Mi segundo primer amor ☆ Haobin

「28」

24 de Junio de 2023

Como era sábado, los dos chicos se despertaron tarde, no tenían nada que hacer pero Hanbin dio la idea de enseñarse cosas mutuamente, y así fue como el pelinegro le enseñaría a hacer café a Hao y este le enseñaría a hacer un pastel.

Primero, Hanbin comenzó con los objetos a utilizar, lo que confundió al castaño demasiado pero trató de prestar la mayor atención posible. No parecía tan difícil hacer un café

Pero si lo era.

Añadiendo que Hanbin le quería añadir yogurt griego, hielo y hacerle un decorado. Demasiado experimental con el café.

—¿Sabe bien?

—Pruebalo tú, lo hiciste tú

—Es que me da miedo intoxicarme —Hanbin rió ante su comentario y agarró el vaso bebiendo un poco

—No está nada mal, sabe bien

—¡No mientas! —dijo con molestia fingida —si sabe horrible dímelo

—No, en serio, sabe bien —sonrió entregándole el vaso —toma, prueba —el castaño lo probó esperando que esté horrible como él decía llevándose la sorpresa que el primer café de primera clase que hacía le haya salido bien

—Ni yo mismo me lo puedo creer —mencionó con asombro

—Viste

—Ahora te toca a ti hacer el pastel —miraba desafiante —vamos a hacer un pastel no tan complicado, no te vayas a desmayar —bromeó

Hanbin miraba atento a lo que hacía Hao para copiarle. Conforme iba la preparación no estaba nada mal como iba, el castaño miraba orgulloso al contrario.

—Qué bonitas manos tienes —dijo Hao repentinamente a lo que Hanbin se detuvo en hacer la masa para mirarlo curiosamente fijo

—¡Qué! —reclamó sintiendo como una leve sonrisa se le escapa por la mirada intensa del pelinegro —apúrate, termina —lo esquivó viendo a otro lado

Hanbin tomó un pequeño puñado de harina y se la tiró a Hao, este se quedó paralizado al ver mitad de su ropa manchada y se vengó haciendo lo mismo. Comenzaron a jugar a lanzarse harina mutuamente durante 5 minutos hasta que Hao tuvo que parar antes que terminen de ensuciar toda la cocina.

Hanbin prosiguió con la masa después de eso escuchando lo que decía Hao hasta que finalmente colocó el bizcocho en el horno.

—¡Listo! —exclamó con emoción

—Ahora esperemos que le hayas puesto suficiente mantequilla como para que no se te queme —dijo irónico

Después de esperar alrededor de 45 minutos, sacaron el molde con el bizcocho ya listo para decorar.

Hanbin colocó el chantilly alrededor del bizcocho dándole forma y cubriendo todo, al ya estar le hizo decoraciones encima y después colocó fresas y cerezas cortadas.

—Ya está, a ver, dime que está bien o voy a llorar

—Espera —sonrió tomando un cuchillo para rebanar y probar un poco —no está mal, aunque te pudo haber salido mejor

—Okey, voy a llorar

—Es broma —comenzó a reír —sabe bien, la consistencia es buena, a pesar que eres un principiante lo hiciste bien

—Gracias —le devolvió la sonrisa probando el pastel haciendo una mueca de sorpresa porque sabía bien

Hao recibió un mensaje de Matthew invitándolos a un karaoke en la tarde junto a Taerae y Jiwoong. Se lo comentó a Hanbin y este aceptó.

[...]

Estando los cinco en el lugar, Hao al salir adelante, lo primero que hizo fue poner una canción de Taylor, para iniciar fue Blank Space, ya que era perfecta para esta ocasión. La cantaba a todo pulmón como si su vida dependiera de eso.

Hanbin al verlo sólo sonreía mirándolo fijamente, sin darse cuenta sus ojos comenzaron a brillar y no despegó su vista de él en ningún momento. Los demás se dieron cuenta de esto y se miraron entre ellos con complicidad. Estaban seguros que esos ojos no eran de amistad.

Incluso la forma en la que los dos se veían cuando salieron a cantar era demasiado romántica, como si fueran una pareja, además de tener collares de pareja que encima negaban que lo sean.

—Yo en serio creo que ellos dos tienen algo —dijo Matthew en voz baja hacia sus dos amigos sentados en el sillón

—Yo también lo creo, su forma de actuar es tan gay, no puedo verlos porque me ciegan —dijo Taerae cubriéndose los ojos con la mano

—Es lo que yo les dije —mencionó Jiwoong —se gustan pero no lo saben, además viven juntos, se ven la cara todos los días, es imposible que no se enamoren

—Pero Hao sigue pensando en ese tal Heeseung —respondió el rubio —que ya no sé si sea real, a lo mejor es producto de su mente

—¿Un novio imaginario dices? —cuestionó Taerae

—Sí, quizás siempre quiso tener un novio perfecto y creó a Heeseung de tanto pensarlo, y como Hanbin es el único que le da la razón en eso, sólo se la pasa con él

—Puede ser...