Capítulo 15

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Q U I N C E

Leal Lombardi.

Miro el reloj que se encuentra ubicado en una de las esquinas de la habitación y me muerdo los labios, mientras empiezo a repiquetear los dedos en la cómoda en la cual estoy apoyada.

Tengo frío

Alessandro me trajo a una de las alas continuas del castillo , me tiró con fuerza en el colchón toda empapada y me dijo que me bañase qué se encargaría de lo demás.

Así que aquí estaba con una toalla enrollada en mi cuerpo, esperando a que me traiga algo que ponerme.

Sinceramente, no le tenía esperanzas.

Lo más probable es que haya decidido volver a la fiesta, dejándome aquí, y hasta llegué a considerar que me traiga algo que sea sumamente horrible o algo que no me quede.

La subasta comenzaba en media hora y no creía llegar a estar presente.

Qué pésimo día.

Solo quería llegar a casa y poner una película romántica donde los protagonistas queden juntos y comer helado.

Lamentablemente, no podía, así que lo único que me quedaba era confiar en él y esperar.

Me subo encima de la cómoda y dobló mis piernas mientras empiezo a pensar en lo que vi.

Marcello la besaba, sonreía y la tenía en sus brazos, así como lo hacía conmigo.

Mis dedos no paran de repiquetear mientras mis ojos se centran sin emoción alguna en cualquier rincón de la habitación.

Lo amo

Eso no estaba en discusión.

¿El problema?

Qué él ya no me amaba ami.

He leído muchos libros a lo largo de mi vida y siempre había leído qué el personaje masculino solo se fija en una persona y que viven felices por siempre. Eso está fuera de la realidad,  y hasta hace poco era fiel creyente qué el amor era así, pero he vivido en carne propia llevándome un golpe bajo de realidad.

Que las personas se volvían a enamorar y continuaban sus vidas.

Así como él que se enamoró de ella, y me escuecen las entrañas, porque siempre me decía qué el único camino qué valía la pena recorrer era a mi lado.

«Que yo era su amor »

«Pero fue una mentira.»

No todo tiene un final feliz siempre.

Y yo era el reflejo de eso.

—¿Lombardi, estás sorda?

Escucho que hablan y enfoco la mirada encontrándome con Alessandro .

Él me mira con aburrimiento mientras sostiene tres bolsas en las manos.

— Pensé que no volverías.

— Yo siempre cumplo mis promesas  —dice acercándose sigilosamente a mí.

No puedo ver bien sus facciones , porque trae puesto el antifaz color negro con toques plateados.

— Traje esto para ti — me tira las  bolsas en la cama — Estaré esperándote afuera.

— Es obvio que esperaras fuera —  pongo mis pies en el suelo y me voy a la cama  — Me voy a cambiar y tú tienes novia, así que no puedes mirar    — levanto una ceja.

PERVERSAS INTENCIONES +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora