7. Pruebas por superar.

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Lydia Salvatore.

Realmente estaba empezando a agotarme, despertar en una camioneta en movimiento con Hayley pateando los vidrios a mi lado realmente me enfurecía, estaba harta, desde que me enteré de que estaba embarazada habían sido secuestros, ataques y amenazas de muerte a diestra y siniestra, la idea de empacar y largarme de Nueva Orleans se volvía cada vez más atractiva.

Tyler maldito Lockwood era el encargado de mi actual secuestro, por qué tomó a Hayley conmigo, la verdad es que no lo se y no me importa, un tipo lo ayudó a llevarnos a rastras de la camioneta hacia un campamento al lado del lago, en realidad perecía un basurero y olía demasiado a humedad para mi gusto, decidí permanecer en silencio mientras observaba a Hayley intentar razonar con el chico Lockwood.

- Muchas cosas han sucedido Tyler – intentó explicar la morena.

- Sí, como el hecho de Lydia Salvatore está embarazada de Klaus y vives con ellos– arqueé mi ceja mirándolo expectante – y también se que estas debilitada, lo cual es perfecto para mí.

Hayley intentó refutar, sin embargo, le envié una mirada de advertencia, quería saber qué demonios estaba intentando Tyler y necesitaba ventaja sobre él, como lo era el hecho de que no supiera que había recuperado la fuerza de mi magia, parecía que mi aparente debilidad le había dado la valentía para atacarnos y secuestrarnos.

Encerradas en la cabaña, cada una amarrada a un extremo diferente de una estructura de hierro, escuchaba como Hayley intentaba convencerlo de que esto era una mala idea, de como no solo los Mikaleson, si no también los Salvatore vendrían tras él si me dañaba, también le preguntó por el lobo que ambas habíamos visto la otra noche en el pantano, pero no había sido él, algo que yo había supuesto en cuanto se lo preguntó, aún así no estaba demás dejar a la castaña intentarlo, cuando se cansó de hablar con Hayley llamó Dwayne, el tipo que lo ayudó a meternos en la cabaña.

- ¿Estas listo? – le preguntó al hombre, los observé extrañada, preguntándome qué pretendían.

- Hagámoslo – accedió el hombre.

Sin que me lo esperará, Tyler sacó una jeringa de su bolso y se acercó a mi con ella, motivo por el cual Hayley y yo nos alteramos.

- ¿Qué pretendes? – exclamé.

- ¿Qué haces Tyler? – dijo Hayley asustada.

El tal Dwayne me tomó por el brazo y Tyler se acercó decidido a mí con la jeringa.

- ¡Tyler detente! – grité.

- ¡Tyler por favor no! – luchó Hayley.

- Klaus destruyó todo lo bueno que había en mi vida – dijo mirándome a los ojos con rabia – Así que voy a quitarle lo que más quiere en este mundo.

- ¡No te atrevas Tyler! – pero mis gritos no lo detuvieron de apuñalarme dolorosamente con la aguja.

Con la aguja incrustada en mi vientre, extrajo un poco de sangre y luego la sacó, exclamé con alivio cuando lo hizo y miré horrorizada como se la inyectaba en el cuello a su amigo y le rompía el cuello, matándolo.


















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Relatos del Presente - Klaus MikaelsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora