas chicas se habían alejado de ellos creyendo que todo era parte de una cruel broma de los merodeadores.

Que lejos estaban de la realidad.

—No tengo ganas, Colagusano.

—Pero- —Peter titubeó, mirando a James y Sirius del otro lado de la cortina. —No los veré hasta enero. Mi padre me llevará a Francia con su nueva familia.