𝚂𝚎𝚡 𝙻𝚎𝚜𝚜𝚘𝚗𝚜 🦋 𝚌𝚑𝚊𝚗𝚑𝚘

◦୨Capítulo 37୧◦

❲ Minho ❳

Salí de la habitación y caminé hacia la cocina, sin embargo, me fue inevitable quedarme paralizado tan pronto me encontré con la mirada fría y oscura de mi padre, la cual me ha dejado muy clara su molestia. Sinceramente, no creía que fuera a aparecer en mi departamento sin siquiera haber sido invitado, pero así es él, siempre hace lo que quiere sin pensar en los demás.

En estos momentos, estoy vistiendo una camisa blanca que me cubre hasta la mitad de mis mulsos que muestran algunas marcas creadas por Chris la noche anterior; mi cabello se encuentra hecho un desastre. Afortunadamente, tengo puesto un bóxer pues de lo contrario, me hubiera sentido más incómodo.

El día de ayer, mi padre me había obligado a elegir entre dos opciones y evidentemente, le ha quedado claro que no me importó lo que me dijo pues no dudé en aceptar tener sexo de nuevo con Christopher Bang. Mi padre no entiende y nunca entenderá el hecho de que quiero hacer lo que quiero y estar al lado de la persona que me hace feliz.

Mi padre se levantó del sillón, cerró el botón de su costoso traje y después dijo con tono serio—: Nunca me dejas de defraudar. Te pedí que contrajeras matrimonio con esa chica por tu propio bien, pero no dudaste en buscar al idiota de Bang a pesar de que te dejé muy claro lo que haría con él. Minho, ¿tan idiota eres? No puedo creer que tengas esa estúpida idea de tener un final feliz al lado de otro hombre. Acaso, ¿me haces esto porque quieres obtener de mi atención?

—Padre...

—¡Cállate, imbécil! — me ordenó. —No tienes ni la menor idea del asco que siento hacia a ti. Nunca imaginé que fueras a hacerme está pésima jugada. Confié tanto en ti y te importó una mierda todo lo que he hecho para que tu vida sea una maravilla. ¿Por qué me pagas así?

—Yo en verdad estoy enamorado de Christopher— dije desbordando confianza y seguridad. Te juro que no quería lastimarte.

—Mierda, no debí dejar que fueras amigo de ese maricón.

—¡Papá! ¿Cuándo aceptarás que me gusta...? — me quedé en silencio pues mi padre elevó su puño que iba directamente a mi rostro y no tuve otra opción más que esperar su golpe que nunca llegó gracias a que Christopher se posó frente a mí y retuvo el puño de mi padre.

—Le prohíbo que le ponga una mano encima a mi novio— le dijo Chris con tono serio que me erizó la piel pues se ve bastante atractivo en estos momentos. —No quiero hacer algo de lo que usted pueda arrepentirse. Él es mi novio y no dejaré que nunca más lo moleste ni mucho menos lo lastime.

—¿En verdad creen que su relación va a tener éxito? — preguntó con tono burlón.

—Por supuesto— respondí. —¿Y sabes por qué? Porque nos amamos.

Mi padre soltó una risita burlona antes de decir—: ¿Y qué pasará cuando se acabe ese amor? ¿Volverás a mi para pedirme dinero? Sé que no puedes hacer nada si no me tienes a mi lado...

—Le voy a pedir de la manera más amable posible que se vaya antes de que le parta la cara— le interrumpió Chris. —A Minho no le hará falta nada porque me tiene a mí. Yo le daré todo el apoyo, atención y amor que se merece.

—Te dejaré en la ruina— le aseguró —Haré que se arrepientan de por vida.

—Padre, ya no te tengo miedo— dije con seguridad. —Desde ahora, haré todo lo que yo quiera sin pensar primero en ti porque está es mi vida y yo elegiré que hacer con ella. Y no te preocupes que nunca más te voy a buscar, a pesar de que en verdad te quiero porque eres mi padre y espero que un día puedas recapacitar.

—Minho, ¿estás completamente seguro de esto?

—Sí, padre. Nunca he estado más seguro.

—Perfecto— dijo. —Hazme el favor de no buscarme nunca más porque desde hoy, dejas de ser mi hijo.

No puedo negar que me ha dolido lo que me dijo, pero considero que lo mejor que puedo hacer es alejarme de él para siempre porque de lo contrario, mi vida continuará siendo una completa mierda. 

Y sin esperarlo, fui tomado del brazo y Christopher me jaló hacia él e inspiradamente, me envolvió en cálido abrazo que me hizo sentir tan jodidamente bien. Y entonces dijo—: No te preocupes por nada, Minho. Yo siempre estaré a tu lado y te juro que nada te hará falta. Lamento mucho que tu padre sea un completo imbécil, pero no te preocupes por él porque no vale la pena. Nos tenemos uno al otro y con eso basta, bebé.

De pronto, un sollozo se me escapó porque sé que Christopher está siendo serio en estos momentos. —Te amo tanto.

—Y yo a ti, bebé— me dijo después de darme un suave beso en la nariz.