Lágrimas de Lili - Tom Kaulitz-+18

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Estoy en medio de los ensayos, tratando de enfocarme en la música, pero la semilla de la duda plantada por Tom sigue creciendo en mi mente. No puedo quitarme la imagen de ______ y Charles compartiendo risas y secretos. Mi pecho se siente apretado y mi mente está llena de pensamientos turbulentos. Finalmente, no puedo soportarlo más y, sin decir una palabra, dejo caer mi bajo y abandono el ensayo.

Manejo frenéticamente de regreso a casa. La ansiedad me carcome mientras cada semáforo parece durar una eternidad. Finalmente, llego a casa y entro rápidamente. Encuentro a ________ dormida en la cama, su cabello esparcido por la almohada. Está tranquila, ajena a la tormenta de emociones que estoy experimentando.

Me acerco con cautela y la despierto suavemente. ________ parpadea, confundida por mi presencia temprano en casa.

—Georg, ¿qué sucede?-pregunta con voz somnolienta.

Suspiro, luchando por encontrar las palabras adecuadas.

—Necesito ver tu teléfono-, digo con voz ronca, la tensión en mis palabras es palpable.

_____ frunce el ceño, claramente sorprendida por mi solicitud.

—¿Mi teléfono? ¿Por qué?"

—No sé, _______- respondo, mi voz cargada de frustración. —Necesito saber qué está pasando. Si hay algo entre tú y Charles..

Ella me mira, sus ojos llenos de confusión y sorpresa.

—¿Estás celoso de Charles? Georg, no hay nada entre nosotros....-

Pero mi mente está en un torbellino y apenas escucho sus palabras. Le tiendo la mano, esperando que me entregue el teléfono. ______ lo toma con cautela y me lo da. Me siento en el borde de la cama y comienzo a revisar sus mensajes, buscando cualquier indicio de lo que temo.

______ me observa, su expresión mezcla de desconcierto y preocupación.

—Georg, esto es absurdo. No tienes razón para...

La interrumpo, mi voz cargada de enojo.

—¡No sé, _____! No sé qué pensar. Estoy tratando de entenderlo todo.

Mis ojos escanean los mensajes, buscando cualquier pista que confirme mis peores temores.Pero no encuentro nada.

—______, ¿hace cuánto que no ves a Charles?- pregunto, tratando de sonar casual mientras me siento en el sofá. De la habitación

Ella me mira con sorpresa, como si la pregunta la hubiera tomado por sorpresa.

—Bueno, hace un tiempo... no lo he visto en un buen tiempo, Georg.

Mi corazón late más rápido, mis sospechas están aumentando.

—¿Qué tan buen tiempo?-
pregunto, tratando de mantener la calma.

______ frunce el ceño, claramente confundida por mi insistencia.

—Georg, de verdad, no sé exactamente... unos meses, lo ví en un supermercado pero nada más..

Mis manos se tensan en mis rodillas.

—¿Meses? ¿Y por qué no me lo has mencionado?

_______ se encoge de hombros, su expresión ahora mezcla de confusión y precaución.

—No lo sé, no pensé que fuera relevante.

La irritación se apodera de mí, la idea de que haya estado en contacto con Charles sin decirme nada me llena de inseguridad.

—¿No relevante? ______, ¿me ocultaste que estás en contacto con tu ex? ¿Es eso lo que me estás diciendo?

Ella me mira, sus ojos grandes y llenos de sorpresa. .

—No, Georg, no es eso. No es como si estuviéramos hablando todo el tiempo. Charles es un viejo amigo...

Mis emociones están al borde, y la ira está empezando a tomar el control.

¿Y qué hablan, ______? ¿De qué hablan en sus conversaciones secretas?

Ella traga saliva, su expresión cambia de confusión a preocupación.

—Georg, no es nada importante. Solo cosas normales, como amigos.

Siento como si un nudo se formara en mi garganta. No puedo creer que esté actuando de esta manera, que esté dejando que los celos y la inseguridad me dominen de esta manera. Pero no puedo evitarlo, las dudas me están consumiendo.

—¡Dime la verdad, _______!-grito, mi voz cargada de frustración y enojo. -No puedo soportar la idea de que me estés ocultando algo.

El miedo cruza por los ojos de ______, y puedo ver cómo mi reacción la ha asustado

(..)

_______ está ahí, de pie frente a mí, lágrimas rodando por sus mejillas. Su dolor es palpable, y mi corazón se retuerce ante la idea de haberla lastimado de esta manera. Me maldigo internamente por haber dejado que los celos me controlaran de esa manera, por haberla acusado sin pruebas. Pero no puedo dar marcha atrás, la tensión entre nosotros parece imposible de disipar.

Ella solloza, su voz temblorosa.

—Si no me crees, Georg, entonces llámalo. Llama a Charles y pregúntale tú mismo.

Mi enojo aún está presente, burbujeando bajo la superficie. La miro con dureza, mis palabras salen cargadas de furia.

—Oh, crees que va a decir la verdad, ¿verdad? Si este bebé es de él, no lo va a admitir. Le conviene que todos crean que es mío.

Las lágrimas de _______ se intensifican, sus ojos se encuentran con los míos llenos de dolor y desesperación.

—Georg, por favor, no puedo creer que pienses eso... Por qué mierda piensas eso ?, Llámalo y pregunta

Mi pecho se aprieta con culpa, pero mi orgullo no me permite ceder.

—No voy a llamar a Charles, _______

Ella me mira con incredulidad, sus lágrimas caen en cascada.

—No puedo creer que llegues a este extremo, que me trates así. Pensé que confiabas en mí....

Mi enojo comienza a menguar, reemplazado por una sensación de pesar. La veo llorar, y todo lo que quiero hacer es abrazarla y disculparme. Pero mi orgullo se interpone en el camino, me impide dar el primer paso

—Si no puedes creer que este bebé es tuyo, entonces me regreso a Londres con mis hijos y tú te puedes quedar aquí

Mis puños se aprietan involuntariamente, siento el calor de la ira subiendo por mi cuerpo. ¿Cómo puede siquiera sugerir eso? Pero en el fondo, sé que es una respuesta desesperada a mis celos y desconfianza.

—¡No puedes hacer eso, _______- estallo, mi voz llena de frustración. -¿Crees que voy a dejar que te vayas con Charles? ¡No voy a permitir que eso pase!

_____ me mira, sus ojos desafiante.
—Entonces, ¿qué sugieres, Georg? ¿Que simplemente ignoremos todo esto y sigamos adelante como si nada hubiera pasado?

Siento que mi corazón está enredado en una maraña de emociones. No quiero perderla, no quiero que se aleje de mí. Pero la idea de que esté dispuesta a irse con Charles me consume de celos