012.

514 56 0
                                    

MARATÓN 2/3


──LISANDRO──

Ayer no pudo haber ido peor. Para el publico todo bien, nos creyeron. El trabajo está hecho y nuestro acting también. Por otro lado, Daphne y yo nunca nos vamos a llevar bien. No nos tengo ni un gramo de fé.

Anoche se bajó del auto apurada y se olvidó su campera. Le mandé mensaje para que sepa que la tengo yo, y que si quería que la pase a buscar pero no me respondió. Entonces, decidí ir hasta su departamento.

Llego en menos de diez minutos. Supongo que ayuda el hecho que viva cerca. Toco timbre y espero a que me abra.

Y lo hace, me mira sorprendida, tiene puesto un pijama rosa con corazones, también lleva puesto una de esas vinchas que las chicas usan para maquillarse y es también rosa.

Puedo ver que me gusta combinar y que claramente el rosa no es su color favorito. Tengo que admitir que se ve tierna.

-Frey- digo en modo de saludo.

-Martínez- se cruza de brazos.

-Tu campera- se la muestro, ella inocentemente intenta agarrarla pero se la muevo a otro lado. Solo para molestarla.

Abre por completo la puerta, acercándose a mi y agarrando agresivamente su campera. Claramente no está de humor.

Me hago unos pasos para atrás, poniendo mis manos arriba. Una pequeña sonrisa aparece en mis labios.

-¿Sólo eso?- pregunta.

-¿Tan rápido te querés deshacer de mi? ¿No querés hablar un poquito más?- sonrio, apoyándome en el marco de la puerta. Mis ojos exploran su departamento, me intriga.

-En un mundo perfecto, vos serías mudo- me sonríe falsamente, me río y odio decirlo pero es un poco graciosa esta chica.

-En un mundo perfecto, los pijamas rosas con corazones no existirían- le guiño el ojo, tocando su remera por unos segundos.

Veo la oportunidad de meterme en su departamento mientras ella se mira a sí misma con las cejas fruncidas. También me da un poco de ternura esa imagen.

-Ey, salí!

-¿Una chica de 24 años realmente necesita esta cantidad de plantas y flores?- le pregunto.

-Andate!- me señala la puerta abierta.

Ni le respondo, sigo explorando su colección de plantas esperando la respuesta a mi pregunta.

Suspira, dándose cuenta que no me voy a ir, cierra la puerta. Camina lento hacia mi, ahora nos encontramos los dos, hombros contra hombros mirando sus plantas.

-Sí- me responde finalmente.

-¿Por qué?- la miro.

-Porque soy fanática de las plantas y flores. Son lindas y hacen ver al departamento más acogedor.

Me río -Esta es la razón por la cual nunca funcionaríamos. Cómo una planta puede hacer un departamento más acogedor- le digo. Claramente está loca.

𝐅𝐀𝐊𝐄 𝐋𝐎𝐕𝐄 ── licha martinez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora