"Esta esperanza es traicionera
Esta fantasía es peligrosa
Esta esperanza es traicionera
Esta cuesta es traicionera
Y me gusta"
Por unos momentos es incómodo, porque ninguno ha caído en un sueño profundo post orgasmo o se ha marchado del lugar. Solo están uno junto al otro, con sus pechos ahora respirando normalmente a la distancia justa para no tocarse, un escenario contrastante a lo que a lo recién sucedido.
Ambos saben que hablar, decir lo que sea, a si sea una tontería, y Armando es experto en eso.
-Creo que tengo hambre — Comenta viendo al techo.
-¿Quieres que te prepare o pida algo? Creo que no es tan tarde aún— Se sentó buscando con la mirada su ropa interior y teléfono.
-No, puedo hacerlo solo — Daniel frunció el ceño confundido — Y no voy a dejar que me invites, me sentiría como una prostituta.
-Armando, por favor, no digas eso — El mayor finalmente volteo a mirarlo directamente, incorporando totalmente su espalda contra la cabecera — La cena no es una recompensa por lo sucedido, solo quiero que te sientas bien. Armando, si tienes hambre por lo menos déjame a ayudarte a prepararlo. — Mendoza abrió la boca para hablar y probablemente arremeter un poco más contra esa idea pero el contrario se lo impidió — Y no creo que lo que acaba de pasar tenga un precio calculable. — Confesó y el pelinegro sonrió.
-¿Tan bien estuve? — Preguntó fingiendo petulancia ensanchando su sonrisa coqueta.
-Oh, bien se queda corto, Armando Mendoza — Posó su mano izquierda en el mentón del más bajo, acariciando con el pulgar el labio inferior sorprendentemente hidratado.
De nuevo todo la situación se sentía natural y ambos no podían sentirse mejor.
-Tú no estuviste tan mal, Danielito — Respondió burlón pero tocó el dactilar del pelinegro con la punta de su lengua viendo directamente a sus ojos desde a abajo.
Minutos después comían unos sándwiches que ambos se habían tomado el tiempo de preparar con calma y algo de cansancio, pues era tarde, faltaban unos cuantos minutos para que fuera media noche, curiosamente la misma hora de todos los cuentos de hadas pero, contrario a estos, Daniel no irá a casa dejando esa situación a medias; no puede y no quiere.
-¿Qué haremos ahora? — Valencia se atreve a hablar después de terminar su alimento.
-¿Comer? ¿Dormir? — Armando lo mira desentendido.
-Sabes que no me refiero a eso.
La manía de Daniel por hablar y siempre ser directo siempre exaspera a Armando, sin embargo de no ser porque ya no siente que tenga que ocultarle algo y la situación de del mayor es similar a la suya se resigna a tomar sus palabras en serio.
-Si, ya sé — Se encoge de hombros y muerde el último bocado — Creo que ambos tenemos unas cuantas cosas que deberíamos considerar, pues yo necesito hacerlo antes de estar seguro de decir que si.
-¿Entonces quieres que esto como...algo? ¿Una constante? — Pregunta ún algo atónito, como si no pudiera creerlo.
-No me parece tan mala idea — Acepta y esta vez sí mira directo al hombre frente a él — Yo creo que quiero más de esto, pero te repito, ninguno de los dos la tenemos fácil; hace menos de un año cancelé el matrimonio con tú hermana, no sé como lo tomen mis padres y ahora trabajamos juntos y toda la prensa e industria lo sabe, podría haber un escándalo...Por eso también puedo continuar como si nada hubiera pasado aquí esta noche — Ahí flaquea su mirada, sabiendo que no es tan verdadero como quisiera si esa es la opción que el contrario prefiere — Por eso lo dejo a tu consideración, Daniel.
El susodicho suspiro, la situación sin dudas era difícil, las opciones eran pelear contra cualquier adversidad juntos o simplemente ahorrarse el esfuerzo, hacerse los locos e intentar seguir con su vida como si lo que hubiera pasado esa noche solo fuera un inusual sueño.
-Tienes razón, pero esto es algo de dos y también tus deseos cuentan aquí. Y si soy realista, yo también quiero más de...lo nuestro — Soltó esa ultima frase en un tono dubitativo, casi de interrogación — Así que propongo que nos demos un tiempo para pensarlo, si bien, ambos tenemos casi que los mismos problemas con los que lidiar, no podemos dejar pasar esto.
-Está bien — Armando respondió casi en un susurro simplemente, vio en todas direcciones y sin saber más que decir y no quedar en un incomodo silencio otra vez decidió hablar. — ¿Duermes conmigo?
Valencia asintió con una media sonrisa y hubo un silencio cómodo hasta que ambos se terminaron sus bebidas, minutos después incluso se tomaron el tiempo para lavarse el rostro, los dientes y adentrarse de nuevo en la cama sin decir nada, entrelazaron sus manos y durmieron bajo el calor del otro, a sabiendas del peligro de toda la situación, pero más felices que nunca.
---------------
Holass,
Este es el final del fic original, peeero les dejo a elegir si les gustaría que extendiera la historia unos cuantos capítulos más o que este sea el final.
En fin, gracias por leer y votar
y Hasta la próxima.🤸♂️
YOU ARE READING
𝚃𝚁𝙴𝙰𝙲𝙷𝙴𝚁𝙾𝚄𝚂 - [Daniel x Armando]
FanfictionUna noche de Johnnie Walker en el patio de la casa de los Mendoza se convierte en una cuesta emocional de la cual no pueden escapar, ni si quiera quieren hacerlo. --------- -Adaptación a historia inspirada en la canción 'Treacherous' de Taylor Swif...