Nivel 389: Una jugadora muy tramposa

62 8 0
                                    

Aturdido,  intenté recobrar los sentidos, pero sentía un mareo y unas náuseas infumables. No podía siquiera ponerme de pie, porque vomitaba un líquido amarillo (pensaba que me habían envenenado o algo, pero era mi sangre). Desconocía si era por el ataque raro de antes o si había pillado algo, pero ningún órgano de habilidad me funcionaba. Me arrastré como pude por los pasillos, que ahora me parecían eternos, Sin darme cuenta de que una entidad con ropa de bufón y sonrisa roja me observaba a lo lejos. Llegué a un punto en el que no podía más, y, en un último esfuerzo, me desmayé.

Desperté en una sala bastante oscura. Había juguetes y trastos desperdigados por toda la habitación, acompañados por varias cajas de madera abiertas y sucias. El suelo, las paredes y el techo tenían el mismo diseño: baldosas blancas y negras colocadas como si de un tablero de ajedrez se tratara. En cuanto a mí, tenía dolores agudos en los pies y el cuello, sentía que me faltaba el aire y me notaba bastante cansado. Pero comparado con lo de antes, esto no era nada. ¿He mencionado que había una puerta vieja entreabierta? Bueno, eso da igual.

Justo cuando me puse de pie, escuché una voz muy aguda y femenina provenir de la ahora abierta puerta.

???: ¡Por fin estás despierto!

Del susto, tropecé con un juguete y me caí de culo contra el suelo. Estaba acostumbrado a saber lo que me venía, así que la sorpresa fue mayor. Pude ver a una entidad con ropa de bufón, dividida en dos colores en vertical, amarillo y azul, con botones rojos, dos x rojas en lugar de ojos, y una sonrisa que parecía cosida, y también era roja. Su cuerpo colgaba de hilos como si fuera una marioneta, algo que me extrañó ya que parecía colgar del techo.

Yo: ¡Au! ¡Joder, la próxima vez avisa antes de entrar!

???: ¡Pues tú no seas maleducado!

Yo: ¡Pues no avisar antes de entrar también es de mala educación, por si no te habías dado cuenta!

???: ¡Tú tampoco avisas antes de entrar!

Yo: ¡Si que aviso antes de...! Un momento ¿Cómo sabes tú eso?

???: A ver, has entrado a mi nivel sin avisar.

Yo: ¡Eso no estaba bajo mi control!

???: ¿Y entonces cómo has podido venir aquí?

Yo: Pues por accidente ¡Yo que sé!

???: Eso me dicen todos

Yo: ¿Y a quiénes te refieres con "todos"?

???: ¿Acaso no es obvio? Son los humanos.

Yo: ¿Esos fideos de carne y huesos tan raros?

???: Sep.

Yo: En fin... Si me dijeras como salir de aquí, me ayudarías bastante.

???: Sé como puedes salir... pero te lo diré con una condición.

Yo: Acepto cualquier cosa.

???: Si me ganas en alguno de mis juegos.

Yo: Por un demonio, lo que faltaba.

???: ¿Eso es un no?

Yo: He dicho que acepto cualquier cosa, pero tengo derecho a quejarme.

???: Es comprensible. Puedes llamarme "Maestra de los juegos".

Yo: Menudo nombre.

???: Tú ni siquiera tienes uno

Yo: ¿Y cómo sabes tú eso?

???: Intuición.

Yo: Intuición. Seguro.

La Maestra (no pienso decir el nombre completo porque me da mucha pereza), me llevó a través de largos pasillos y extravagantes puertas, atravesando muchos sitios, de los cuales la mayoría parecían desafiar la realidad. Y cuando digo desafiar la realidad, me refiero a que había cosas MUY bizarras. En fin. El dolor de pies y cuello no se me había pasado aún, de hecho, me dolía más, por lo que la caminata que nos pegamos no fue algo agradable, al menos para mí. En cambio, la Maestra parecía de todo menos agotada. Se movía con una fluidez que en este estado yo no podría imitar. Y para rematar, encima comenzaron a dolerme otras partes del cuerpo. En esas circunstancias, me veía en la obligación de utilizar mi última idea mínimamente normal: subirme encima de ella. Y cuando lo hice, su respuesta fue de todo menos agradable.

Una nueva entidad y el secreto de los BackroomsWhere stories live. Discover now