Capítulo 2.- La guerra no es fácil

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Disclaimer: Los personajes de Good Omens no me pertenecen, sino a Neil Gaiman y Terry Pratchett, a la BBC y Amazon. Este fanfic lo hice solo y únicamente como diversión.

Personajes: Crowley/Aziraphale

Aclaraciones y advertencia: Omegaverse, violencia, muerte, intento de violación, diferencia de castas, mpreg y lo que se me ocurra.

Beta Reader:

Resumen: La familia de Crowley lo envía a la guerra esperando que, siendo omega muera en el campo de batalla, pero sobrevive; conoce a Aziraphale, el monarca que desea unificar el continente, juntos iniciaran un viaje de enemigos a amigos y finalmente amantes.

Advertencia de capitulo: Contiene Non Con, abuso de menores.

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Caballero del emperador

Capítulo 2.- La guerra no es fácil

Cuando Anthony cumplió 14 años fue reclutado junto a otros chicos de diferentes linajes nobles. Todos ellos estaban en su misma situación; era solo ganado que iba rumbo al matadero, aun así, ellos tenían una ventaja sobre él, contaban con el apoyo de sus familias que pagaron para garantizar su seguridad.

Cuando partieron al campo, todos los niños fueron despedidos por sus manadas, menos Anthony quien solo tuvo a su viejo maestro de su lado. Las madres lloraron y obsequiaron pañuelos a sus hijos como talismán para mantenerles seguros, pero él, solo recibió una armadura y una espada de baja calidad, pero al menos era algo.

Hell ha estado en guerra con Báratro, un reino adyacente a ellos durante mucho tiempo, tanto que ya se había vuelto tradición tomar un descanso en la temporada agrícola, lo que solo les dejaba la época de invierno para las acciones bélicas. Nadie ganaba, todos perdían, algunos más que otros, pero por supuesto que a ninguno de los monarcas parecía molestarle.

Los jóvenes nobles que fueron reclutados que ese año eran enviados a la batalla iniciarían en el rango bajo y si sobrevivían a 3 batallas, se les otorgaría el título de caballero, la razón era que la corona quería ahorrarse el alto costo de compensación a las familias nobles.

La base a la que Anthony fue enviado era una en la montaña, uno de los lugares con mayores bajas pues el terreno era traicionero y el inclemente clima solía llevarse a más soldados que los propios enemigos. La mayoría de los nobles sobornaban a los oficiales para evitar que sus preciosos hijos llegaran ahí, pero por supuesto que él no contaba con el respaldo de su familia, lo que lo dejaba a merced de su mala suerte junto a los plebeyos.

—Bienvenidos al infierno —Su comandante, un hombre que olía tan mal como su apariencia. Se paseó entre los nuevos reclutas mientras estos se ponían rígidos como una tabla mientras un subordinado gritaba las reglas.

Entonces, el hombre se detuvo frente a Anthony.

—¿Un omega? —Anthony no lo miró, pero respondió la pregunta. Sir Hastur tenía una reputación no muy buena y él sabía que no debía estar de su lado malo —¿Eres virgen?

—¿Disculpa? —cuando levantó la vista, Hastur lo abofeteó con tanta fuerza que solo sus reflejos le impidieron caer al suelo.

—Te hice una pregunta, ¿acaso eres idiota? —dijo Hastur enojado —. ¡Responde pedazo de basura!, ¿eres virgen sí o no? —Anthony gruñó antes de escupir la sangre causada por su labio roto.

—Sssi.... ssseñor... ssssoy virgen —respondió siseando. Aquello era algo que hacía cuando se estresaba, una herencia (junto a sus ojos), de su difunta madre. Hastur asintió mientras se relamía los labios, pero su expresión de lujuria rápidamente cambió al notar la viperina mirada del omega.

Todo Hell había escuchado historias de la noble familia Áspid; se decía que sus miembros tenían "ojos de serpiente" como símbolo de su pacto con alguna deidad olvidada, pero eso no era lo importante; todo aquel que osara lastimarnos de una u otra manera encontraría un trágico final.

