𝚂𝚎𝚡 𝙻𝚎𝚜𝚜𝚘𝚗𝚜 🦋 𝚌𝚑𝚊𝚗𝚑𝚘

◦୨Capítulo 34୧◦

❲ Minho ❳

La verdad es que me siento demasiado feliz puesto que después de tanto tiempo, al fin he tenido el valor para confesarle al pelinegro que siempre me ha gustado y lo mejor de todo es el hecho de que también le gusto. No hay duda de que nos hubiéramos evitado tantos problemas si tan solo no fuéramos tan temerosos. Por una parte, me preocupa lo que pueda hacer mi padre, pero tengo la confianza de que lograré superar cada obstáculo que me ponga siempre y cuando, tenga a Christopher conmigo.

—Christopher Bang, me gustas demasiado y no puedo continuar ocultándolo por más tiempo— confesé. —Pero tengo miedo de que mi padre te haga daño.

—¿Por qué lo dices?

—Le conté sobre mis sentimientos hacia a ti y se molestó demasiado. Él me aseguró que te haría daño si decidía confesarte mi amor.

—Minho...

—No me perdonaría nunca si él te llegara a hacer algo— le interrumpí. —Quiero que ambos seamos felices, pero no podremos serlo si mi padre está de por medio.

—Sinceramente, no me importa lo que diga o piense tu padre sobre nosotros porque tú eres el único que me interesa— me aseguró —Yo me haré cargo de todo si tan solo decides quedarte a mi lado para siempre. No pienses en nada más que en lo que tu realmente deseas.

Le di un rápido beso en los labios antes de decirle—: Solo deseo estar contigo.

—En ese caso, ¿por qué no lo intentamos?

—Estaba esperando a que me lo pidieras.

Christopher me atrajo hacía él y me besó con ternura que se volvió auténtico deseo y necesidad. De pronto, el pelinegro se levantó del sofá y sin dudarlo, me llevó hacia la habitación y tras recostarme en la cama, se dirigió a la mesa de noche.

—Demonios— murmuró con frustración. —No hay más condones.

—Maldición. Olvidé comprar más...

Christopher se rio y me atrajo para besarme.

—En ese caso, solo podremos abrazarnos... O bien podría masturbarte y tú a mí.

—O podríamos hacerlo sin nada.

El pelinegro me miró sorprendido por lo que no dudé en agregar—: Estoy limpio. recientemente me hicieron los exámenes y todo está en orden. ¿Qué me dices de ti?

Sinceramente, detestaría tanto si me confiesa que ha estado con alguien más pues solo deseo tenerlo para mí.

—Estoy limpio también— me aseguró. —No he estado con nadie más después de ti.

—En ese caso, ¿qué te parece si lo hacemos sin condón?

—Aceptaré si me juras que desde hoy solo estarás conmigo.

—No quiero estar con nadie más que contigo— dije con tono serio. —¿Tú quieres lo mismo?

—Por supuesto que sí, bebé— me respondió después de darme un suave beso en los labios.

Tan pronto finalizaron nuestras promesas, procedimos a desnudarnos lo más rápido posible pues deseamos tanto hacerlo de nuevo. Inesperadamente, Christopher me dio una fuerte palmada en mi trasero mientras me decía—: Me vuelves loco, bebé.

—Y tú a mi— admití sin un poco de vergüenza.

Me recosté en la cama y me fue inevitable soltar un gemido bajo cuando aplasté mi miembro en contra del colchón. De pronto, Christopher levantó mi cabeza y me dio un beso apasionado.

El pelinegro se arrodilló en la cama entre mis muslos y se cernió sobre mí, sus manos se encuentran a cada lado de mi cabeza. Él no me tocó, solo se inclinó hacia adelante, su aliento alborotando mi cabello de la nuca.

—¿A quién perteneces? — murmuró contra mi oído.

—A ti, daddy— suspiré.

—Así es. ¿Qué es lo que quieres, bebé?

—Solo a ti, daddy.

—Me tienes y me tendrás por siempre— me juró.

Me es inevitable sentirme tan feliz a causa de que al fin estaré al lado de la persona que más amo en mi vida. Esperé dos años y medio para poder tenerlo a mi lado y no me arrepiento ni siquiera un poco del tiempo que transcurrió ni mucho menos de lo que hemos hecho porque eso ha logrado que me enamore cada segundo más de él. Y la verdad es que no me interesa mi padre pues él tiene su vida y yo, tengo la mía, así que haré lo que considere correcto sin pensar en los demás.