UN ABRAZO

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Ángela

Un abrazo de esos que te arman cuando estás roto, de esos que transmiten tranquilidad , cariño y que son tan sinceros, que no quieres que terminen jamás, pasaron los minutos, nos soltamos, ella me sonrió.

- Me iré a dormir- sonreí.

- ¿Quieres que te lleve?- la mire.

- No, no hace falta- me alegro que se ofreciera pero me da miedo la reacción de mi padre.

- Puedo llevarte , sin problema- insistí.

- No, de verdad, vivo muy cerca de aquí- intente convencerla.

- Esta bien- tomaba su mano, ella beso mi mejilla.

- Que tenga bonita tarde- ella me soltó, camine hacia el camión , al llegar a casa, mis padres no estaban, me fui directo a mi habitación .

Ángela

La vi irse, regresé al estacionamiento, coloqué mis cosas en el asiento del copiloto y conduje hacia mi casa, antes pasé por comida, no tenía ganas de cocinar, quería disfrutar la tarde con mis hijas, al llegar a casa, para mi sorpresa ahí estaba Alejandro, al ver su auto pensé en dar media vuelta e irme, pero no era lo correcto, quiero verlo otra vez, verlo y saber que ya no me duele, era un reto personal, tomé aire, respire profundo un par de veces y abrí la puerta, mis hijas estaban con el , sentadas en el sofá, yo saludé, desde al puerta.

- Hola, buena tarde- cuando aparecí en la sala, mi hija mayor se levantó, me abrazo.

- Ma- la abrace con fuerza.

- Hola mi amor- bese su mejilla, Alejandro se puso de pie, acomodó su saco.

- Hola Angela, buena tarde- la mire.

- Buena tarde Alejandro, no sabía que vendrías- lo mire.

- Si, disculpa por no avisar – mi hija menor se acercó a mi, me abrazo, y respondió.

- Vino a verme- dije mirando a  mi madre- vino a invitarnos a pasar la tarde con el, mi madre me miró.

- Claro, pueden ir- mi hija mayor me miró.

- Yo prefiero quedarme contigo- mire a mi padre- tenemos plan- me molesta que venga así, sin avisar y me preocupa mi mamá, no quiero que vuelva a estar triste, ella me abrazo.

- Puedes ir con ellos, dejamos el plan para el fin de semana- intente convencerla.

- No, prefiero quedarme contigo, no tengo ganas de salir- tomé su mano, quería hacerle saber que estaba ahí con ella, apoyándola, mi padre, camino hacia la puerta, mi hermana o no lo soltaba.

-  Gracias Angela , más tarde traigo a Edna- estaba frente a ella y ella se veía tan Segura, tan tranquila.

- Si, esta bien, que se diviertan- los vi salir por la puerta, mi hija me abrazo- estoy bien amor- me sentía bien, empezaba a verlo como el padre de mis hijas, supongo que el amor se irá transformando, pensé, mi hija se acercó.

- La mesa está lista- ella se quedó en la sala yo fui a preparar todo para comer, le di su espacio.

- Gracias- caminamos conversando hacia el comedor, al terminar la comida,  preparamos palomitas, ella hablaba de sus estudios, algunos amigos y finalmente mencionó a un tal Jorge.

- Jorge es un amigo, ma- sonrisa nerviosa- no me gusta- me empeñe en negarlo.

- Si te gusta no esta mal- le dije.

- Si, puede ser- sonreí- ¿ y si fuera una chica?- me interesaba saber la postura de mi madre ante eso del mundo lésbico y gay, se dio vuelta dejó lo que hacía, se acercó a mi.

- Yo te amo, eres mi hija, parte de mi- la mire a los ojos- eres una excelente chica, y tus preferencias sexuales no cambiarían en nada mi amor por ti- de eso estoy segura es mi hija, la amo.

- Gracias, ma- la mire- quédate tranquila, si me gusta Jorge- ella sonrió.

- Cuéntame más de él- le dije mientras colocaba las palomitas en un tazón,  servia el refresco.

- Es mi compañero de clase, es mayor que yo por 4 años, es su segunda carrera, estudia psicóloga conmigo los sábados, mi madre escuchaba atenta, finalmente no vimos la película pasamos la tarde y parte de la noche conversando del chico que me gusta, de mis estudios, cuando vi el reloj me levanté del sofá, mi madre hizo lo mismo.

- Mañana tenemos que levantarnos temprano- dije mirando el reloj.

- Si, ma, me iré a dormir- bese su mejilla, mi hermana se quedó con papá, así que esta noche no dormirá en casa.



Angela

Caminaba sin prisas del estacionamiento a la entrada del colegio, entre a la sala de profesores, mi hermana estaba ahí, al verla la salude.

-Hola, buen día- una sonrisa se dibujó en mi rostro.

- Hola que gusto verte- la abrace con fuerza.

- ¿ cómo estás?- le di una sonrisa, mi hermana me observaba atenta.

- Bien, todo bien- la vi más tranquila, sus ojos ya no estaban hinchados lo cual me alegra, yo me ausenté del colegio y no la había visto, solo llamadas- me alegra verte mejor- sonreí.

- Si, firme el divorcio, en buenos términos- suspire- estoy retomando mi vida- cuando dije eso vino a mi mente Daniela, lo cual me sorprendió, pero no presté tanta atención.

- El fin de semana festejamos a mi hijo, las estaré esperando- sonreí, mi hermana se veía diferente, tranquila, relajada, con un brillo especial en sus ojos.

- Ahí estaremos- sonreí.

- Te veo más tarde- bese su mejilla, salí del aula.

Daniela

Las clases iniciaban y yo tenía un fuerte dolor de estómago, Elizabeth , se acercó.

- ¿ segura que estás bien?- la mire, estaba pálida.

- Si, todo bien- en realidad me dolía mucho el estómago, minutos después decidí ir a enfermería el profesor  insistí en que alguien me acompañara pero no quise, salí del aula, camino a la enfermería, baje las escaleras, a la mitad del camino me detuve, todo me daba vueltas, alguien sostuvo mi brazo, rodeó mi cintura , sin decir nada me llevo directo a la enfermería, me dieron medicamento, me quede dormida, unos minutos al abrir los ojos ahí estaba - ¿ Angela?.

ANGELA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora