★彡Por favor, quiéreme彡★

229 39 14
                                    

Después de conocerse levemente frente al restaurante, Atsushi y Karma decidieron entrar luego de que Chūya se lo indicara a su hijo.

El pelirrojo mayor tomó lugar en la mesa al lado de la familia de Dazai, sin saber que el nuevo conocido de Karma tomaría lugar con sus vecinos de mesa.

Observaba curioso a la joven familia, imaginando que el hombre de cabellera castaña era el padre Omega de los más jóvenes, y no se equivocaba. Después de todo, existían muchos casos similares al suyo en Yokohama, dónde vivían omegas jóvenes y con hijos adolescentes.

— Este lugar es muy bonito, mamá. Me alegra mucho que me hayas traído.

Karma sonrió tierno, mirando detenidamente la manera en que los palillos, el tenedor, la cuchara y el cuchillo estaban acomodados a los lados de su plato. Todos los lujos del restaurante llamaban su atención.

— Te traje sólo porque es raro venir y comer solo en un lugar tan caro como este. Si mis amigos hubieran aceptado venir conmigo, tú estuvieras en casa ahora mismo.

Respondió frío. El pelirrojo menor sonrió con esfuerzo, encontrándose con la mirada curiosa de su nuevo amigo Atsushi, quien los veía desde la mesa de al lado.

Una mirada hasta que Chūya y Dazai se percataron de ello. El castaño se levantó de su silla y sin decir nada a nadie, juntó ambas mesas y los hizo acomodarse en unión. Chūya frunció el ceño.

— Oye, estás interrumpiendo mi momento. ¿Qué se supone que hiciste?

— Hola, mi nombre es Osamu Dazai. Ellos son mis hijos, Ryūnosuke y Atsushi-kun. Mucho gusto. Ví que nuestros niños se tenían unas miradas curiosas y quise juntarnos.

Atsushi y Karma se ruborizaron.

— Oh, no le hagan caso. Karma es así de raro.

— Choqué con Karma-kun frente al restaurante... Por eso nos conocimos allá afuera. Sólo miraba que... Karma-kun tiene un moretón cerca de uno de sus ojos.

Explicó Atsushi. Su expresión era de preocupación y tristeza, ¿Quién podía imaginarse que el golpe de Karma fue provocado por el mismo Chūya?

— Es verdad. Debiste haber peleado con algún compañerito del instituto, ¿Verdad, chico?

Cuestionó Osamu, se acercaba un poco para visualizar el moretón, cuando Chūya se interpuso en su camino, evitando más su acercamiento.

— ¡No lo toques! ¿Acaso eres un médico?

— No lo soy. Es sólo que yo jamás lastimaría a mis propios hijos.

Respondió serio, dejando confundido a Chūya y a Karma. ¿Cómo era que Osamu se había dado cuenta del maltrato hacia Karma si apenas se conocían?

— Te quedaste muy callado, Nakahara. ¿Te sorprendes? Es sencillo. Estuve justo a espaldas de ustedes antes de unir ambas mesas. Dijiste que sólo traías a Karma-kun porque tus amigos no pudieron venir, lo que me hace pensar que no lo quieres.

Contestó con un tono de voz bajo para no llamar la atención de los que pudieran estar cerca. Chūya apretaba sus puños intentando controlar su ira, pero era casi imposible.

— Eso no te importa. Eres un desconocido y no tienes porqué entrometerte en mi vida. Karma es el hijo que me hizo el asesino de mi novio, el chico al que tanto amaba. ¿Cómo se supone que voy a sentir amor por este mocoso?

— Karma-kun, Jinko, vayamos a la zona de videojuegos. Dejemos que los mayores hablen sus cosas personales.

Les llamó Ryūnosuke. Los tres se alejaron de la mesa para no seguir escuchando la incómoda conversación.

Dos Omegas حيث تعيش القصص. اكتشف الآن