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Bueno, después de que superé el shock inicial sobre la cantidad de mi cheque, me encontré con dos conclusiones. Conclusión uno: No tengo suficiente dinero para pagar todas mis deudas y comprar comida. Conclusión dos: Ya que el dinero no es suficiente para hacer las cosas que se mencionan en la conclusión uno, o bien tengo que robar un banco o llamar a mis padres y pedirles dinero.

La conclusión de la segunda opción era en realidad más aterradora que la primera porque no conocen a mi padre. Si tuviera que llamarlo y diría algo como: "¿Papá, puedo pedirte prestado unos 300.000 won por un par de semanas'" Él diría: "¿Vas a volver a la universidad para ser una doctora o abogada como yo quiero?" Voy a decir: "No, pero yo... ¿hola?" Y ese sería el final de la conversación.

Así que para evitar esa conversación, podría robar un banco, ser atrapada, e ir a la cárcel. De esa manera no tendría que ir a trabajar y ser mandoneada por esa Imbecil-zilla, no tendría que pagar las cuentas, y todas mis comidas serían gratis por el resto de mi vida, o al menos hasta que consiga la libertad condicional. ¡Maté tres pájaros de un tiro!

No estaba lista para ser una criminal por el momento, reuní valor y marqué el número de mi casa. Después de tres timbres estaba considerando la posibilidad de colgar.
"¿Hola?"

"¡Hola omma! ¿Cómo está mi hermosa madre hoy?" Siempre ayuda alabarlos un poco.

"Muy bien, ahora que pude escuchar la voz de mi hermosa hija. ¿Cómo estás cariño?" Quebrada y miserable.

"Estoy bien. ¿Cómo está papá?"

"Sigue igual. Demandando a todos como siempre. ¿Quieres hablar con él?" No, en realidad no.

"Sí, por favor". Me dijo que esperara, y mientras lo hacía practicaba lo que iba a decir en mi cabeza.

"Jennie."

"Hola Appa. ¿Cómo estás el día hoy?"

"Considerando todo, estoy bien. ¿Cómo te va a ti?" No muy bien. ¡Quiero volver y gastar tu dinero como en los viejos tiempos!

"Me está yendo bastante bien por mi cuenta. Tengo un nuevo trabajo." Gruñó y me estremecí, teniendo flashback de mí trabajo.

"¿No eres la chica del correo o una secretaria como cuando trabajabas para mí, cierto?" Era la MUJER del correo y ¿qué tenia de malo ser una secretaria? Sí, no iba a decirle eso a él.
¡Por supuesto que no Appa! Ya estoy más allá de esos puestos de trabajo de baja categoría". ¡Mentiras, oh las mentiras!

"Es bueno saberlo. Entonces, ¿qué haces?" Hm, tenía miedo de que lo preguntara.

"Soy... uh, una negociadora de la empresa. Sí, ellos vienen a mí para tomar decisiones importantes. Soy nueva, así que no tengo mucho que decir todavía, pero mi jefe dice que tengo un gran potencial." Mi yo interna rodaba y se reía de mí. Me mordí las uñas aguantando un sollozo. No puedo creer que acabo de mentir de esa manera.

"Bueno, entonces bien por ti hija. A pesar de que quería que fueras abogada como yo, o doctora, me siento orgulloso de que terminaras con un trabajo de verdad. Entonces, ¿cómo va el dinero?"

"Bueno, recibí mi primer cheque hoy, pero ya que estoy empezando, en realidad no es mucho todavía. Me preguntaba si podía pedir prestado algo de dinero hasta que me den el próximo". O hasta que consiga un segundo trabajo en un restaurante de comida rápida.

"Claro hija. ¿Cuánto necesitas?"

"Um, 300.000 wones. Pero te voy a pagar y..."

"Te lo enviaré mañana hija. Gracias por llamar, pero tu madre me está llamando para cenar. Hablamos luego hija." Colgué con la boca abierta.
 

– Una mentira me consiguió dinero. ¡Me siento horrible!" Agité mis brazos a mi alrededor. Kuma ladró y saltó sobre el sofá en mi regazo. Le di una palmadita suave en la cabeza y me lamió la cara en agradecimiento.

