Día 2: SECOND DIE..

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Era un nuevo día, al contrario del día anterior, el cielo estaba llorando, truenos resonaban en la calle, asustando a los menores de la casa, los cuales estaban todos en la sala, reunidos, aún tristes por el asesinato de ayer.

—aún no puedo creerlo..— dijo la joven de pelo castaño mientras se aferraba a su sudadera y temblaba por su temor a los truenos, los cuales sonaban muy duro.

—yo tampoco.. el era como mi hermano mayor..— dijo un niño con camisa azul y una gorra celeste mientras se limpiaba una lágrima, el volteó a ver a su novia, la niña estaba seria, como si no hubiera sonreído en años, ella sujetaba y abrazaba la gorra de su difunto hermano, miraba a la nada mientras tenía el ceño fruncido.

—estás bien preciosa?— le preguntó mientras se acercaba un poco a ella y tenía una cara de curiosidad, la niña reaccionó y volteó a verlo al instante.

—Sí.. estoy bien Mazzimo..— dijo mientras daba un suspiro cansado y se acostaba en el sofá, el niño desconfió un poco pues el conocía demasiado bien a Victoria y el sabía que el no estaba bien, pues obvio le dolía la muerte de su hermano.

Hubo un silencio incómodo por unos minutos, hasta que Ana lo rompió.

—¡Ay, me dan mucho miedo los truenos!— dijo después de que un trueno haya sonado, ella se apegó a la rubia, la cuál increíblemente no se quejó del contacto.

—Solo espero que no se vaya la luz..— dijo la joven rubia mientras sin tener conciencia de ella misma, abrazaba a la castaña, la cuál se quedó paralizada, en ese momento, la luz se fue, se había ido por la fuerte lluvia.

—¡¡Ahh!!— gritaron la castaña y el niño mientras daban un salto por el susto, Ana abrazó fuertemente a la rubia, la cual se había asustado por la ida de luz y por los truenos, el niño asustado, abrazó a la niña pequeña, la cual se había levantado al ver que la luz se había ido, ella se dejó abrazar mientras daba una leve sonrisa.

—¡Shh, oigan..— dijo la rubia alterandose pues había oído un ruido, todos se quedaron callados al instante, solo oyendose las respiraciones de todos y el sonido de la lluvia cayendo en las ventanas, después de unos segundos, se oyó como alguien bajaba de las escaleras sigilosamente, al instante supieron que el asesino había vuelto.

Todos comenzaron a buscar con la mirada lugares para ahí esconderse, Victoria se llevó a Mazzimo de la mano hacía abajo de una cama y ahí se escondieron perfectamente, pues como eran pequeños y no había iluminación, era difícil que los encontraran.

Ana estaba al borde del llanto pues tenía miedo de morir ahí en ese instante, Susana se percató y tomó la mano de la castaña, dirigiéndose a un cuarto, se ocultaron debajo de la mesa, el lugar estaba estrecho pero era perfecto para pasar desapercibido.

La castaña comenzó a respirar a un volumen alto por el estrés y ansiedad, la rubia la volteó a ver y hizo una seña que aclaraba que se callara, Ana se tapó la boca mientras cerraba sus ojos y dejaba salir una lágrima.

El asesino había entrado a la habitación.

Al escuchar las pisadas, Ana cerró sus ojos y intentó tranquilizarse, en un momento, se oyó como las pisadas se habían ido, ya estaba a salvo.

—se fue?.. ¡Se fue! ¡Estamos bie-...— ella se percató que la rubia no estaba con ella, la castaña comenzó a buscarla con la mirada mientras decía y decía su nombre, desesperada.

—¿Susana?.. ¡Susana, donde estás!— decía mientras salía de la habitación corriendo, comenzando a buscarla por toda la casa, sin éxito.

—¿Susana dónde estas?— se susurró a si misma mientras tomaba aire, pues se había cansado de correr, ella fue a donde estaban Victoria y Mazzimo, para pedir ayuda y buscar juntos a la joven.

Murder's..Where stories live. Discover now