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Cinco días más tarde Tristán se encontró revisando su teléfono por sexagésima vez en el día, no recibió llamadas de Nikolai y él tampoco llamó, fueron los cinco días más largos de su vida a pesar de que él mismo terminó buscándoselo.

Tenía el día libre y mucho tiempo para pensar en cada cosa que hizo mal, él tuvo parte de la culpa, la mayor parte ya que estaba siendo sincero consigo mismo, concluyó que sólo una cuestión de orgullo lo mantuvo lejos de hablar con Nikolai.

Suspiró sentado en el sofá, de alguna manera terminó fumando más en las últimas horas que en toda su maldita vida, estaba perdiendo el control como un desquiciado por ese hombre.

Aunque era mejor alejarse Tristán se sorprendió a sí mismo caminado hacia la entrada y tomando su chaqueta, necesitaba arreglar esto de alguna manera así que empezaría por ir a su casa, nada de llamadas.

Tristán suspiró en cuanto estuvo frente a su puerta, nunca algo le pareció tan intimidante como esa enorme puerta y quien podía estar del otro lado, no sabía que actitud tendría Nikolai, pero estaba completamente seguro de que no sería buena.

Luego de los minutos suficientes para armarse de valor Tristán llamó, nada se escuchó así que volvió a hacerlo, el silencio volvió a responderle, se llevó una mano al pelo intentando pensar en la razón de por qué Nikolai no estaría en su casa y no la encontró.

Con un suspiro se retiró y de alguna manera terminó en la barra justo frente a Darek, Noah no estaba en casa, su primo, Keyler simplemente no era una buena compañía ahora mismo.

— ¿Te gusta tanto el trabajo que estás aquí en tu día libre?

— Vine como cliente — murmuró colocando el teléfono en la barra, Darek arqueó una ceja.

— ¿Qué debo servirte?

— Sorpréndeme.

— Apuesto a que sé cuál es tu veneno.

— ¿Eso crees?

— Mmm… no creo que sea difícil — dijo colocando un vaso corto de boca ancha frente a él con rocas de hielo, Tristán se echó a reír cuando lo vio agarrar una botella de Vodka y dejó caer el líquido — ¿Estoy equivocado?

— No, estás en lo correcto — dijo agarrando el vaso y tomando un sorbo.

— Tienes cara de tener el corazón roto ¿Así que la pelea de ese día fue mucho más importante de lo que pensamos?

— Sí, sí que lo fue — admitió, Darek asintió haciendo lo mismo que hacía él regularmente con sus clientes cada vez que se sentaba con ellos.

— ¿Y dónde está él?

— No tengo idea, su casa está completamente vacía.

— ¿No lo has llamado?

— Tengo miedo de la respuesta.

— Bueno, yo tengo una respuesta para ti, justo ahora — llegó Lex metiéndose en la conversación, Tristán arqueó una ceja, estuvo escuchándolos a escondidas y eso le molestaba muchísimo, no tuvo problema para decirlo.

— Es de mal educación escuchar conversaciones ajenas — Lex torció los ojos con molestia.

— ¿Cómo no hacerlo cuando estás prácticamente lloriqueando en todo el bar?

— Eres un grosero.

— Y tú, un completo idiota — gruñó colocando una revista contra su pecho, Tristán lo fulminó con la mirada y colocó la mano sobre ella, Lex se retiró en cuanto la revista estuvo en su poder.

[EDITANDO] La ceguera del amor (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora