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Sentía como algo o alguien me llamaba. Solo quería ver a Hyunjin y a Niki y saber que estaban seguros.

Me dolía la cabeza solo de hacer el esfuerzo para recordar que había pasado. Hasta que finalmente pude abrir los ojos.
Solo mire el techo por unos segundos antes de notar un olor familiar llegar a mis fosas nasales.
Ese olor que había extrañado y deseado por mucho tiempo.

—Hyunjin— susurré al ver qué el estaba dormido en una silla que estaba al lado de la cama donde yo estaba acostada.— Hyunjin — volví a insistir.

Hasta que el se incorporo confundido, sus ojos chocaron con los míos y el brillo peculiar que hace mucho no veía apareció.
Ninguno dijo nada, solo su sonrisa y la mía fueron suficientes para que el se acercara y me abrazara.
Escondiendo su cara en mi cuello y yo inhalando su aroma.

Se separó unos segundos después para mirarme de nuevo y examinarme como una joya preciosa e inigualable. Beso primero mi frente, después fue bajando por mi nariz y mis cachetes. Hasta detenerse en mis labios y besarlos lento pero apasionadamente.

Yo hice lo mismo atrayendo su nuca y disfrutando de nuevo el roce de nuestros labios después de semanas.
El aire no importaba porque tomábamos nuestro tiempo, nuestras acciones decían más que nuestras palabras.
Después finalmente nos separamos y juntamos nuestras frentes.
El quejido de alguien más en la habitación llamo mi atención.

—El también te espero pacientemente — Hyunjin se dirigió a la cuna que estaba en la esquina y saco de ahí a mi bebé.

Me incorpore en la cama y mis ojos se llenaron de lágrimas ante la emoción de verlo de nuevo.

—Mi hijo...— lo abracé llenándolo de besos y soltando mis feromonas maternales para dejarle saber que yo estaba aquí.

Hyunjin se sentó a mi lado y nos abrazo a los dos. De esa manera ambos contemplabamos a el fruto de nuestro amor quien se veía tranquilo y despreocupado del exterior.

—Me hubiera gustado estar en el embarazo y ver tu vientre hinchado, pero me conformo con saber que los dos están bien — Hyunjin hablo mientras acariciaba a Niki y al mismo tiempo dejaba un beso en mi cabeza — ¿Estuvieron bien?

Sonreí enternecida con la sola idea de que mi familia estaba completa, y las cosas habían estado bajo control.

—Es una historia un poco larga— lo mire perdiendome en sus ojos negros como la noche.

—Tenemos este íntimo momento para ponernos al corriente...

(...)

—¿Saben algo sobre lo que pasó con Kazuha?— mire a Ryujin y Félix quienes simplemente negaron.

—Lo único que supimos es que Lucas había mandado a unos hombres para saber sobre el paradero de Yoshua, el hombre que se la llevó.

—¿Lo atraparon?

— Aún no.

Aprete los labios llevando mis manos a mi cabeza sintiendo angustia por no tener noticias de Kazuha desde hace días. Solo sabía que Hyunjin ya se había encargado de algunos de los "aliados" de Hiro para asegurarse que una posible guerra no se aproximara.

—Su majestad— gire mi cabeza para ver a Yuna con Niki en brazos — el príncipe ya tienen hambre.

Deje que me lo diera y lo atendí por un rato hasta que se durmió y salí en dirección a la oficina donde temporalmente Hyunjin dejaba sus cosas.

Aún no regresábamos al reino Hwang, pero si aprovechamos nuestro tiempo aquí.

—¡Yeji!— escuché el llamado de Minji quien venía casi corriendo hacia mí — ¿Y mi sobrino?— pregunto entusiasmada.

—Lo deje descansando, pero si quieres puedes ir a vigilarlo para cuando despierte.

Ella solo asintió con una sonrisa para después ir en dirección de dónde yo había venido. Todos nuestros allegados se habían encariñado con Niki y casi siempre querían convivir con el a pesar de tener menos de un mes de nacido.
Creó que lo que más les sorprendía era que es la viva imagen de Hyunjin.

Seguí mi camino hasta llegar al jardín donde pude ver a Lía sentada en el pasto. En mis planes no era pasar por ahí, pero le haría compañía por un rato. Me acerqué y me puse a su lado, pude notar que tenía los ojos cerrados como si estuviera meditando.

—¿Es lindo ser mamá?

—¿Qué?— la mire un poco confundida por la pregunta repentina.

—Me refiero, a sí es algo interesante ser madre.

—Mas que interesante... — hice una pausa contemplando a mi alrededor— es algo hermoso y lo valoras una vez que lo experimentas. Es algo completamente indescriptible.

—Ya veo...— murmuró para después sonreír— ¿aún tienes el don de saber por lo que pasan las personas? ¿o se te fue cuando empezaste la maternidad?

—Tengo menos de 5 meses en ésto — me defendí — ahora mi prioridad son Hyunjin y Niki.

—Bueno— se paró de su lugar sonriendo — ya te enterarás después.

—¿De que?— alce una ceja.

—¡Adiós!

Salió del jardín dejándome confundida.
Bueno...su olor habitual era más dulce de lo normal. Si a eso es lo que se refería.

Yo también me fui de ahí unos segundos después dirigiendome hacía la prisión escondida que tenían en el reino Lee.
Baje por unas escaleras conduciendome por pasillos oscuros que tenían linternas de fuego en las paredes.
Mientras avanzaba empecé a escuchar gritos aterradores que dejaban sentir terror y dolor para cualquiera que estuviera caminando por aquí.

Antes de seguir avanzando pude distinguir unas pisadas rápidas dirigiéndose en dirección hacia mí.

—¿Heeseung?— hablé cuando lo vi — ¿Que pasa?

—Hyunjin pudo identificar tu olor mientras te ibas acercando aquí, así que me mandó para que te fueras de aquí inmediatamente.

—¿Están torturando a Hiro?

—Hyunjin está haciendo que tenga una muerte lenta y dolorosa. No soportarias ver y escuchar la situación ahí mismo.

—Bueno...— encogi mis hombros — dile que cuando termine venga a la habitación conmigo.

—Espera...— me detuvo antes de girarme y salir de ahí — ¿no tienes una pizca de miedo por lo que Hyunjin puede llegar a ser? Sobre todo con sus enemigos.

—No... porque en lo más fondo de mi corazón el sabe que a veces compartimos la misma personalidad — sonreí.

Hyunjin ya me había avisado sobre lo que tenía planeado hacer con Hiro.
Ya tenía varias cuentas con el desde hace tiempo, así que no importaba mucho.

Camine de nuevo por los pasillos hasta que una voz desconocida me detuvo.

—Este es el principio del fin...

—¿Que?— me gire bruscamente.

La batalla aún no comienza, pero lo hará...

Permanecí quieta tratando de entender esas palabras.

“Cuando la Luna se tiña de rojo es cuando todo quedará sin despojo”...

Recuerda bien esas palabras porque se cumplirán a su tiempo...












































El próximo es el último.

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