Día 1: FIRST DIE..

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Era un nuevo día, ya estaba amaneciendo, el sol entraba por las ventanas, despertando a los más jovenes de la casa.

—Ahg.. maldito sol..— susurró la rubia mientras se sentaba en la cama, bostezó y se levantó con el pelo despeinado y desordenado, se puso sus zapatos y fue hacia el baño para peinarse, al pasar por la cocina, vió que habia algo muy raro.

—¿Que es esto?— dijo la rubia mientras se agachaba intentando ver con claridad lo que era eso, pisadas, pisadas hechas con tierra, la joven se alertó pues creía esas pisadas eran del asesino, rápidamente fue corriendo hacia la habitación donde estaban todos dormidos.

—¡Despierten, acabo de encontrar unas pisadas dentro de la casa!— abrió de golpe la puerta, despertando a todos por el ruido, la vaquera se alteró, el hombre saltó de la cama y se cayó, Leidys se asustó y se levantó de la cama al oír lo que dijo la joven.

—Si, si son pisadas.— dijo Leidys mientras suspiraba con nervios, los menores se despertaron por el ruido que había en la cocina.

—¿Que paso, porque tanto escandalo?— preguntó un joven con una gorra amarilla mientras bostezaba, en cuanto vió las pisadas, dió un grito y retrocedió, asustando a todos.

—¿¡Que te pasa, Ricardo?!— gritó su hermana menor mientras le daba un golpe.

—¡El asesino se metió a la casa! ¡Mira las pisadas!— dijo señalandolas, la niña al verlas, solo hizo una expresión de seriedad y enojo.

—¡No sabemos si fue otra persona de la casa
Ricardo! ¡Siempre tienes que gritar, no soporto tus gritos!— le gritó furiosa al joven, el cual estaba temblando y casi al borde del llanto, la niña se calmó y se fue al baño a ducharse, el joven solo se fue corriendo hacia su cuarto para poder llorar ahí.

—¡Ricardo espera!— le gritó su madre, al ver que no le hizo caso, solo suspiró y cerró sus ojos, la vaquera se acercó a ella y puso su mano en su hombro, intentando calmarla.

Al llegar a su habitación, el joven cerró la puerta con seguro, al terminar de hacer esto, solo comenzó a llorar mares mientras caía de rodillas.

—¿Porque no solo puedo ser perfecto? ¿Como Victoria? Y así, quizás.. ella me trate bien!— dijo mientras se levantaba y se limpiaba sus lágrimas, en cuanto volteó vió una sombra negra frente a el, el se quedó paralizado al verlo, sus piernas dejaron de funcionar, cayó de rodillas al suelo de nuevo.

—¿¡Huh, quién eres?!— dijo retrocediendo aún en el suelo, esa sombra era el asesino, este comenzó a acercarse hacía el, estirando su mano, el joven notó el acto del asesino y intentó escapar, cosa que no logró.

El asesino logró tomar la camisa de Ricardo, azotandolo contra la pared, el joven solo gritó para después comenzar a llorar.

—¡Déjame ir!— se retorcía en el suelo, su espalda le dolía, tenía un gran moretón ahí, el asesino comenzó a patear y a golpear todo su cuerpo, sin piedad, el joven solo gritaba con dolor y tristeza, le imploró al asesino el dejarlo vivir, gritó un sinfín de veces el nombre de "Victoria" aún sabiendo no que podría sobrevivir ni volver a verla.

—¡Déjame ya.. por favor!— gritó el joven mientras su aliento se acababa, el asesino solo comenzó a golpear la frente del joven contra la pared, dejándolo inconsciente.

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10 minutos después -..
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Ya era hora de la comida, todos ya estaban en el comedor esperando a que sirvieran su comida, todos se percataron que una silla estaba sola, era la de Ricardo, todos comenzaron a preguntarse en donde estaba.

—Oye, Leidys, ¿Donde está tu hijo?— le preguntó la vaquera a la madre, la cual ya había servido la comida.

—No lo sé, no ha salido del cuarto en todo el día.— dijo Leidys mientras comenzaba a comer, la mirada de todos se dirigió a la hermana de Ricardo, Victoria, al ver como todos la miraban, hizo una cara de incomodidad.

