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Capitulo 10 - Descifralo...

Estaba absorto viendo una película en la sala cuando escuché mi nombre escapar de los labios de Mariana. Volteé rápidamente y la vi descendiendo por las escaleras. Ya no llevaba la ropa que tenia antes, en su lugar lucía un pijama perfecto para el verano, con mangas cortas y pantalones cortos que resaltaban su comodidad y atractivo.

— Fede, ¿estás aquí? -llamó con dulzura, y una sonrisa se dibujó en mis labios-

Caminó hacia mí con una gracia que me dejó momentáneamente sin aliento. La suave tela de su pijama rozó mi brazo cuando se sentó a mi lado en el sofá, y no pude evitar notar el cálido contacto.

— Vaya, ese pijama te queda increíble. -dije, con mis ojos recorriendo el atuendo con admiración- Te ves muy linda con él.

Ella rió suavemente, agradeciendo el cumplido, y su risa pareció llenar la habitación mientras se acomodaba aún más cerca.

— Gracias, Fede.

Preocupado por su salud, puse mi mano suavemente en su frente, pero antes de siquiera preguntar, noté que su temperatura había vuelto a la normalidad y que su aspecto ya era mucho mejor.

— ¿Cómo fue tu descanso? -pregunté con sinceridad- ¿Te sientes mejor?

Mariana asintió con una sonrisa tranquilizadora, y sus ojos reflejaban gratitud mientras compartíamos un contacto genuino.

— Sí, dormí muy bien y ya me siento mucho mejor, gracias -respondió, su voz suave y reconfortante-

Al escuchar sus palabras y al ver que su estado había mejorado, me sentí aliviado. Instintivamente, la abracé con ternura, rodeándola con mis brazos mientras la película continuaba en segundo plano. Nuestros cuerpos estaban ahora aún más cerca, compartiendo el espacio en el sofá, y un sentimiento de calidez y conexión llenó la habitación mientras disfrutábamos de la compañía mutua.

Estábamos envueltos en un abrazo reconfortante cuando Mariana se apartó ligeramente, mirándome con curiosidad.

— ¿Qué película estás viendo, Fede? -preguntó con interés, y nuestras miradas se encontraron-

Me aclaré la garganta, tomando un momento para recordar la trama de la película que prácticamente había pasado a segundo plano ante su llegada.

— Oh, es una película de suspenso. Trata sobre un misterio sin resolver en un pequeño pueblo. -respondí, encogiéndome de hombros- Parece que todos tienen secretos oscuros.

Mariana asintió, y su mirada revelaba que estaba intrigada por mi elección.

— Suena bastante interesante. Me encantan las películas que te hacen pensar y tratan de desentrañar enigmas. -comentó con entusiasmo-

La película continuaba en segundo plano mientras nuestra conversación llenaba la sala. Mariana se recostó un poco, apoyando suavemente su cabeza en mi pecho mientras seguía prestando atención a la trama. Sonreí, sintiendo cómo latía mi corazón un poco más rápido ante su cercanía.

Nos acomodamos en el sofá, la película seguía desplegándose frente a nosotros, pero mi atención estaba en Mariana. La sensación de tenerla cerca, apoyada en mi pecho, era increíblemente reconfortante.

— Fede, ¿alguna vez has pensado en resolver un misterio por tu cuenta? -preguntó de repente, con una voz tranquila y curiosa-

La miré con una sonrisa juguetona, disfrutando de nuestra conversación.

— Bueno, quizás no un misterio de película, pero sí he tenido mis momentos de intentar descifrar cosas intrigantes en la vida real. -respondí, preguntándome hacia dónde iba la conversación-