Un frío encuentro [Douma][Au]

Día 3.

Nota: El capítulo fue escrito desde mi computadora. Por lo cual puede haber fallas o faltas de acentos en algunas palabras.

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Mis ojos estaban fijó en la figura frente mío. Esos hermosos ojos violetas que sentía poder ver el universo en ellos. Su calidad sonrisa seguía en él, a pesar de todo, siempre me dedicó una sonrisa.

─Lo más aburrido de esta vida es morir ante tus propias manos,¿No lo crees? Te he visto lo capaz que eres con ese arco y katana, pero sobretodo tu conocimiento médico¿Vas a despedir todo eso?¿No deseas mostrar al mundo tu capacidad de ayudarlos? Sabes, estoy seguro que lograrás encontrar la cura para tu inusual enfermedad...

Abro más los párpados, sorprendido de sus palabras... ¿Él sabe la verdad?¿Sabe de mi condición?¿No va a dañarme?

─¿Crees que pueda hacerlo? No puedo, no he podido avanzar mucho, necesito encontrar una flor que jamás he visto, pero los escritos antiguos dice de su existencia ─Murmuro angustiado de solo pensar que todo mi viaje fue un desperdicio.

Todos los malditos años que he recorrido cada punta del país en busca de esta flor, abandonando China para venir aquí, ¿De verdad valió la pena?

─El tiempo te está consumiendo... Has nacido en un cuerpo débil con enfermedades que ni siquiera sabes que están presente en tí... Lo entiendo, lo comprendo totalmente... Sé que buscas el lirio de la araña azul, ambos estamos en la misma página del libro. Y estuvimos en el mismo estado físico en el que te encuentras.

Se arrodilla delante mío, en ningún momento me sentía tan calmado con solo verlo.

─Kyoichi... Nadie de aquí sospechara de tí, todos saben tu sensibilidad al sol, esta propuesta no cambiará eso, pero si te ayudará en otras cosas... ¿Por qué no te conviertes en un demonio y nos ayudamos mutuamente a buscar ese lirio? Prometo ayudarte cuando lo logremos...

─... Si lo hago,¿Podre sentir el sol en mi piel sin obtener quemaduras...?

Sus brazos se extienden, mis mejillas en sus manos, siendo acariciando con lentitud, como si no quisiera dañarme.

─Prometo que cuando encontremos la cura para mí y para tí... Te acompañare bajo los rayos del sol.

Cierro mis párpados, apreciado la calidez de sus manos en mi rostro... Ubuyashiki Kagaya, el hombre misterioso y tranquilo... Los rumores del rey demonio peligroso fueron una mentira para mí ahora mismo, él no transmitía nada que no sea una suave tranquilidad y verdad absoluta.

─¿Puedo arrancarte uno de tus ojos...?

Sostengo una de sus manos, abriendo los párpados para ver directamente a esos ojos violetas que se distingue hasta podría decir que brillaban.

Su expresión no cambió, no parecía sorprendido, más bien hizo que su sonrisa se curve más que antes.

─Claro, si eso te hace feliz.