—¿Qué? ¡Está bien, iré a buscarlo!— dijo mientras de mala gana se levantaba de su asiento y se dirigía a su habitación.

—¿Ricardo, sigues llorando?— dijo la pequeña mientras abría la puerta, viendo la habitación a oscuras, ella creyó que su hermano estaba dormido, entró a la habitación y cerró la puerta, fue hacía el interruptor de la luz y la encendió.

—Ricardo, estás dormido?— dijo mientras se acercaba a la cama, quitó la cobija que cubría su cama, viendo que su hermano no estaba allí.

—¿Huh?— se desconcertó, comenzó a buscar con la mirada para ver si estaba en algún lugar sentado, al ver que no, se empezó a preocupar y comenzó a buscar por cada rincón de su cuarto.

—De seguro está en el baño..— dejó de buscar y se dirigió a la puerta del baño, para después comenzar a tocar la puerta mientras preguntaba si el estaba ahí.

—¡Ricardo!, ¿Estás ahí?— comenzó a tocar más fuerte, al oír que no había recibido una respuesta, solo abrió la puerta, el baño estaba oscuro pues la luz no estaba encendida, al abrir la puerta, su nariz se inundó de un olor intenso a alcohol y a sangre, cosa que desconcertó a Victoria.

—¿Ricardo estás bie-...?— lo que vió la impactó demasiado, sus ojos se abrieron hasta más no poder mientras se cristalizaban y llenaban de lágrimas, vió a su hermano sentado en el piso recargado en la pared, sus ojos estaban blancos, su boca estaba abierta demostrando su estrés y tristeza, había sangre cayendo por sus ojos y boca, no tenía puesta su camisa, tenía cortes profundos por las piernas, sangre salía de estos, en su pecho estaba escrito: "Soy normal."

Victoria al ver tal acto tan atroz, cayó de rodillas al suelo mientras veía el cuerpo sin vida de su hermano.

—No.. es una broma, cierto?..— dijo mientras le hacía la pregunta a su hermano, el cual obviamente no recibió respuesta de parte de el.

—Ricardo.. despierta por favor!— dijo mientras iba hacía el y comenzaba a moverlo.

—¡Despierta por favor!— gritó con furia mientras seguía moviéndolo, ella escuchó que abrieron la puerta de golpe y comenzaron a entrar todos.

—¡¿Ricardo?!— gritó el vaquero mientras observaba el cuerpo, su expresión cambió a una de tristeza profunda.

—¡¡No, Ricardo!!— gritó la madre mientras se dirigía al cuerpo sin vida del joven, la vaquera tomó del brazo a Leidys, impidiendola avanzar.

—No Leidys.. ya no hay esperanza..— la madre solo comenzó a sollozar dolida, su hijo había muerto, se sentía horrible, la vaquera la abrazó mientras la intentaba calmar.

—¡No, no puedes morir Ricardo, te nesesito!— dijo la pequeña mientras comenzaba a sollozar, Victoria tomó la mano del joven para después abrazarla como nunca, aunque lo tratara tan mal, siempre lo quiso, lo amo con toda su vida.

—¡No te vayas por favor, te necesito hermanito!— gritaba hasta que su garganta doliera, en un momento, ella notó que el celular del joven, el cual tenía algunas gotas de sangre, tenía abierta una aplicación de notas, ella agarró el celular y intentó leer la nota, la cuál decía:

"Lo siento Vic, se que no te volveré a ver, solo quiero que sepas que te amo, con todo mi corazón."

Lágrimas cayeron en el celular, Victoria estaba rota por dentro, en un punto ella guardó el celular de Ricardo en un bolsillo, y sacó el suyo, con enojo comenzó a hacer varias llamadas.

—¡¿Ubican al maldito asesino que ronda por la ciudad?! ¡¡Busquenlo por todas partes, ahora mismo!!— al terminar su llamada, guardó su celular.

—cuando te encuentre.. sufrirás maldito imbecil.— dijo mientras salía del cuarto enojada, ya sabemos todos que cuando ella de enoja, todos estan en peligro.


Murder's..Where stories live. Discover now