ENAMORADA DE TI

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  Ángela
  Al salir de las clases, subí a mi auto, lo encendí, tenía una cita con Veronica, necesitaba decir lo que me pasaba, lo que me molestaba, conduje al llegar, ahí estaba ella, yo caminé hacia su mesa.
 
  - Muy puntual- dije sonriendo, la hora de hablar de mis sentimientos, había llegado, debía y quería saber que me pasaba con esa chica.
 
  - Claro, no todos los días tú mejor amiga se va a confesar- ella soltó una carcajada, yo me puse de pie, la abrace y bese su mejilla.
 
  - Quiero un café- ordenamos dos cafés y yo agregué una rebanada de pastel de chocolate, cuando lo dije Veronica dijo.
 
  - Esto estará intenso- me acomode en la silla, nuestra orden llegó, pasaron unos minutos- te escucho, lo que digas aquí no saldrá de mí jamás, así que te escucho- Angela sonrió, corto un trozo de pastel, lo comió, recargada de la silla, cruzada de brazos.
 
  Angela
  Estaba pensando que pasaba en mi corazón, en mi cabeza, estaba intentando entender o más bien afrontar lo que pasaba, respire profundo, recargue mis manos sobre la mesa, Veronica bebía su café.
 
  - Es algo, largo de contar- estaba apenada, por lo que pasaba.
 
  - Tengo toda la tarde, la noche, la madrugada, mañana es sábado, así que no te preocupes tengo tiempo.
 
  - Pero yo debo ir a casa, mis hijas- ella no me dejó continuar.
 
  - Tus hijas están con su padre, así que ya dime- la mire, no la dejaría irse con ese sentimiento que la atormenta y la tiene tan mal.
 
  - No tengo idea de lo que me pasa, o más bien de lo que te imaginas que me pasa- me sentía nerviosa, pero también sabía que es mi oportunidad para hablar de lo que me pasa, quizás ella entienda y tenga la respuesta.
 
  - Yo no me imagino nada Angie, tu celas a la chica, tu rostro cambia cuando hablas con ella o cuando coinciden y te sonríe, eso lo vemos todos- cuando dije todos, ella abrió los ojos como platos, sus mejillas se sonrojaron.
 
  - ¿Todos? - me preocupe por mi hija, por mi empleo que estaba en juego, por mi ética profesional.
 
  - Si, es muy evidente que algo pasa, que tú sientes algo más que un cariño profesor- alumno- se lo tenía que decir, quizás ahora sea más precavida.
 
  - Yo- respire profundo, quizás para darme valor- no sé qué siento, estoy confundida- lo dije al fin- ella estuvo conmigo cuando pasó lo de mi ex – tome mi taza de café.
 
  - Quizás sea agradecimiento- Angela me miró, colocó su taza sobre la mesa, llevo sus manos a la cabeza.
 
  - No- recordé- algo de ella atrajo mi atención, desde la primera vez que la vi en el aula, después cuando me dio mi chaqueta- sonrisa- sus ojos me parecieron lindos- suspire- cuando fue mi separación, ella me abrazo y en ese momento yo sentí que mi corazón se reparó, que – no tenía calor para continuar, pero quería hacerlo, quería y necesitaba contarlo, hablarlo, quizás así yo podría entender lo que siento- mi corazón latía otra vez, me dio paz, me alegraba con sus detalles, hasta que- recordé lo de mi hija y el director.
 
  - José te lo dijo porque era muy evidente amiga- la miré- yo me di cuenta de que tu actitud no era de una profesora al menos no con ella- di un sorbo a mi café, quería seguir escuchándola.
 
  - Supongo que fui – me apené – que fuimos muy intensas- sonreí- no me atrevo a ponerle un titulo a lo que siento solo sé que, en unos meses se irá, que tiene un novio y yo no tolero verlos juntos- deje caer los hombros.
 
  - Claro en unos meses sale del bachillerato, termina una etapa- sonreí- entonces será mayor de edad y tú puedes decirle las cosas, decirle lo que sientes la anime- por ahora no seas tan evidente – ella sonrió.
 
  - Fui muy intensa en mi actitud con ese chico- reír- pero es que- no, nada.
 
  - Dime- la anime.
 
  - Tienes razón si me pongo celosa, me siento celosa de todos los que se acercan- suspire- de la coach del equipo, de ese chico- dije molesta.
 
  - Debes controlarte- la mire- debes ser paciente, ya solo faltan unos meses para que ella egrese y sea mayor de edad, para que puedas decirle lo que sientes y se tomen un café o una copa de vino o quizás- sonreí.
 
  - No, no, ni lo pienses- la conozco- eso no lo he pensado, si acaso un beso y un abrazo, pero lo sexual- sonreí- no- mis mejillas se sonrojaron.
 
  - Cuenta regresiva amiga- sonreí.
 
  - No, se si le diré algún día lo que siento, ella se va- recordé lo que decía su hoja.
 
  - ¿A qué universidad? - pregunté.
 
  - Se va a 18 horas de aquí en auto – eso me llenaba de tristeza.
 
  - Angela- la mire- existen aviones, formas cuando se quiere, siempre se puede- la anime.
 
  - No es tan fácil- suspire- tengo dos hijas, soy profesora, ella es mucho mejor que yo – tengo todo en mi contra- todo parece indicar que ella está interesada en los chicos- me recargue de la silla- no tengo esperanzas- debía ser realista.
 
  - Ey- ella levantó la mirada- no lo hagas, no te cierres la puerta antes de hacer intentado- yo quiero que esté tranquila, que se controle y que no siga con sus ataques de celos.
 
  - No, tengo más opción- sonreí, la velada pasó cambiamos de tema, hablo de sus conquistas, de su próximo viaje, hasta que nos despedimos- Gracias por escucharme- la abrace.
 
  - Siempre contarás conmigo- sonreí- te quiero celosa- ella sonrió- descansa y disfruta tu fin de semana- le di una sonrisa.
 
  - Cuídate- caminamos en diferentes direcciones, subí a mi auto, conduje hacia mi casa.
 
  Daniela
  El fin de semana se fue tan de prisa, era lunes, no sabía si alegrarme o preocuparme por ver a la profesora Angela, respire profundo, tome mi bolso y salí de mi habitación, llevaba también mi maleta de deportes, hoy iré sola al colegio mi padre está de viaje, camine hacia la parada de autobús, durante el trayecto, escuchaba música al llegar al colegio me encontré con Elizabeth.
 
  - Hola, amiga- sonreí.
 
  - Hola, ¿qué tal tu fin de semana? - caminamos, juntas conversando, la primera clase era con la profesora Angela, al llegar al aula, ella ya estaba ahí, al verme me sonrió.
 
  - Buen día chicas- les di una sonrisa.
 
  Elizabeth
  Yo a penas y respondí, no me cae bien, no ma tolero y si no fuera mi profesora haría lo que hice un año atrás, ignorarla, Daniela y yo nos sentamos, la clase inicio.
 
  Angela
  Termine mi clase, fui a desayunar a la cafetería y ahí estaba ella, con ese chico, intente no prestar atención, a la hora de la salida, los vi, cerca del estacionamiento, besándose, al verlos, sentí celos, me incomode, pero no podía ni debía hacer nada, subí a mi auto, recargue mi cabeza sobre el respaldo y en tono suave dije: Daniela, estoy enamorada de ti.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

ANGELA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora