Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
— ¡Abi! ¡Mira aquí! —
Abril estaba escalando en la mitad de un árbol caído, la otra chica llevaba un extremo de una planta de hierba al azar entre sus dientes cuando se volvió para mirar.
— Samantha, ¿Qué estás haciendo? —
— ¡Ven rápido, o el viento se lo llevará! ¡Mira! — La niña más joven exclamó con alegría, sonando demasiado emocionada mientras se agachaba en medio del campo, con las manos ahuecadas protectoramente alrededor de algo.
Abril dejó escapar una pequeña risa mientras saltaba y se acercaba. En medio de un campo de hierba alta, la castaña misteriosamente parecía aún más pequeña. — ¿Qué es? — Preguntó mientras se agachaba a su lado.
Con una sonrisa brillante, la chica en cuestión descubrió sus manos, revelando el artículo que había estado protegiendo cuidadosamente de la brisa primaveral de la tarde. Eran dos dientes de león perfectos: blancos como la nieve, redondos como los círculos de un libro de texto, sin una sola escama fuera de lugar.
Samantha notó que la rubia también miraba asombrada y se rió mientras arrancaba las flores con cuidado y le entregaba una primero. — ¿Sabías que cuando ves dientes de león, puedes pedir un deseo antes de soplarlos y se harán realidad? —
La ceja de la más alta se arqueó. La castaña no parecía el tipo de persona interesada en cosas como esa. — ¿En verdad? ¿Estás inventando esto? — Abril reflexionó, mirando a la más joven con una mirada inquisitiva que era medio burlona.
— ¡No! Alguien me dijo una vez. Rápido, rápido, cierra los ojos y pide uno. Hagámoslo juntas. — La más baja agitó su mano libre, su emoción apenas contenida. Con una sonrisa todavía plasmada en su rostro, cerró los ojos con fuerza, con tanta fuerza que las arrugas comenzaron a formarse. Si Abril la encontró entrañable, no se lo hizo saber. Solo dedicó un segundo a mirar a Samantha, sonriendo con cariño para sí misma antes de cerrar también los ojos.
Lo que deseaba, prefería llevárselo a la tumba que admitirlo en voz alta.
"Deseo pasar todas las mañanas junto a ti, hasta el final de la eternidad." —
Cuando los abrió de nuevo, los de Samantha ya no estaban cerrados. Esos ojos de gatito ahora la miraban con anticipación; como si estuviera esperando que terminara de pedir su deseo para poder volarlos juntas.
La joven de mayor estatura dejó escapar una pequeña risita, un asentimiento que significaba la luz verde que la castaña estaba esperando. La sonrisa de esta última se volvió increíblemente más brillante, antes de que ambas soplaran sus dientes de león al mismo tiempo.
— ¿Qué deseo pediste? — La de ojos café le dio un golpe en el hombro, los restos de los dientes de león esparcidos a su alrededor como copos de nieve en miniatura.
— ¡Abril, no puedo decírtelo! ¡O no se hará realidad! — La más joven miró hacia otro lado, un pequeño puchero se formó en su rostro.
— Aw, pero cuéntale todo a Abril. — Presionó Abril, derribando a la más bajo hacia el campo. Samantha solo gimió en protesta, pero no mostró signos de moderación.
El sol estaba alto sobre ellas. La brisa era cálida pero suave. En la distancia, la rubia podía escuchar el canto de los pájaros. Las gotas de rocío humedecían sus ropas mientras rodaban por el campo, pero a ninguna de las dos parecía importarle. Las risitas llenaron la tranquilidad del parque; era como si solo ellas dos estuvieran presentes en este vasto, vasto mundo.
Ellas apenas tenían 10.
˹ . . . ˺
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
