Un cigarrillo

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Mai comenzó a fumar. Ciertamente no era algo que hacía muy a menudo, pues para llevarlo a cabo debía esconderse de la mirada de su amo Pilaf, y eso conllevaba gran esfuerzo.

Pocas veces tenía la oportunidad de sentarse a solas fuera del castillo y contemplar el desierto, sus misterios y su calor con un cigarrillo hirviéndole entre los dedos. Admitía que se sentía bien; se sentía relajada... y libre. Solo cuando fumaba tenía un propósito real. En ese rato no quería las Esferas del Dragón ni conquistar el mundo. En ese rato solo quería ser; existir y disfrutar y ya. Disfrutar del mediodía caliente en el Desierto del Diablo.

Ahora no había calor, espejismos ni dunas, solo oscuridad... ¡y rocas!

La mujer, sensual -sin saberlo-, pisó con desdén la piedra frente a ella, mientras se ahogaba en el placentero y siempre caliente humo del cigarro. Granola la observaba a unos cuantos pasos, no muy lejos. Se preguntaba qué demonios era aquello, lo que sostenía la mujer humana entre los dedos índice y medio. Olía mal, pero le atraía, más por la figura de Mai al absorber el humo. Granola no comprendía ese misterio...

La mujer estaba sentada sobre una de las tantas rocas, cruzada de piernas, y el pie derecho se balanceaba sin cesar. La piel la tenía exageradamente blanca y el cabello largo del color del espacio. Los ojos, también azul oscuro, centelleaban dulces y coquetos. Los labios rojos eran lo que más le atraían. El rojo se robaba toda su atención. No podía ni parpadear ante ellos. Y lo que sostenía la fémina y llevaba una y otra vez a su boca; el vaivén era hipnótico, más porque golpeaba los labios rojos, que se moría por deducir, por... por... ¿besar? Ni siquiera sabía lo que era un beso, pero lo intuía.

La mirada, coqueta natural, lo miró, y le sonrió, aunque los labios no se curvaran.

-¿Qué es eso? -le preguntó seco, con su seriedad.

-Un cigarrillo. ¿No los conoces, verdad?

Granola negó con el clásico sonido y la cabeza.

-¿Quieres probar? -le preguntó ahora con una sonrisa, y Granola sintió los pantalones abajo; la sensación más rara de este mundo, mas no le molestó.

El ceresiano se acercó y lo tomó. Absorbió y al instante tosió, ahogándose. Mai abrió mucho sus ojos; no pudo evitar reír. Se puso de pie y le quitó el cigarrillo al ceresiano.
-Así no se hace... Te enseñaré cómo...

La bella mujer humana se recargó en la nave del alienígena; una pierna la había dejado arriba, apoyada también en el transporte. La pose la hacía verse más hermosa, misteriosa y sensual a los ojos del muchacho ceresiano. Granola la acompañó y asimismo se apoyó en su nave.

-Así se hace... Llenas la boca de humo... -la mujer se interrumpió para darle una demostración al alienígena, realizando lo que acababa de decir- y lo dejas ir suavemente -señaló tras expulsar el humo.

Mai volteó a ver al alienígena, otra vez con una sonrisa, que para este surgió amorosa... y coqueta.

El ceresiano le sonrió y agarró el cigarrillo de sus dedos. Imitó el ejemplo de la terrícola. Esta vez logró absorber correctamente, y la paz que le brindaba un simple cigarrillo a Mai, también lo envolvió, y juntos miraron a enfrente, a la nada del espacio.

¿Qué hacían ahí? De casualidad se habían encontrado en ese planeta horrendo y sin vida buscando exactamente lo mismo: unas esferas mágicas que podrían concederles lo que quisieran.

Los entes serios, misteriosos, de semblante siempre adusto, compartieron, ahora sí, entre risitas un cigarrillo, que pasaba de una boca a la otra.

Definitivamente... no eran diferentes.

Ambos eran unos amargados, confundidos y obstinados... y estaban tras las Esferas del Dragón. Pero ahora, bajo el efecto del tabaco, solo eran ellos mismos: unos desconocidos relajados.

Granola volteó a ver a la mujer; la repasó de arriba abajo. -¿Quieres tener sexo? -le preguntó a la terrícola muy quitado de la pena. Mai volteó a verlo también. Siendo ella misma como en ese momento, no se espantó ni se sonrojó. Solo sonrió, con tranquilidad. -Sí -le dijo así de animada, mas calma.

El ser fluyó gracias a un cigarrillo... y el amor profundo y los anhelos también.



































Nota de autor: ¡Hola 😍! Ustedes saben que amo a Mai a morir, y que presumo saber mucho de ella (XD). Y aquí voy de nuevo (XD): estoy cien por ciento segura de que Mai jamás ha fumado en su vida, pero antiguamente me he encontrado con fanarts de ella fumando... y aunque yo no comparto estos vicios, ¡me encanta!

Saben bien que siempre describo a la Mai clásica, porque para mí es la verdadera y más hermosa. E imaginarme a Mai de ojos azules y labios maquillados fumando... ¡es lo más sensual del mundo! Sé que Granola se derretiría (XD).

Espero que les haya gustado este drabble 💖.
Nos vemos pronto 💗.

Drabbles GraMai (Granola x Mai)Where stories live. Discover now