Mi segundo primer amor ☆ Haobin

「Playa de París」

10 de Agosto de 2025

Los preparativos para la boda se estaban dando, Hao y Hanbin se encontraban en París, sus amigos estaban presentes verificando que todo saliera perfecto.

El castaño estaba muy nervioso pero feliz al mismo tiempo, no creía que estuviera pasando, el tiempo pasó muy rápido y cada día que pasa se enamora más de su amado.

-¿Puedes creer que ya te vas a casar? -mencionaba Taerae mientras observaba como lo maquillaban

-Parece un sueño

-Un sueño cumplido -sonrió -desde que Matthew me dijo que su forma de actuar contigo era diferente, supe que quizás había una conexión especial entre ustedes

-En verdad la hay, somos tan iguales y tan diferentes a la vez, él me hizo ver la vida de una manera distinta, ya no puedo esperar a verlo

-Disfruta de esta nueva experiencia, Hao, porque créeme que no encontrarás a nadie como Hanbin

-Lo sé -sonrió

-¿Dónde está el novio? -una voz familiar entró al salón y Hao al darse la vuelta vio a Ricky

-No puede ser... -se levantó al instante a darle un abrazo lleno de emoción -¡estás aquí!

-No me iba a perder la boda de mi mejor amigo

-Gracias por venir, Ricky...

-No sólo vine yo, unas personas me acompañaron -dio un paso al lado dejando entrar a los señores

-Mamá... papá...

El castaño sintió ganas de llorar pero se aguantó porque no quería volverse a maquillar. Se acercó a sus padres quienes se alegraron al verlo.

-No queríamos perdernos la boda de nuestro único hijo -mencionó la mujer acariciando el rostro del joven con dulzura

-Trajimos algunas cosas por si las vayas a necesitar en tu luna de miel -mencionó el hombre y Hao comenzó a reír

-No era necesario -volvió a darles un gran abrazo -es suficiente con que estén aquí

Antes de la boda se tomaron algunas fotos y Hao se empezó a vestir poco después para estar listo antes de la ceremonia.

...

Por otro lado, Matthew le estaba arreglando el cabello al pelinegro con delicadeza mientras observaba como el contrario sacudía su pierna por la ansiedad.

-Nunca te había visto tan nervioso -dijo en tono gracioso

-¿Y si digo algo mal cuando estemos parados allá afuera?, quizás lo arruine

-Hanbin, deja de ser tan perfeccionista, tu fuiste quien le propuso la boda, Hao debe estar incluso más nervioso que tú

-¿Tu crees?

-Claro que sí -después de escuchar eso el pelinegro dejó de sacudir su pierna y retomó la compostura -bueno... eso me calma más, debería confortarlo y decirle que todo saldrá bien

-Exactamente, eso es lo que necesita

-Qué guapo te ves -la voz dulce de una mujer apareció detrás de él

-¿Mamá? -se levantó al verla extender los brazos -¡mamá!

-Hola, mi vida -se alejó para verlo de pies a cabeza notando su terno blanco y reluciente -ya eres todo un hombre, me siento tan feliz por ti, tanto que voy a llorar