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Los grandes ojos de Chaeyoung se abrieron en asombró al ver como una pequeña cachorra corría hacía la alfa envolviendo sus manos alrededor de sus piernas mientras sonreía grandemente haciendo que sus regordetes mejillas se alzaron un poco, llamando así la atención de Mina que bajo la mirada encontrándose con el brillante rostro de La pequeña

- Mina unnie volvió - exclamó con voz dulce batiendo sus pestañas de manera encantadora mirando atentamente el rostro de la alfa antes de posarlos sobre la bebé que descansaba en sus brazos sintiendo de pronto algo de curiosidad y felicidad.

Habría otra cachorra en el hogar.

- Momoring - musitó la pelinegra soltando una ligera risa al ver que tenía restos de chocolate en todo su rostro - ¿Que te hemos dicho de salir sola hasta el jardín?

- que es malo - exclamó con un puchero soltando sus manos del agarré de la pierna de Mina puchereando un poco en forma de protesta - lo siento Unnie es que sentí que llegó y quería verla porque le tengo un regalo. Venga conmigo - la pequeña le hizo seña para que se adentrará al refugio así que siendo la alfa consentidora que está era, la siguió mirando cada cierto tiempo tras de si, específicamente a una Omega que caminaba con pasos temblorosos inspeccionando el lugar haciendo que una sonrisa se instalara en los  labios de Mina.

"Bonita" concluyó después de un par de segundos antes de sacudir su cabeza para dejar de pensar en eso y prestar toda su atención hacía la pequeña que tiraba de forma insistente la tela de su pantalón

- Unnie, rápido por favor - murmuró en queja viendo cómo la alfa avanzaba poco a poco hasta llegar al espacioso recibidor en dónde se pudo escuchar como algunos niños chillaban en emoción al ver a la alfa nuevamente.

Y es que para nadie era un secreto lo mucho que era amada Myoui Mina por los cachorros del centro. Para la alfa siempre fue fácil tratar con niños y más específicamente aquellos que habían sufrido algún tipo de violencia por parte de sus padres, siendo así la encargada no solo de sanar sus heridas físicas, si no también las internas.

- calma Momoring, no puedo ir tan rápido llevo a una cachorra en mis brazos - murmuró sintiendo un agradable olor a chocolate inundar todo el lugar haciéndole soltar un ronroneo inconsciente mientras su boca se hacía agua tan solo con esa deliciosa esencia y es que para nadie era un secreto lo mucho que Mina amaba el chocolate

- lo siento Unnie - exclamó Momo apoyando sus manos en sus mejillas al sentirse un poco avergonzada frente a su alfa favorita

- hey, está bien pequeña, no pasa nada solo debemos tener un poco más de cuidado la próxima vez ¿esta bien? - la pequeña asintió en respuesta estirando su mano con la intención de volver a tirar del pantalón de la alfa siendo esta vez interrumpida por la castaña

- Momo, Mina está ocupada - exclamó dulcemente acercándose un poco a la pelinegra pellizcandole una de sus mejillas - tenemos visitas y debemos ayudarlas a instalarse

- pero...

- cuando termine aquí - musitó Mina arullando a la cachorra que se movía en sus brazos reclamando silenciosamente su atención - seré toda tuya que te parece mmmh?

- okey - la pequeña miro por última vez a la alfa antes de posar su mirada sobre la tímida rubia sonriéndole chiquito para después salir corriendo arrojándose a los brazos de una Omega que la esperaba a fondo de aquel salón con su ceño fruncido.

- bueno, por aquí Chaeyoung-ssi, te mostraremos lo que será tu dormitorio - murmuró Nayeon empezando a caminar hacía un pasillo que las guío hasta unas habitaciones que estaban rodeadas por algunas plantas y cuadros colgados sutilmente sobre la blanca pared - no es demasiado grande pero estoy segura que será más que perfecto para ti y tu cachorra - como buenamente pudo la Omega mayor maniobró las maletas con sus manos tomando el pomo de la puerta entre sus dedos, girandolo así un poco revelando como había dicho anteriormente un pequeño dormitorio que contaba con una cama, una cuna y una mesita de noche en dónde descansaba una lámpara de lectura

- ¿que te parece? - inquirió Mina curiosa ante el silencio de la Omega removiendose un tanto nerviosa en su sitió - sé que no es la gran cosa, pero aquí puedes personalizar la habitación a a tu gusto, además que se te da un poco de presupuesto para que puedas comprar muebles, cortinas o lo que quieras

- me encanta - Chaeyoung sonrió por primera vez dejándole ver a la alfa los lindos hoyuelitos que se formaba en su sonrojada mejilla dejándola con la imperiosa necesidad de hacerla reír más seguido para ser testigo de ese bonito espectáculo - está preciosa, muchas gracias de verdad - sintió sus ojos picar y una pequeña chispa de emoción recorrer su cuerpo Chaeyoung hizo una reverencia en agradecimiento por todo lo que estaban haciendo por ella en tan poco tiempo.

Joder, la Omega quería llorar pero esta vez no era por tristeza, no era por los golpes que recibía de su alfa o por sus hirientes palabras, esta vez era de alivió y felicidad.

Se sentía bien.

Se sentía diferente

Pero bien.

- nunca tendré como pagarles por todo esto

- tu tranquilidad y comodidad serán nuestro pago - se animó a responder la alfa al ver como el brillo cubría los ojos de la Omega -  recuerda que para eso estamos aquí para ayudarte, para quizás hacerte la vida un tanto más fácil.

- yo...yo... - la Omega mordió sus labios tratando de retener el sollozó que amenazaba con salir de estos - solo, gracias no saben cuánto significa todo esto para mí

- no agradezcas Chaeyoung-ssi, que te parece si mejor organizas tus cosas y te encuentras con nosotras en el recibidor. Te estaremos esperando con chocolate caliente

- ¡oh! - musitó jugando nerviosamente con sus manos tomando un par de minutos para armar mejor la frase en su mente - yo, creo que preferiría descansar, fue un viaje agotador y lo siento

- no te disculpes - respondió Mina con una pequeña sonrisa en sus labios - está bien que quieras descansar, por favor recuerda que aquí eres libre de hacer lo que desees - Nayeon asintió dejando los bolsos sobre el suelo de madera antes de acercarse a Chaeyoung mirándola directamente a los ojos

- No tengas miedo, nosotras aquí te cuidaremos, estas a salvo, están a salvo - murmuró - ahora te dejaremos descansar, nos vemos mañana, cualquier cosa que necesites mi habitación está a dos puerta de estas, solo debes tocar y yo saldré ¿okey?

- okey - respondió Chaeyoung mirando de soslayo a la alfa que aún sostenía a su cachorra en sus brazos

- Mina - dijo Nayeon llamando la atención de la pelinegra sacándola de sus cavilaciones mientras le señalaba con la cabeza a la cachorra dándole entender en silencio lo que quería decirle

- oh, cierto - exclamó acercándose en dos pasos hasta Chaeyoung con sus largas piernas quedando aún par de centímetros extendiendole a la bebé que fue rápidamente recibida por los brazos de su madre escuchando el débil sollozó que se escapó de sus labios - Es una buena cachorra, por favor llévala más tarde a mi consultorio para hacerle un chequeo ¿que te parece?

- si, si, está bien.

Mina formó una línea recta con sus labios, dejando escapar el aire con un suspiró

- ten bonita noche Chaeyoung-ssi.

cicatrices Donde viven las historias. Descúbrelo ahora