ღ𝕄𝕀 𝔾𝕌𝕃𝔽𝕀𝔼ღ ♡𝕄𝕖𝕨𝔾𝕦𝕝𝕗♡

♥25♥

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Habían estado todos estos días centrados en su cachorro, la verdad mentiría si dijera que no era agotador. Pero aún así era algo por lo que estaba sumamente agradecido. Además, tenían cierta ayuda de Nunew y sus demás empleados, por lo que realmente eran afortunados para poder darse más tiempo.

Como ahora, que Mew le pidió a Nunew cuidar al cachorro toda la tarde para ir a una cita con él. 

Mew estaba caminando por el corredor, había ido a organizar la reservación para comer y ahora esperaba proponerle a su esposo, esa cena para pasar tiempo juntos.

Se detuvo al pie de la puerta donde estaba su esposo escuchando una conversación.

Gulf tenía una voz calmada, había adoptado esa voz para hablarle a su cachorro, a quien siempre se dirigía con una esencia cargada de cariño y ternura. — Tu papi, era muy gruñoncito cuando conoció a Gulfie, siempre iba de aquí para allá con las cejas fruncidas, así — Con su cara hizo una expresión de enojado la cual el bebé veía con ojos muy abiertos pues estaba siendo alimentado.

El ponía atención a su papi.

Y Mew solamente se recargó en la puerta con una cara totalmente de enamorado. ¿Cómo Gulf podía ser tan perfecto? ¿Cómo se fijó en él?.

Debió de haber sido una muy buena persona en su vida pasada, tal vez fue la madre Teresa.

Gulf notó que su bebé se había quedado dormido, con la leche desparramada en sus lindos cachetitos sonrojados por el calor que tenía de estar en contacto tan cálido con su padre. Con cuidado lo limpio con una toallita húmeda y lo dejó en la cuna que estaba a lado de la cama.

Puso ruido blanco para que el bebé durmiera en paz y coloco el monitor para asegurar que no despierte.

Casi iba a salir de la habitación cuando Mew lo tomó del brazo y lo acorraló en el corredor del pasillo.

Fuerte fue su sorpresa cuando sintió los labios de Mew sobre los suyos, succionando su labio inferior con fuerza. Gulf sintió mariposas en su estómago ante ese contacto, sintió todos sus sentidos concentrados en las sensaciones que Mew provocaba en él. 

Las manos de Mew fueron a su cintura aprisionando con fuerza probablemente dejando sus manos marcadas con rojo, y cuando el Omega iba a soltar un jadeo ahogado, el azabache tomó provecho de ello y metió lengua a la boca contraria. Provocando que los ojos de Gulf se abrieran en grande.

¿Un beso francés?. ¿Que le pasaba a Mew?. Eso solo lo hacía cuando estaba en celo, usualmente solamente se daban pequeños piquitos.

Gulf siempre ha sido de lo más tierno para demostrar afecto y Mew estaba de acuerdo con cualquier forma que el Omega le demostrará lo mucho que lo amara.

Pero hoy parecía que eso no era suficiente para saciar al alfa.

Mew paso sus manos por la espalda de Gulf justo bajó su ropa, haciendo que el Omega respingara un poco del atrevimiento.

Pero jamás negando el acceso a nada. Gulf se entregaba total y completamente a la merced de Mew, por eso el andaba tan libremente, sabía que esos lares eran suyos.

Y de nadie más.

Gulf cerro los ojos ante las sensaciones, Mew estaba comenzando a calentarlo, le gustaba sentirse así, deseado.

Si se concentraba comenzaba a sentir como la respiración de Mew se aceleraba, mientras su lengua seguía restregandose con la contraría, chupando, lamiendo cada rincón de la boca del contrario hasta crear un remolino con sus bocas y mezclar totalmente sus salivas.

Gulf estaba comenzando a sentir cosquillitas ahí abajo.

Sus piernas flaquearon y se doblaron sus rodillas juntándose, mientras soltaba un gemido que solo pudo escuchar Mew.

¿Y sus planes de salir?. Eso no era lo importante ahora, la mente de Mew estaba completamente sumergida en su esposo.

Mew colocó su rodilla en medio de las piernas de su Omega, para mantenerlo firme sin que se cayera, pues las emociones del contrario siempre terminaban haciéndolo perder la cordura. Y la estabilidad.

— A-alfa — Susurró Gulf cuando el aire llegó a sus pulmones.

Mew lamió sus labios con ahínco, como si fueran el más delicioso caramelo. Pasó su lengua por su rostro, por su mandíbula, y por su cuello. Estaba extasiado. Este acto era totalmente impulsivo de él mismo y de su lobo.

— Gulfie, mi Gulfie di que eres mío, eres solo mío, dilo — Habló Mew en un susurro mientras dejaba besos en su oreja, y Gulf gimió cuando sintió algo.

Sus entrepiernas estaban ambas palpitando en sus pantalones. Podía sentir la presión.

— Gulfie, es de Mewie, solo de Mewie.

Mew sonrió en grande al no escucharlo titubear. Gulf esa frase la decía con mucha seguridad.

— Quería invitarte a comer bebé, solo tú y yo. Cachorrito se queda en casa.

Gulf puso un puchero al escuchar lo último. — Pero... cachorrito...

— Amor, cachorrito no puede estar presente.

Gulf con sus ojos logró darle a entender su cuestionamiento.

— Por que haremos cosas de adultos después de la cena — El alfa aún pegado al Omega, dió una falsa embestida a sus miembros, provocando un jadeo de parte de ambos — ¿No quieres que nos encarguemos de esto?.

El omega soltó un jadeo, después de asentir.

— Si quiero, alfa. Quiero que Mewie me haga sentir bien...

Mew soltó una risa sarcástica.

— Gulfie, se sentirá muy bien, déjamelo a mí. — Soltó Mew un beso en su  frente.

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