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Pensaba que se estaba volviendo loca. Y tal vez lo estaba, pero no iba a negar que era extraño lo que veía. No sabía si era una ilusion o en serio vio el auto de su jefe, el señor Styles pasar frente su casa.

Tal vez no le extrañaba la primera vez, pero ya había pasado repetidas veces. Nunca alcanzaba a ver al conductor, pero juraba que era el auto de Harry, y de pura casualidad, minutos despues llegaba Louis a la casa.

Probablemente ese omega inutil se estaba vendiendo a un alfa adinerado, fue lo primero que había pensado Nilsa al ver pasar la Range Rover y Louis llegando aproximadamente cinco minutos despues; pues ultimamente el castaño salia muy seguido, y aunque era mejor para todos en la familia, era un poco extraño.

Alguien más inteligente, lo hubiera deducido al instante. Pero no Nilsa, al menos hoy no.

Rodando los ojos, se terminó de aplicar lapiz labial, tomo sus cosas y salio de la casa sin dedicar al menos una mirada a Louis, que acababa de entrar.

Más tarde, ya se encontraba en su escritorio, esperando la llegada del señor Styles. Si bien había intentado convencer al alfa de darse otra oportunidad, no lo lograba y eso la enfurecía.

El timbre del elevador le hizo levantar la mirada y acomodo rapidamente su escote y cabello al ver a Harry caminar hacia ella con la vista en su celular y una pequeña sonrisa.

–Señor Styles.

–Buenas tardes, señorita Tomlinson–apenas la volteo a ver para seguidamente entrar a su oficina sin dejar decir otra palabra a la omega.

La tarde había sido tediosa para Nilsa, quería hablar con Harry, pero parecia muy ocupado, entonces, cuando tuvo que llevarle unos documentos y haberse asegurado de liberar su aroma (lo que estaba prohibido, debido a los supresores que eran obligados a tomar en la empresa) tocó ligeramente la puerta, y despues de escuchar un "pase" por parte del alfa, se adentro a la oficina con una sonrisa.

–Aquí estan los contratos firmados por parte de la asociación con Dean Company.

Colocó los folders en el escritorio, inclinandose levemente sobre este, dejando expuesto su vulgar escote. Harry carraspeo notablemente incomodo sin mirar a la omega.

–Gracias, señorita Tomlinson, puede retirarse.

Nilsa bufó harta.

–Harry, debemos hablar de nuestra relación...–pero fue interrumpida por el alfa que suspiró cansado y frotó el puente de su nariz.

–Nilsa, disculpame, pero ya hablamos sobre esto, solo relación laboral, ya lo sabes.

–Pero no podemos terminar así, Harry. Te necesito, mi alfa.

Harry pareció horrorizado al escuchar como le llamó.

–Te lo he repetido incontables veces, no soy tu alfa, Nilsa. Tengo omega y solo te pido que respetes mi relación y te respetes a ti misma.

Sin tomarle importancia a la rubia, tomó las carpetas sobre el escritorio y reviso los documentos, verificando cada firma.

–¿Quién es la omega? ¡Dimelo!–chilló la mujer ya con el rostro de color rojizo.

–No tengo por qué hacerlo. Ahora por favor, sal de mi oficina.

El alfa se levantó de su silla intentando ignorar a Nilsa, acomodó las carpetas y las guardo en el archivero.

Al darse la vuelta, solo sintió a la omega abalansarce sobre el intentando besarle, pero Harry la aparto rapidamente limpiando el lapiz rojo de su barbilla y gruño fuerte provocando que Nilsa temblara levemente en su lugar.

It's enough to make a boy blush 》LarryWhere stories live. Discover now