Trato de respirar, pero el humo se cuela en mis pulmones, nublándome la vista. Mi mente se apaga y caigo contra el suelo. En ese momento, por mi mente, empiezan a aparecer imágenes a toda velocidad, de mis amigos y mi familia. Toda la gente que alguna vez se coló en mi corazón. Una película mal hecha, con los peores guiones y la peor protagonista. Soltando palabras que creían significar algo para los demás pero para ella misma era simple polvo. Polvo que se colaba en sus ojos, irritándolos, haciéndolos llorar. El mismo polvo que se colaba en su garganta y le hacia toser hasta escupir sangre de su corazón.
Lo que ella realmente quería expresar se atascaba sin poder salir, causándole un profundo daño al hablar. Así que para evitarlo se resguardo en un silencio abrasador, que quemaba a cualquiera que se acercase y eso no le importo, porque por una vez, a ella no le dolía.
Continuo viviendo en la oscuridad de sus pensamientos, pensando que si se quedaba ahí nadie la encontraría, parecía haber estado jugando al escondite toda su vida con ella misma. Esperando a que alguien apareciese, aguardando a una luz que la deslumbrase y le derritiera el corazón. Pero nunca apareció. Ahora me encontraba tumbada en aquel suelo, extrañamente frio para el calor que emitía aquella habitación. Nadie vendría y yo me convertiría en cenizas que serian arrastradas por el viento, llevándose el ultimo recuerdo de mi. Haciéndome caer en el olvido.
