Capitulo 1: Cadena Nacional.

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El tintineo del reloj de bolsillo rompió el silencio de la habitación a las 7AM, marcando el inicio de un nuevo día en Londres. El escaso sol, arrojando pequeños destellos dorados sobre las calles humedas empedradas. Era una mañana fría típica de la ciudad sumida en la niebla y el vapor.

El detective Oliver Hawthorne luego de una ducha, un amargo cafe y un cigarrillo, se puso su sombrero de ala ancha, y ajustó el nudo de su corbata frente al espejo. Su mirada penetrante y su rostro curtido reflejaban años de experiencia en el rubro. Había dedicado su vida a desentrañar los misterios que acechaban en las sombras de Londres. Era un defensor de la justicia en una ciudad donde la pobreza y la marginalidad se extendían como una reciente plaga.

Mientras se dirigía por las calles adoquinadas, observaba con ojos cansados los rostros desgastados de los habitantes de los suburbios. Las arrugas de preocupación marcaban sus frentes, y la tristeza se reflejaba en sus ojos cansados. La crisis económica y energética había golpeado duramente a la ciudad, dejando a su paso una estela de pobreza y desesperación.

Las fábricas rugían a lo lejos, expulsando nubes de humo negro hacia el cielo. El ruido de los engranajes y las máquinas de vapor llenaba el aire, creando una sinfonía industrial que opacaba el latido del corazón de la ciudad. Era un recordatorio constante del progreso y la opulencia que solo unos pocos disfrutaban, mientras la mayoría luchaba por sobrevivir.

Oliver llegó a la estación de policía, una imponente construcción de ladrillo y hierro forjado. El edificio se alzaba como un guardián sombrío, testigo mudo de los crímenes. Mientras atravesaba las puertas de entrada, la sensación de responsabilidad pesaba sobre sus hombros.

El detective Hawthorne se adentró en su despacho, iluminado por la tenue luz de las lámparas de gas. Su escritorio estaba cubierto de expedientes y notas, cada uno representando un caso sin resolver.

En la radio y televisores del lugar sonaba la voz del Baron Victor Cromwell, un político astuto y magnate de la industria minera, el mismo se dirigió a la nación a través de una transmisión en cadena nacional para abordar la difícil situación y presentar su visión de esperanza.

Con una voz profunda y convincente, hablaba con determinación:

"Queridos ciudadanos de nuestra gran nación, hoy nos enfrentamos a una crisis sin precedentes: una escasez energética que amenaza nuestra estabilidad y bienestar. Pero permítanme asegurarles que no estamos desamparados."

Baron Cromwell habló con pasión y convicción, explicando cómo su empresa minera, conocida como Tamesis Industries, estaba comprometida a encontrar soluciones innovadoras para superar esta crisis. Detalló los avances tecnológicos y las inversiones en investigación que su empresa había realizado para desarrollar fuentes de energía alternativas y sostenibles.

"Mis queridos compatriotas, hoy les prometo que no solo aguantaremos esta crisis, sino que la superaremos juntos. Tamesis Industries está lista para liderar el camino hacia un futuro mejor. Nuestros esfuerzos se centrarán en la exploración de nuevas fuentes de energía, promoviendo la eficiencia y reduciendo nuestra dependencia de los recursos tradicionales".

El público escuchaba atentamente, cautivado por las palabras del barón. Algunos albergaban dudas y desconfianza hacia el magnate, pero muchos otros anhelaban una solución tangible para sus preocupaciones diarias.

"La crisis nos ha mostrado nuestras vulnerabilidades, pero también nos ha brindado la oportunidad de reconstruir y fortalecer nuestra nación", expresó el barón. "Mi compromiso y el de Tamesis Industries con el bienestar de nuestra sociedad es inquebrantable. Juntos, levantaremos a nuestra nación de las sombras y la guiaremos hacia un futuro próspero y sostenible".

El discurso concluyó con un aplauso cerrado por parte del público, con un halo de esperanza en sus corazones. El Baron Cromwell se retiró del podio, consciente del poder de sus palabras y decidido a convertir sus promesas en acciones concretas.

Sin embargo, en las sombras, algunos sospechaban de las verdaderas intenciones del barón. Mientras la nación se aferraba a su discurso como un rayo de esperanza, otros se preguntaban si Tamesis Industries tenía una agenda oculta detrás de su aparente generosidad y compromiso. La verdad, como siempre, se escondía en los recovecos más oscuros y solo el tiempo revelaría las verdaderas intenciones del magnate y su empresa.

Oliver comienza a leer los informes en su escritorio, cuando otro agente del lugar sorprendido por el discurso del politico comenta:

- Agente: "Hay algo que no me cuadra, he escuchado relatos sobre las transacciones financieras entre Cromwell y Tamesis Industries, parece que la empresa ha estado obteniendo contratos gubernamentales con facilidad, a pesar de la dura competencia. Además, hay rumores de que Cromwell tiene influencia directa sobre las decisiones políticas relacionadas con la industria minera."

Oliver frunció el ceño, sin muchas expresiones por las revelaciones del agente.

- Oliver: "Podria ser sospechoso. Tamesis Industries ha estado creciendo rápidamente en los últimos años, y si hay corrupción en juego, podríamos estar hablando de un escándalo de proporciones enormes. Pero necesitamos pruebas sólidas antes de sacar conclusiones. Además con los problemas que hay, no creo que el pueblo se moleste si este tipo gana dinero con su campaña siempre y cuando resuelva este desastre."

De pronto una llamada a la oficina de Oliver cortando la pausa de la conversación decia:

"Encontraron a Lord Harrington muerto."


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Sombra del Tamesis: Rebelión del Abismo.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt