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– ¿Qué pasó? – preguntó Charly una vez que estuvo en la cocina, lo bastante alejado de la sala como para que el resto de sus amigos no escuché la conversación.

Agradeció cuando Nito encendió el equipo de música, dándole privacidad.

Te estuve llamando éstos días y no contestas nunca... ¿Tan ocupado estás?

– Lo mismo digo Alba, cada vez que te llamo nunca estás. ¿qué me reprochas a mi? Pensé que me llamabas para hablar bien, ¿O tenés ganas de discutir?

Alba suspiró a través de la línea. Sinceramente no quería discutir.

No, perdón... Pero hace días no hablamos, y hablar con vos es lo único que me hace sentir como en casa un rato. Sabes que es todo nuevo para mi acá.

– Si, ya sé... pero bueno no es personal. En las veces que te he llamado no coincidimos, nada más.

– ¿Cómo estás vos?  – cambió de tema.

– Bien, cansado...

Charly le contó un poco sobre su día. Le dijo cuánto la extrañaba, que de vez en cuando escuchaba "The Dark side of the Moon" pero no tenía con quién cantar karaoke, y asustarse cada vez que Time empezaba.

Alba le contó que escuchaba ese cassette con una única canción que él le había dado. Su canción mejor dicho. Y eso a veces no ayudaba...

Me gustaría que vengas algún día.

– A mi igual... Pero está todo muy complicado Albi. Tendría que hablar con Martin, y preguntarle si podría tomarme algunos días.

En quince días me dan un adelanto del sueldo... Yo podría ayudarte. Te necesito acá unos días aunque sea.

– Voy a ver qué puedo hacer. – murmuró, no muy animado.

Bueno, te dejo que sigas disfrutando con los chicos. Mándales saludos y abrazos de mi parte.

– Gracias Albi, estoy seguro de que ellos te mandan lo mismo por cien. Todos te extrañan igual que yo acá.

Alba sonrió desde su habitación con melancolía.

Buenas noches, te amo...

– Y yo, suerte mañana.

Colgó la llamada y se quedó mirando un punto fijo en la cocina con un sentimiento extraño por dentro.

Quería ir, pero el tener que ir implicaba pausar su trabajo cuando iban tan bien encaminados... No sabía qué hacer. Ya lo hablaría con los chicos.

Perdió la noción del tiempo cuando vio a María Rosa ingresar a la cocina golpeando el marco de la puerta.

– Toc toc... ¿Puedo pasar? – pregunto entrando con algo de timidez.

– Si, pasa... – sonrió él, saliendo de su trance.

– ¿Todo bien? Desapareciste hace un buen rato. – se posicionó frente a él, apoyándose en la mesa.

– Si, todo bien... Estuve hablando con Albi nomás.

– Tenés una expresión desanimada...

– Si, la extraño mucho. Todos la extrañamos... Creo que por eso busco llenar tanto mi agenda, considerando que en realidad soy bastante vago. – se cruzó de brazos pensativo.

– Es difícil sacarse de la cabeza a una persona que querés tanto.

Murmuró. Y en cuanto lo dijo pensó en si misma... No quiso sonar demasiado obvia, aquello había sido sin querer.

Te Ví Entre Las Luces | Charly García ficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora