The Freak Dark || Caleb French (OC)

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La noche era fría, las gotas de agua caían sin cesar, cada una lentamente mojaban a ese joven peli gris en medio de todo.

Su mente era un mar de pensamientos, todos eran desperdigados, tantas cosas que pensar.

¿Por donde podría empezar?

—Espejito, espejito. Sufro de pareidolia —su voz salió casi como un susurro, sintiendo su rostro ser empapado por las gotas de la lluvia que había esa noche— Los pilares de porcelana soportan mi cráneo...

Un suspiro pesado salió de su persona, mirando el oscuro cielo, las nubes grises cubrir la luna y estrellas de esa noche.

La lluvia era uno de sus climas menos preferidos.

¿Por qué?

Porque fue en un día lluvioso donde perdió todo lo que más amaba tanto en su juventud. Bueno, aún estaba joven, pero era simplemente por su segunda herencia, ser un semi titán, lo que hacía que su tiempo de vida fuera igual que la del resto apesar de que también era un licántropo.

Un siglo.

Un siglo de vida es lo que llevaba, y lo sentía como si apenas fuera su primer año de vida. Para el resto de titanes el aún era un niño y una decepción por parte de su padre. Un híbrido excluido al saber nada más controlar su lobo y no su magia.

Pero... ¿alguno de ellos se tomó la molestia de preguntar la razón?

Oh, esperen, claro que no.

Todos lo atacaron luego de que eliminó a casi más de una docena de titanes cuando fue poseído por un ende maligno, que resultó ser uno de sus familiares desterrados por ser un Titán corrupto.

Claro que este mismo aprovecho su momento de vulnerabilidad por; su tristeza, odio, irá y rencor hacia esos malditos que mataron a su abuelo, su padre y su madre.

Fue tanto, que literalmente fue demasiado fácil poder dormirlo con un hechizo, poseerlo y usarlo a su favor. Causando el caos, la destrucción y la muerte de muchos.

Selim Kaleli, El titán corrupto.

Vaya que fue demasiado sorpresivo para Caleb enterarse que él era uno de sus descendientes directos, por lo cual tenía una fuerte conexión, cosa que le permitía; poseerlo, manipularlo y usarlo a su favor con bastante facilidad.

A lo largo de su único siglo de vida; Caleb French se convirtió en un tirano al matar a los que eran de su especie. Cosa que le pareció irónica, cuando ellos literalmente lo había excluido.

No se sentía complacido por qué Selim haya hecho su venganza por él. Pero sabía que eso era malo, muy malo.

Hoy en día, era conocido como The Freak Dark, o en pocas palabras y para entendernos mejor; El Monstruo Oscuro.

No los podía culpar por ello, pero simplemente le parecía indignante el como lo querían cazar y ofrecían recompensas por su cabeza.

Tampoco espero ser famoso por algo atroz.

Gracias a eso; desde antes de cumplir un siglo de existencia, mejoro sus habilidades en pelea y defensa propia, tanto de su forma humana como lobezna, su magia fue creciendo y de a pocos le entro el temor de usarla al saber que al excederse, terminaría siendo igual que Selim.

Aunque la solía usar, no era muy seguido ni en exceso, por lo que prefería cada vez pelear con su espada o si le tocaba pelea de cuerpo a cuerpo, no tenía opción, después de todo; él mismo se propuso a hacer un entrenamiento básico para ello.

Y aparte de eso; había tenido un interés desde muy joven hacia la investigación, y más que todo, hacia los dragones.

Parte de su vida consistió en investigar varías cosas a su propio beneficio, conocía mayoría de cosas gracias a eso. Pero su mayor investigación fue hacia los dragones, para él apesar de ser criaturas míticas y de fantasía según algunos, eran simplemente criaturas esplendidas, asombrosas, hermosas y gloriosas.

Aunque debía admitir que sus especies favoritas de ellos siempre fueron las Furia Nocturna y las Arena Fantasmal. Eso incluyendo también las Furia Luminosa.

Aunque claro, mayoría de las personas a su alrededor lo consideraban raro por ello, más en las tierras de los titanes, pero en el Bosque Oculto de los licántropos fue más que aceptado, y a los de mayor edad no les molestaba, dado a que cuando él hablaba mucho y le decía a otros niños sobre los dragones, lo consideraban normal.

Para ellos apenas eran un cachorro para esos entonces, así que al tener mayoría de edad y ser considerado ya un adulto, trato de hablar lo menos posible sobre estos y demás cosas con alguien más.

Decidió alejarse a voluntad propia de los licántropos para poder viajar, y gracias a sus portales, duro mucho tiempo viajando de dimensión en dimensión, no solo para sobrevivir y ocultarse, sino que también para llenar su espíritu aventurero.

Y claro que luego de haber cumplido su siglo de vida, decidido descansar de más viajes, de los cuales había escrito en su diario. Parte de ellos lo decepcionaron al no poder encontrar dragones.

Aunque eso; fue algo que lo dejo totalmente sorprendido cuando conoció a uno en persona.

Pero, este no era cualquier clase de dragón.

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No pregunten, solo gozenlo ú-ù