Anthony estaba rígido, aguardando su inminente futuro. En su lugar Hastur gritó otro nombre; un hermoso chico beta que respondió de inmediato al llamado se acercó con rapidez.

—Te quiero en mi tienda esta noche —le ordenó antes de retirarse. Estaba claro lo que quería y Anthony se permitió sentir un poco de pena por el chico. Ese fue solo el principio del infierno para muchos de ellos.

Todas las mañanas un nuevo recluta salía de la tienda del comandante y ninguno volvía a ser el mismo; los alfas que pasaron por eso muchas veces buscaban que el enemigo los asesinara para ya no cargar con la vergüenza y la deshonra. Anthony no era tonto, sabía que su suerte podría acabar y terminar en la tienda igual que muchos antes que él, pero ya se había resignado a ese posible futuro.

Entonces sucedió. Era más que consiente de que podría pasar tarde o temprano, pero de todos modos fue un shock. Tan pronto como entró a la tienda, fue obligado a arrodillarse. Apretó los ojos, luchando contra el dolor al ser jalado del cabello. No era Hastur, pero sí otro oficial, un beta que le obligó a abrir la boca y metió su miembro.

El olor, el sabor... la sensación misma era horrible. Luchaba con las náuseas, la falta de oxígeno y el agudo dolor en su mandíbula. Pero el hombre no lo soltó hasta que no se derramó en su boca, y entonces lo obligó a tragar toda su viscosa sustancia.

—Eres un omega noble, así que seré generoso y te permitiré seguir intacto —dijo con burla mientras Anthony tosía tratando de recuperar el aliento.

Sí, técnicamente seguía siendo virgen, pues no había sido anudado, pero eso no hacía que fuera mejor. Al salir de la tienda fue al bosque y descargó su ira con un árbol, no lloró, no les daría la satisfacción de verlo débil.

Cuando el invierno llegó y las batallas comenzaron, aquel beta que abusó de él fue alcanzado por una flecha que se le insertó en la boca y agonizó durante días antes de morir a causa de la infección. Gracias a eso, Anthony se ganó el apodo de la serpiente demonio y ninguno volvió a intentar tocarle.

Pasaron 6 inviernos y sobrevivió a todas y cada una de las batallas. Se convirtió en oficial y se le dio el cargo de un pequeño ejército. Seis años de violencia lo hicieron más fuerte.

Con 20 años ya era un omega joven adulto, pero él todavía parecía un adolescente. La mayoría de los omegas y mujeres a esa edad ya tendrían curvas, pero él no, aunque bueno, no es que no las tuviera, pero bajo la armadura y ropa de caballero se mantenían ocultas.

La mera falta de comida y el constaste desgaste físico en batalla lo mantenían delgado, pero eso no lo detuvo para ganarse fama. Era infame, un omega caballero que sobrevivió 6 años era inusual.

Los enemigos le llamaban puta o demonio a causa de sus ojos, aun así, había algunos que se burlaban de su país por enviar a omegas a hacer el trabajo de hombres y alfas, incluso sus propios compañeros solían ser odiosos, pero jamás físicos pues temían a la maldición de su familia materna.

Solo debía sobrevivir 4 años más y entonces podría regresar a casa, los títulos y propiedades de su familia pasarían a su nombre y podría expulsar a sus padres y molesta hermana.

Entonces los rumores del nuevo rey de Edén comenzaron a correr como pólvora por todo el continente. Tenía la misma edad que Anthony, un alfa de aspecto suave con dorados cabellos y mirada dulce pero que también era un combatiente feroz. Había iniciado una campaña para unificar a todos bajo su estandarte.

Aunque el omega creía que eran solo rumores pues el joven rey llevaba ya 3 años en el poder y no se le conocía victorias o derrotas; era más un holgazán poniendo más soldados en la frontera con Hell pero aquello no resultó extraño, muchos nuevos gobernantes solían fortalecer las fronteras para consolidar su poder pero para Anthony algo se sentía mal.

Estudió detenidamente los mapas de las fronteras; después de días cotejando información, se dio cuenta.

Edén se estaba preparando para la guerra.

Continuará...

...

Espero les guste el capítulo

El caballero del emperadorWhere stories live. Discover now