"Jefe... ¿Si seremos parte de su tripulación...?" – Furea pregunta con una mirada esperanzada junto a Moegi y Udon.
"Creí que ya habíamos quedado con que lo serian..." – Kaedes menciona un tanto confundida.
"Si, pero..." – Furea mira a Satus. – "¿No estará ocupado...?"
Kaedes se encoge de hombros. – "Supongo, pero es parte de tener una tripulación. Igual tendré tiempo para el entrenamiento de cada uno." – Él declara con simpleza.
"Menos mal, creíamos que tendría poco tiempo con ser ahora padre..." – Udon suspira.
"Sigo sin entender porque creerían que eso no me daría tiempo..." – Kaedes murmura para sí mismo.
"¿Está bien que tambien se le unan a él...?" – Asuma señala a Furea.
Hiruzen se encoge de hombros. – "No es mi problema, estoy muerto."
"Maldito anciano..." – Asuma murmura con un tic en su ojo derecho.
"¡Ya iniciamos!" – El asistente advierte.
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CAPÍTULO 54.5: LA PRINCESA DE LOS DEMONIOS
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"¿Un capítulo intermedio...? Supongo que veremos un poco del futuro de la niña." – Atenea menciona.
"Es lo único que puedo pensar, aunque no entiendo, es algo innecesario ver su futuro si lo veremos aquí mismo..." – Ganesha declara.
"Bueno, claro, dejara mostrar algunas cosas, pero nada que sea tan explicito. Además, si no lo hago, Kushina no dejara de mirarme con unos ojos de Uzumaki asesino..." – El asistente responde.
Varios notaron la mirada de Kushina y podían entender porque el asistente decidido hacer esto.
"¿La... prin... cesa de los... de... monios...?" – Satus se pregunta muy lentamente al no ser muy buena leyendo.
"La princesa de los demonios eres tú." – Kaedes declara con una sonrisa.
"¿Princesa...? ¿Cómo las bonitas con vestidos...?" – Satus pregunta con confusión y una chispa de emoción en sus ojos.
"Eso, pero con una espada ensangrentada." – Kaedes declara.
Satus asiente levemente. Ella supuso que tendría que usar una espada como su padre.
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[JACK HANMA RAP | DIENTES DE TITANIO | MEGAR]
Siempre busque ganar en la vida
Y nunca conseguí resultados
Tuve que ser parte de su medicina
Y dejar bien todo de lado
Apoyado esas drogas
Destruye cada musculo de mi piel
Todos vieron a Eri llorar en medio de un cuarto solitario mientras que sus brazos se encontraban vendados, aunque las vendas estaban claramente manchadas de sangre. Ella tembló al ver como Overhoul se acercaba nuevamente con un bisturí, dejando ver su terror en sus ojos.
