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Capítulo 17: The return of the nightmare (Maratón 1/2)

Narrador omnisciente

—El abuelo ha muerto, Astrid.—dijo Timothee a su prima ya más calmado.

—¿Y a mí qué? No pienso volver y menos si estás tú o el tío allí.—se defendió la joven.

—As, por favor sé que lo que te hice no estuvo bien y me arrepiento mucho por favor tienes que creerme.—suplicó el joven para convencer a su prima.

—¿Cómo sé que no me mientes y que es una más de tus trampas?

—Te juro por mi vida que esta vez no lo es Astrid.

Tras estas palabras se formó un silencio algo largo en ambas partes de la llamada el cual el joven de ojos azules llamado Thomas para romper con aquel silencio que ya resultaba algo incómodo.

—Si no confías en Tim, confía al menos en mí Astrid, por los viejos tiempos.—dijo el joven en un último intento de convencerla.

—Mmm bueno está bien iré.—se rindió la joven para mirar a su novio.—Iremos, Matthew y yo por si resulta ser otra trampa.

Dicho esto Astrid colgó la llamada para después reflexionar sobre lo que le habían dicho su primo y viejo amigo sobre lo que había sucedido en aquel lugar que alguna vez temió, aquel lugar que fue el inicio de sus pesadillas, su pesadilla principal.

Pasaron varios días hasta que por fin llegó el día que se iba a celebrar el funeral del abuelo de la joven, como siempre, siguiendo las antiguas tradiciones de los Ladrones de la antigua Luisiana ya que era algo que nunca se podía incumplir cuando moría alguien y más si ese alguien pertenecía a la familia líder.

Junto con Astrid también iban hacia Luisiana sus padres, su hermana, Matthew y, para sorpresa de todos, también fue Tony quien era el novio de Irene desde hace unas semanas.

Durante el trayecto del viaje los temas de conversación nunca faltaron mientras el más mayor conducía hacia la ubicación donde se encontraba el Gremio de Ladrones. Cuando estaban cerca de su destino Astrid desvío su mirada hacia la ventana con algo de terror y miedo, volver a ese lugar solo le provocaba malas sensaciones.

—Todo irá bien, te lo prometo.—le dijo su novio mientras tomaba la mano de la joven.

—Es como regresar,—explicó la joven algo asustada.—Regresar a una pesadilla de la que nunca te vas a escapar.

—Confía en tu instinto, eres maravillosa muy pocas veces te han engañado.

Al llegar a su destino se podía observar cómo toda la zona había cambiado desde la última vez que lo habían visitado, a excepción de Matthew y Tony, todos se dieron cuenta de que había mucha más basura en las calles y que la decoración de las casas era diferente.

—Son por la muerte de su líder.—explicó el padre de Astrid—. Si el líder o cualquier familiar de la familia líder de un gremio muere es tradición poner unos lazos negros junto a banderines con sus iniciales y su rostro.

—¿Dónde lo van a enterrar?—preguntó la mayor de las hermanas LeBeau.

—Junto a mi abuelo, bueno abuelo, es de más poco decir que soy adoptado y que me exiliaron por matar al hermano de Bella.—respondió el mayor.

—No digas ese nombre de nuevo por favor.—intervino la voz de Astrid en la conversación.—Esa mujer se merece lo peor, es horrible.

—Lo sé, hija.

Nada más salieron del coche dos figuras de dos jóvenes de aproximadamente veinte años se acercaron a los recién llegados. Se trataba de Timothee LeBeau y Thomas Laurent, quienes se acercaron casi corriendo a la familia.