–Esto es lo más lindo que has sido conmigo en casi dos semanas. ¿Sólo me quieres por mi dinero, no?
Otro ladrido. Bueno, al menos uno de nosotros era honesto.

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El trabajo al día siguiente fue en su mayor parte decente. Trabajé todo el día hasta el almuerzo sin muchas interrupciones de la señora Diabla. Por supuesto, el silencio era oro, pero al parecer las órdenes eran diamantes.

–Jennie, necesito que hagas una tarea muy importante antes de que el día termine. –Oh Dios.

–¿Qué es, joven? –Se levantó y me tendió una tablilla con un papel que tenía varias líneas y números en ella. Junto a ella había una lista de indicaciones

–Actualmente estoy buscando una nueva sirvienta, así que he decidido que lo mejor sería llevar a cabo una entrevista tan pronto como sea posible. Es muy importante que hagas esto hoy. –Me quedé mirando el papel unos minutos antes de mirarla a ella para ver si se estaba riendo de mí, porque esto sonaba como una broma.

–¿Quieres que realice una entrevista para sirvientas? –Ella asintió con la cabeza y puso sus manos en sus bolsillos.

–Ya hice los arreglos para que se lleve a cabo en la sala de conferencias por el pasillo ya que se utiliza muy poco. Las candidatas deben estar llegando ahora mismo.

–¿Y qué pasa si no encuentro una que cumpla con todas sus directrices? –La chica linda tendría que limpiar su propia casa.

–Entonces tendría que depender de ti para que te ocupes de ella personalmente ya que eres mi secretaria personal. –Odié la forma en que hizo hincapié en la palabra personal. Me hizo sentir como una prostituta.

–¿Te refieres a que seré tu sirvienta?

–No del todo, pero algo así. Así que si no quieres ser mi sirviente, te sugiero que busques bien. –Ella hizo que me retirara diciendo que debía ir a la sala de conferencias. Afuera había sillas alineadas en la pared y había un montón de mujeres mayores allí. Tragué saliva y miré alrededor.

–Bueno, a hacer la primera entrevista. – ¡Oh Dios, este iba a ser un largo proceso!

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–Lo siento, pero usted no cumple con todas las condiciones. Que tenga un buen día. –La duodécima ahjumma se retiró y tan pronto cuando se fue golpeé mi cabeza contra la mesa.
Todas las mujeres estaban más que calificadas para el trabajo, pero ninguna de ellas cumplía con todos los requisitos. Que por cierto eran ridículos. ¿Por qué una sirvienta tenía que tener conocimientos de primeros auxilios? ¿O no tener hijos? Su última empleada debe haber sido un robot o algo así.

–¡Siguiente! –Nadie entró y luego la realidad se hizo presente. Si no quedaba nadie que significaba... –¡Oh, claro que no! ¡Yo no voy a ser su esclava! –Bueno, no más de lo habitual. Salí corriendo de la sala de conferencias para comprobar si quedaba alguien, pero no había absolutamente nadie. Quería llorar.

–¿Jennie? –Miré hacia arriba y vi a Raina allí de pie con una sonrisa de disculpa. –La joven Manoban dice que quiere ver si terminaste con las entrevistas. 

Suspiré y tomé el camino de la muerte hacia su oficina. Cuando entré, ella me miró con las cejas levantadas.

–Así que ¿tengo una nueva sirvienta que no serás tú? –Me mordí el labio y negué con la cabeza.

–Pero hubo algunas muy buenas y...

–Aquí está la clave y la dirección de mi casa. Sólo tienes que entrar dos veces a la semana a partir del sábado. Te pagaré extra por supuesto.

–¿Dinero? Me animé y tomé la llave y el pedazo de papel.

–¿Esto es sólo temporal, cierto? –Ella asintió con la cabeza y juntó las manos.

–¿Alguna pregunta? –Sí, ¿por qué diablos estás tan tensa? Sonreí y sacudí la cabeza.

–No, señora. Gracias. –No hay necesidad de dejar pasar un par de dólares ¿no?

























Se vienen cositas😈

Devil Boss |Jenlisa|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora