[Sunshine] Max Mayfield & Sadie Sink One Shot & Imagines.

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TW: Menciones de problemas alimenticios, inseguridad y angustia.

Con esto no busco romantizar esos temas, yo sufro transtornos alimenticios y sé que no es un juego.

Sadie y tú amaban tener citas románticas cada que surgía la oportunidad. Amaban hacer cualquier cosa juntas. Cine, Netflix en casa, picnic, acampar, cenas en restaurantes, centro comercial, etc.

Sadie te había invitado a una cena en su casa, ella ama cocinar, así que pensó que sería lindo poder cocinarte.

Tarareaba mientras preparaba la pasta, tenía la sonrisa más grande en su rostro. Por fin iba a verte después de 6 meses separadas por su trabajo. Estabas en la casa de tus padres, ahí habías estado durante esos 6 meses porque tú mamá insistió en que estuvieras con ella durante la ausencia de Sadie.

No sabías que sería un infierno.

Te miraste en el espejo de tu habitación de la infancia, dónde estabas quedándote. Aplastaste tu abdomen con una mueca. Lágrimas brotaron de tus ojos y cuando dejaste de aplastarte, las lágrimas corrieron por tus mejillas.

Cerraste los ojos con fuerza y decidiste que ibas a cambiar tu camiseta por una sudadera dos tallas más grandes que la tuya.

Saliste de tu habitación, evitando a tu madre. Maldijiste cuando tu madre te detuvo de salir por la puerta.

"¿Vas a ver a Sadie estando así? Qué vergüenza. Aunque pensándolo bien, sería bueno que viera lo gorda que estás y te ayudara a bajar de peso, ella si tiene un cuerpo bonito." Ahí estabas de nuevo, tratando de contener las lágrimas que urgentemente tenían que salir. "No sé cómo se fijó en ti.." Tu madre dijo en voz baja, aunque lo escuchaste.

También te preguntabas eso.

Conduciste hasta tu apartamento compartido con Sadie, deseando haberte quedado ahí los 6 meses. Con pasos lentos y nerviosos entraste al vestíbulo, el hombre de seguridad ya te conocía, así que te dedicó una sonrisa que no pudiste devolver.

Normalmente subías por el elevador, pero ahora estabas subiendo por las escaleras, esperando que te sirviera de algo.

Cuando estuviste frente a la puerta, tus manos comenzaron a hormiguear. Te sentiste mareada, tal vez por los nervios o porque no habías comido nada desde la tarde del día anterior. Suspiraste y tocaste la puerta.

En segundos Sadie abrió, tenía una hermosa sonrisa. Saltó a tus brazos, te sentiste aliviada. Su olor a vainilla te hacía sentir en casa.

Sadie tomó tu rostro entre sus manos y plantó un beso en tus labios, el cual seguiste gustosa. Sostuviste su cintura y disfrutaste del beso.

"No sabes cuanto te extrañé." Sadie te abrazó de nuevo y se metieron al departamento.

"Yo también te extrañé, ángel." Sadie sonrió.

"Bueno, siéntate para que sirva la comida." Sadie dejó un beso en tu mejilla y corrió a servir.

"¿Te ayudo con algo?"

"No, no te preocupes." Sadie te entregó el plato y se sentaron una frente a la otra. "Espero que te guste." Le sonreíste.

Comiste un poco de ensalada, pero realmente la pasta sólo te haría engordar, pensaste.

Mirabas con asco la comida. Sadie te miró con un ceño fruncido.

"¿Te gustó la comida?"

"S-si, es deliciosa."

"No has probado la pasta."

"Uh, ya la probé."

"No es cierto, ¿por qué no quieres comer?" Sadie se acercó a ti, se puso de cuclillas y puso su mano en tu rodilla.

Comenzaste a llorar, intentando cubrirte de la vista de Sadie. Tomó tus brazos delicadamente para poder mirarte y te besó. Fue un beso lento y dulce, pero tranquilizador.

"¿Qué pasa T/n? ¿Por qué no quieres comer?" Miraste fijamente a Sadie, no podías mentirle, no a ella. Suspiraste y tomaste sus manos.

"Yo... mi mamá dice que mi peso no es el adecuado, dice que debo comer menos, controlar lo que como, no comer..." Sadie pasó de una mirada preocupada a una triste. "Estaba preocupada de que no te gustara mi cuerpo y terminaras conmigo, por eso no quiero comer." Sadie negó y te abrazó.

"Necesitas comer. Tu cuerpo es lo más perfecto que existe, amo tu cuerpo. Tu madre sólo está celosa de lo bonita y perfecta que eres. Prométeme que vas a comer." Miraste a otro lado y Sadie tomó tu barbilla, girando tu cabeza en su dirección para que la miraras de nuevo. "Promételo."

"Lo prometo." Sadie sonrió y besó tu cabeza.

"Si no quieres pasta puedo pedirte otra cosa, pero come, por favor." Asentiste y comenzaste a comer la pasta. Apenas podías tragarla, no querías comer pasta, ni cualquier otra cosa, pero ahí estabas, intentándolo por Sadie. "Eso es suficiente amor, estoy muy orgullosa de que lo hayas intentado. ¿Quieres acurrucarte y mirar la televisión?" Asentiste y se acurrucaron en el gran sofá.

Sería un camino largo para que pudieras volver a comer sin remordimiento, pero tenías a Sadie a tu lado, entonces nada podría salir mal.

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