Goo

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Una mañana tranquila como lo era siempre

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Una mañana tranquila como lo era siempre.

Estabas sentada en tu escritorio recibiendo el pedido de muchas personas.

Tienes una tienda donde vendes mangas, disfraces de personajes de animes, accesorios y figuras.

Una tienda friki por así decirlo.

No te va mal en tu negocio, mucha gente viene a comprar y ganas muy bien, trabajas sola en esa tienda pero no te molesta.

Estabas bien contigo misma porque siempre fue así, solo eras tú.

-- Este pedido lo tengo que mandar en esta dirección -- murmuras hablando contigo misma apuntando la dirección en un papel para recordarlo más tarde.

La campanilla de la puerta de tu tienda suena llamando tu atención, ha entrado un hombre rubio.

-- Bienvenido -- saludas amablemente a aquel hombre.

Él te ignora, desde un principio no te había visto. Estaba bastante ocupado buscando y eso lo habías notado.

Sigues apuntando algunas direcciones en aquella hoja dejando que tu cliente busque con calma.

Se te hace raro ver que ya han pasado más de quince minutos y él aún no encuentra lo que busca, extrañada sales del mostrador yendo hacia él.

También es parte de tu trabajo ayudar a tus clientes.

-- Hola ¿Necesita ayuda?

-- Sí, no encuentro la figura de Shanks -- responde algo indignado sin verte, aún buscando la figura.

-- ¿Shanks de One Piece? -- preguntas para asegurarte.

-- Claro, quién más -- el pelirubio pone los ojos en blanco volteando a verte.

Se queda paralizado viéndote, tu ignoras aquel extraño comportamiento para seguir con tu trabajo.

-- Déjeme ver si aún tengo más -- te volteas yéndote a buscar.

-- No hace falta, ya encontré el One Piece -- susurra el rubio viéndote con los ojos brillantes.

Te ríes de su comentario, realmente te parece extraño ese chico.

Buscas en el almacén si queda alguna figura de dicho personaje pero al parecer se habían agotado.

Sales hacia el mostrador donde estaba el rubio esperándote.

-- Perdona chico, mañana seguramente vendrá junto a las demás figuras -- le aseguras viendo aquella hoja de las cosas que te llegarán mañana.

-- Perfecto, ahora tengo una buena excusa para volver a verte -- el rubio te guiña el ojo.

Ignoras su comportamiento de chico coqueto para escribir en la hoja.

-- Tome, aquí le tengo apuntado la hora que vendrá la figura -- le entregas la hoja haciendo que vuestros dedos se rocen causando emociones internas a tu cliente.

𝐋𝐎𝐎𝐊𝐈𝐒𝐌 --> 𝑶𝒏𝒆 𝑺𝒉𝒐𝒕𝒔Where stories live. Discover now